El partido exige a sus grupos ingresar el dinero de sus subvenciones en
una cuenta controlada por la dirección. Según la ley, estos fondos no
pueden destinarse a gastos distintos al funcionamiento de dichos grupos.
Ciudadanos está en el punto de mira por las presuntas irregularidades en su financiación.
El motivo es la denuncia presentada por un grupo de afiliados según la
cual la formación de Albert Rivera emplea las subvenciones de sus grupos
locales y autonómicos para su financiación. La ley establece que la utilización de estos fondos debe limitarse a los gastos de funcionamiento de dichos grupos y nunca para otros fines.
Según los documentos a los
que ha tenido acceso lainformacion.com, y que se muestran arriba,
Ciudadanos exige a todos sus cargos la firma de una carta ética en la
que se comprometen a destinar estas subvenciones al pago de créditos del
partido asumidos para la realización de las campañas. En la práctica,
esto supone que la dirección del partido controla y fiscaliza todo el dinero
De hecho, distintos correos electrónicos prueban un modus operandi por el cual el partido pide a sus concejales de ciudades de más de 50.000 habitantes
que ingresen la asignación del ayuntamiento que reciben para sus gastos
como grupo municipal directamente en una sucursal bancaria de Madrid.
Esa cuenta está controlada por el vicesecretario general, José Manuel Villegas, y el secretario de Finanzas, Carlos Cuadrado.
Estos devuelven después el dinero a sus grupos, según la cantidad que
les soliciten, pero el resto del dinero sigue tutelado por la dirección.
Según los denunciantes, “son
las cuentas donde, según el protocolo de apertura de cuentas bancarias y
gestión de grupos de Ciudadanos, se ingresan todas las cantidades en
concepto de subvención de dichos grupos -en las de gasto no se pueden
hacer ingresos y solo se usan para gestionar los pagos de personal y
gastos en general de los dichos grupos-. “Ello supone un claro indicio
de que las asignaciones (…) son controladas por la directiva nacional, desconociéndose los traspasos que, desde la de ingresos, se hace a la de gastos con el fin de dar a esa asignación el fin que la legislación determina”.
En las pasadas municipales,
el partido envió un escrito a sus representantes en capitales y grandes
ciudades para que facultasen al partido, a través de sus
apoderados-entre ellos Villegas y Cuadrado. A la apertura de una cuenta
bancaria en su nombre “al objeto de poder disponer de los fondos de la manera que se estime oportuna para el desenvolvimiento de la actividad que le es propia”.
De acuerdo a las fuentes consultadas por este periódico, de prosperar esta denuncia, Ciudadanos podría verse obligado a reintegrar todo el dinero recibido de las subvenciones a sus grupos. El
Tribunal de Cuentas podría entonces exigir las facturas que
justificasen en cada grupo municipal o autonómico el gasto de esos
fondos. En caso de que no se dispongan, existen precedentes que
obligarían a devolver el dinero.
El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas,
defendió este lunes que “no hay financiación ilegal ni un traspaso
ilícito. No ha salido ni un euro ni un céntimo hacia las cuentas del
partido”.
Según Villegas, la carta
ética es un mecanismo de “vigilancia” y control con el dinero público
que recibe ciudadanos. El partido destituyó al delegado territorial de
Murcia por pagar de forma irregular facturas de la campaña electoral a
través de grupo parlamentario y no a través del partido.
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