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martes, 31 de enero de 2017

El humo del tabaco y las mascotas

 
El humo del tabaco y las mascotas
Incontables mascotas están en gravísimo riesgo de ser contaminadas por el humo de segunda y tercera mano. 
 
Además del humo de primera mano aspirado por los fumadores, y el de segunda mano, absorbido por los fumadores pasivos, en el año 2000 se ha descrito la tercera forma, llamada humo de tercera mano.


Los fumadores pasivos o involuntarios son quienes inhalan, casi siempre en contra de su voluntad, el humo generado por los fumadores activos. El proveniente del extremo encendido del cigarrillo, el tabaco o la pipa, más el   exhalado por el fumador.


Quienes sufridamente respiran el humo ambiental o de segunda mano provocado por los fumadores activos, incluidas las mascotas, también pueden presentar serios problemas de salud. En todos  ellos se producen los mismos efectos derivados de la inhalación directa del humo del tabaco.


En este humo, según se conoce hasta ahora, existen más de 50 sustancias químicas capaces de provocar cáncer, infecciones de las vías respiratorias y diversas enfermedades del corazón.


El humo de tercera mano también   tiene implicaciones negativas para la salud.


Se produce cuando la nicotina y otros compuestos de este venenoso vegetal reaccionan con elementos presentes en el aire y producen otras nuevas y muy peligrosas sustancias como las llamadas nitrosaminas, posiblemente más tóxicas que el propio tabaco.


La reacción química comienza por la nicotina presente en el humo. Debido a su interacción con el ácido nitroso de la atmósfera, forma las extremadamente peligrosas nitrosaminas específicas del tabaco.


Este material venenoso, como letal llovizna invisible, se deposita sobre muebles, tapicerías e incluso sobre el propio fumador incluida   ropa, cabello y   piel,   de esta manera es introducido por el propio adicto en sitios aparentemente libres del humo del tabaco.


La concentración de estos compuestos, al actuar por acumulación, a la larga puede dañar severamente a los seres humanos de y a las mascotas.

POBRES MASCOTAS

 

Incontables mascotas están en gravísimo riesgo de ser contaminadas por el humo de segunda y tercera mano.


De manera similar a los niños, nuestros queridos, indefensos y mimados perritos y gatitos, pasan mucho tiempo en el suelo o cerca de él. Ahí residen los residuos del tabaco en el polvo ambiental y su pelo es contaminado.


Estos inocentes animales no solo respiran las sustancias tóxicas derivadas del tabaco.


También las ingieren y se intoxican paulatinamente al lamer o tocar el pelo, la piel y la ropa de sus desconsiderados pero queridos amos.


Las mascotas también pueden tragar los tóxicos residuos químicos del tabaco cuando se lamen para limpiarse o limpian a otras mascotas.

RESULTADOS DESASTROSOS EN LAS MASCOTAS

 

Algunas razas de perros tienen un riesgo más alto de cáncer de nariz y pulmón, pues la forma e intensidad de ser afectados por el humo del tabaco puede depender de la longitud de su nariz.


Los gatos domiciliados con personas fumadoras de más de un paquete de cigarrillos al día, tienen un riesgo   triple de linfoma, un cáncer del sistema inmunitario.


Fumar también pone en peligro a otras mascotas, como las aves, las cobayas e incluso los peces.

MENSAJE AL FUMADOR

 

Las mascotas despiertan un hondo cariño en los seres humanos y por ellas somos capaces hasta de privarnos en su honor de nuestro plato favorito. Pensar en ellas y en el daño provocado por el humo es un buen estímulo para dejar de fumar definitivamente.


Pero, ¿y nuestros seres más queridos y cercanos? ¿Acaso no constituyen un estímulo mayor para dejar de fumar?


http://www.cubahora.cu/blogs/consultas-medicas/el-humo-del-tabaco-y-las-mascotas





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