Una nueva y letal denuncia de la Asociación de Viudas de Lugo ha logrado esta vez bloquear la cadena de montaje que la factoría Seat, de Badalona, había dispuesto para la fabricación de su flamante y nuevo modelo, el Seat Carrero Air.
Se trata de un automóvil biplaza que puede circular tanto
por carretera como por aire, hasta una altura máxima de setecientos
metros y con una elegancia similar a la del albatros.
El Carrero lleva
de serie una pequeña capilla que se despliega desde la guantera, con
capacidad para un sacerdote pequeño, medio monaguillo y todos los
accesorios para que se pueda administrar el sacramento de la Eucaristía
incluso a 120 kms/hora y a una altura de trescientos metros sobre el
nivel del mar.
La decisión
judicial ha causado una verdadera conmoción en todos los concesionarios
de España, pues se habían reservado más de cinco mil unidades y la
expectación por poder conducir un coche sobre los tejados de los
conventos era considerable.
Ahora, mientras los ingenieros de Seat
piensan en un nuevo nombre que no enaltezca el terrorismo ni humille a
sus víctimas, todas las miradas se centran en el nuevo Volkswagen Boom,
un prototipo que explota automáticamente si te entra un tuit ofensivo
con los sentimientos religiosos.
“El chute de adrenalina que se obtiene
conduciendo un Boom es la hostia”, asegura la marca alemana.
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