EN
ESTA REFLEXIÓN, OS VERÉIS REFLEJADAS LA MAYORÍA, DE LAS-LOS
TRABAJADORAS-ES DEL SECTOR DE RESIDENCIAS. SE QUE ME HE QUEDADO CORTA
Son las seis de la mañana y el despertador no llega a sonar, como otras tantas veces. Hoy le ha tocado al pequeño, tiene pesadillas y no ha podido dormir.
Tengo que marchar al trabajo y no he dormido, me tomo un ibuprofeno y un café, muy , muy cargado, para poder afrontar, mi duro día de trabajo el de "CUIDADOS", allí nos esperan: Ya no pueden tenerlos en casa, deambulan por las noches, se dejan el gas abierto, se escapan, no se toman la medicación y todos los días les roban.
Algunos han dejado de comer o comen todo lo que encuentran y la unidad familiar, empieza a deteriorarse.
Hoy me toca el grupo de 11 personas y tengo 105 mn. (10mn). para cada uno: la primera es Petra; una mujer muy simpática y cariñosa, pero se pasa la noche deambulando y no le gusta demasiado que en su primer sueño, la despierten, le doy los buenos días y pretendo comenzar su aseo diario, pero no está por la labor, me grita y me pega y se ha vuelto a cubrir.
Ya han pasado cinco mn. y no he sido capaz de conseguir, asearla por completo, ¡Que fastidio!, ahora no tengo el tópico que debo aplicarle y tengo que llamar a enfermería, el tfno. no funciona y tengo que correr hacia el mas próximo. Nos gusta verlas dignas y les colocamos sus collares, sus pendientes, sus relojes, que marcan un tiempo vacío y que no son, nada mas que un símbolo.
Ya han pasado siete mn. y aún tengo que levantarla, trasladarla a su silla de ruedas y al comedor. ¡¡cielos!!, la grúa está ocupada y tengo que correr por los pasillos, en busca de otra. Que poco le gusta a Petra ¡Vaya inventos!, y mientra la cuelgo, grita sin parar.
Mi corazón en estos momentos ya late muy fuerte, me he pasado de la hora. Ahora le toca a Miguel. Miguel es un hombre bonachón independiente y acostumbrado a hacerse todo solo, pero ya no puede y hay que afeitarle: que poco le gusta, me agarra la maquinilla y patalea y grita, diciendo que él puede hacerlo,pero su mano tiembla sin piedad.
Ya han transcurrido 30 mn. y no quiero volver a mirar el reloj, cada vez que lo hago, mis pulsaciones se incrementan y empiezan las arritmias. El tiempo corre de prisa y ellos van mas lentos. ¡Vaya!, Ramón se ha caído y las compis piden ayuda.
Llevo 15 mn. de retraso y el corazón en un puño. Hora del desayuno: El comedor lleno, cincuenta residentes, reclamando ser el primero en ser servido (dos aux. y un montón de medicación) Srtaaaaaaaaaa, esté café está frío. Srtaaaaaa, hoy quiero una tila, Srtaaaaaaaa, no quiero el zumo de melocotón, lo quiero de naranja. Srtaaaaaaaaa. me falta la cuchara y las galletas (que se han llevado los que deambulan). Srtaaaaaa, mis pastilllas.
Vueltas y mas vueltas y el tfno. y el timbre de los baños sonando, porque Miguelín tenía una urgencia. Ahora tocan baños y como siempre, todos quieren ser los primeros (Rosa protesta, porque ella estaba primero y Joaquín la insulta, porque estaba él).
El sudor ya me ha mojado el pelo y hasta el alma y ahora tocan camas, muchas camas. Me coloco mi faja, tengo la zona lumbar destrozada de tantos esfuerzos y a veces cuando me inclino, ya no puedo levantarme. Se me duermen los dedos y los brazos me hormiguean, pero tengo que continuar.
Suena el tfno. traslados a peluquería y..¡¡oh no!!, los ascensores ocupados y espera y espera. ¡¡Al fin!!, bajo y subo a la velocidad del rayo y continúo haciendo camas.
Vuelta al salón ( a Hermitas se le ha caído el zumo encima y hay que cambiarla y Miguela, muy digna ella, se ha hecho sus necesidades encima, porque tiene gastroenteritis y llora sin parar). Josefina tiene fiebre y se inclina hacia un lado, hay que meterla a la cama. Los timbres de los baños suenan sin parar, y el tfno. nos reclama. 20 mn. de descanso y comiendo el bocadillo, mientras espero el ascensor para ganar tiempo.
Hora de la comida primer turno (Julio no quiere comer y Adelaida tampoco, además tienen problemas de deglución y mientras uno traga, le doy al otro).
Joaquina le ha cogido el postre a su compañera y se ha montado una...Remedios ha cambiado la tele de canal y se ha montado un gran jaleo(Merche le quita el mando y vuelve a cambiar y Josefina protesta, porque no oye). ¡¡¡UUUY!!!, los pesos, se me ha olvidado pesarles...y vuelve a sonar el tfno. es la hija de Leonor y esta que camina muy lenta, se encuentra al otro lado del salón.
Hora de la siesta, primer turno( Jacinta tiene su bolsa de orina vacía, hay que avisar a enfermería) y la úlcera de María huele muy mal, menos mal que tenemos el olfato atrofiado, porque cuando le toca el turno a José, tenemos que ducharle. Le metemos a la siesta y ¡¡AY!!, una lanceta entre las sábanas. ¡¡no!!, no ha sido un olvido, han sido las urgencias y nuestro residente padece una hepatitis C. La verdad, es que estoy preocupada.
Segundo turno de comida (Srtaaaaaaaaaa, esto es una basura, Srtaaaaaaaaaaaaaaaa, esto no lo quiero, llama a la cocinera y que me mande otra cosa. Srtaaaaaaaaaa, mi medicación. Srtaaaaaaaaaa. me falta la servilleta. Segundo turno de siestas, este es un poco mas tranquilo, pero vuelve a haber cola en el baño y hay que recoger comedor y bajar los carros. ¡¡UUUY!!, el traslado a sillones y el ordenador.
Fin de turno: voy corriendo a casa, como de pié. mientras recojo y me marcho al cole a recoger a los niños. Hoy tienen extraescolares y mientras, aprovecho a hacer la compra.
Mientras meriendan en el parque, casi me quedo dormida en el banco, menos mal que mañana es mi día libre y me dedicaré al zafarrancho en casa. Veo el sillón y quisiera convertirme en un cojín, pero tengo que poner al día, lo olvidado durante la semana. El sábado se casa mi mejor amiga, esa inseparable desde la infancia, es como mi hermana, pero me toca trabajar, como los tres fines de semana al mes.
He pedido un día sin sueldo, pero como estamos en el mes de Julio,me lo deniegan, por necesidades de organización, pero se portan muy bien, nos dejan hacer todos los cambios que queremos y me va a tocar trabajar 16 días seguidos, pero por lo menos puedo acompañarla, en su gran día. ¡¡Uuuuf!!, como pasa el tiempo hoy es Navidad y mientras todos disfrutan en familia, yo marcho con los ojos anegados de lágrimas, rumbo a alegrar ese día a "mi otra familia".
Ha llegado la época de gripe y están casi todos malitos, al final la he agarrado, pero no puedo solicitar baja médica, porque me penalizan por ello y mi sueldo diminuye alarmantemente. y bueno...se que esta profesión no es para débiles
Me encanta cuidarles, me encanta darles ese trozo de mi vida, me encanta arrancarles una sonrisa y reír con ellos, me encanta aliviar sus penas y hacer el payaso, me encanta ser sus oídos , su voz, su mirada, me encanta por encima de cualquier profesión, porque para ejercerla, hay que estar hechos de " OTRA PASTA", algo que no entiende el sr. Rementería, cuando habla de "LA DIGNIDAD" DE LOS MAYORES", dignidad, que les proporcionamos nosotr@s, sus cuidadores, a pesar de los sueldos miserables, las jornadas interminables, las ratios vergonzosas , los medios insuficientes.
Sr. Rementería creo que debería arrodillarse ante nuestra abnegación y compromiso,ante nuestra dedicación y ante "NUESTRA DIGNIDAD"".
(Marina C. Bonome)
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