Los acusados de la violación de San Fermín piden salir en libertad con una fianza

Los acusados de la violación, en la avenida de Roncesvalles.

 Reiteran que la personación de Ayuntamiento y Gobierno “forma parte de una estrategia propagandística y orquestada para utilizar una noble causa”

Antes incluso de presentar su escrito de defensa, los cinco jóvenes de Sevilla acusados de cometer la violación en grupo durante los pasados Sanfermines han solicitado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra su puesta en libertad, bajo el establecimiento de una fianza.


 Entienden que no se dan las circunstancias (riesgo de fuga, alteración de pruebas, evitar la reiteración delictiva o que se atente contra bienes de la víctima) que justifican la continuidad de la medida de prisión preventiva.

IRUÑEA. Mantienen los procesados que esta causa “ha destrozado sus vidas” y siguen relatando que las relaciones con la víctima “fueron consentidas” y que la chica se introdujo de manera voluntaria en el portal de Paulino Caballero. “No es justo este proceso”, dicen, “porque no han cometido ningún delito, y porque si existieran indicios de que lo hubiera cometido será un tribunal tras un juicio justo el que tendrá que decidirlo. Y será entonces, cuando si hubiese una sentencia condenatoria, debería estar privado de libertad. Y no antes”.


 A mayor detalle, las defensas de los encausados precisan que hay nuevas pruebas que merecen ser valoradas por el tribunal y por las que solicitan la puesta en libertad provisional a la espera de juicio. Argumentan que la declaración del portero del hotel Europa, adonde se dirigieron los cinco acusados para buscar una “habitación para follar”, desmonta la versión de la denunciante.


Sin embargo, tal declaración del empleado del hotel puede tener dicha relevancia, puesto que él no dijo en ningún momento que la chica que les acompañaba pudiera haber escuchado el contenido de la conversación, ya que se encontraba unos metros más retrasada.


Además, las defensas utilizan también la última llamada que realizó la víctima para sembrar de dudas su relato, como han hecho durante el proceso. Lo que dicen es que esa llamada demuestra que la intención de la víctima no era regresar a su coche aparcado en Lezkairu, sino volver a la Plaza del Castillo, “lo que acredita sin género de dudas que no nos encontramos ante meras inconsistencias”, escriben los abogados defensores, “sino más bien en evidentes falsedades”.

 
Recuerdan que si hasta el momento se argumentaba que la prisión provisional era “sobre la base de las altas penas a las que podrían ser condenados (se hablaba de 80 años de prisión) y a la cercanía de la celebración de la vista oral”, e inciden en que fue “manifiestamente interesada la exageración que en su día mantuvo el juez instructor sobre la penalidad reseñada”.


CRITICAS A PAMPLONA Por último, hablan de la alarma social desatada por el caso, en el que “el juicio popular está perdido, pero afortunadamente la justicia en un Estado de Derecho es mucho más que eso” y que desde el primer momento “se han filtrado informaciones sesgadas a los medios”, lo que ha obligado a la defensa “a salir ante dichos medios para dar su visión del asunto y defender que se evite la realizaciónd e juicios paralelos.


Terminan aludiendo a la personación en la causa del Gobierno foral y del Ayuntamiento de Pamplona, que “forman parte de una estrategia orquestada del uso de la administración de justicia para la defensa de una noble causa como es la defensa de los derechos de la mujer y la lucha contra las agresiones sexistas, utilizando una denuncia no real.


Organizar una manifestación espontánea al día siguiente y con un cóctel perfecto, chica de 18 años y 5 sevillanos, entre ellos un militar y un guardia civil, no se podía desaprovechar en una estrategia propagandística”.


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