Nada más imponerle la Audiencia Nacional española una condena de 535 años de cárcel, la Guardia Civil ha detenido al bilbaíno Liher Aretxabaleta para que sea encarcelado. Junto a él, también ha sido condenada a la misma pena de 535 años de cárcel la vecina de Orozko Alaitz Aramendi, que lleva 10 años en prisión.
El Movimiento
Pro Amnistía y Contra la Represión quiere mostrar su solidaridad con
Aretxabaleta, Aramendi y con sus familiares, y quiere denunciar con firmeza la
política represiva que el Estado español (y también el francés) lleva contra
Euskal Herria.
En los últimos
meses estamos teniendo noticia de grandes condenas y peticiones de cárcel. Los
procesos y grandes peticiones contra los jóvenes de Altsasu y Orereta han
tenido la mayor repercusión, porque estos casos demuestran que los estados no
tienen medida a la hora de aplicar la represión, ya que esa es la única
medicina que ofrecen a quien no se doblega ante la opresión, sin importar la
altura a la que se ponga el listón.
La represión,
sin embargo, está mucho más extendida. El pasado mayo este tribunal fascista y
de excepción condenó a Beñat Aginagalde y Joanes Larretxea a 44 años a cada uno de ellos. En febrero, las
denominadas “Instituciones Penitenciarias” repartieron una circular interna en la
que decían que sólo liberarían a los presos enfermos cuando estuvieran al borde
de la muerte, siendo la única salida que ofrecen a estos arrepentirse o morir.
Por otro lado,
hemos visto que rebajar el discurso político no sirve para suavizar la
represión. La despolitización del caso de Altsasu o la postura mostrada por los
familiares de los de Orereta contra la violencia popular no han salvado a estos
jóvenes de las zarpas de la represión. Lo mismo se puede decir de los casos de
Sara Majarenas y Antton Troitiño, que aunque han rechazado el uso de la
violencia en sendas cartas enviadas a los jueces, ambos siguen presos.
El Movimiento
Pro Amnistía y Contra la Represión tiene el absoluto convencimiento de
que la consecución de la amnistía es la única medida que puede
garantizar que nunca más vuelva a haber
represaliados y represaliadas políticas, entendida como la liberación de
éstos
y éstas así como la superación de la opresión nacional y social que es
la base
de su existencia.
Para terminar,
queremos subrayar que del mismo modo que creemos que sin amnistía no es posible
conseguir la libertad de este pueblo, pensamos que sin luchar los estados no
nos van a regalar nada. Por ello, queremos hacer un llamamiento a la lucha a
nuestro pueblo, porque sólo un pueblo organizado puede lograr los objetivos a
los que aspira.
En
Euskal Herria, a 17 de julio de 2017.
Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión.
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