lunes, 3 de septiembre de 2018

Becerradas: psicopatía social, sadismo legal, inmundicia cultural, culpa política

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Sí, señora Alicia Palomo, alcaldesa de El Espinar (PSOE), sus becerradas cumplen con la legalidad, porque por desgracia en este país de bestias, de salvajes y de maltratadores, se permiten estas barbaridades aunque parezca increíble.

Pero hay que ser muy miserable para permitir esta atrocidad. Bestias sin escrúpulos, salvajes, psicópatas, sádicos. Vergüenza. Asco de fiestas y asco de políticos que permiten que esto sea legal.

"... Cualquiera que se quiera hacer el machote, el más bruto del pueblo, el más canalla. El corrupto, el violador, el comercial, el mecánico, el padre de familia.

Cualquier miserable que se vea capaz de torturar y matar a un cachorro acorralado, acosado, aterrorizado, indefenso, abandonado por todos. Cualquier miserable que lo esté viendo sentado.

Todo el vecindario condescendiente. Y todos los políticos miserables que lo consienten. Desde el concejal de festejos de ese terrón inmundo hasta el presidente de un Gobierno inmundo también.

Inmundicia local, inmundicia nacional, inmundicia moral, inmundicia cultural, inmundicia social, inmundicia política. Psicopatía oficial. Sadismo legal.....

No me callo. Lo digo una vez más, alto y claro: es de sinvergüenzas, de abyectos, de ruines sin escrúpulos consentir, por activa o por pasiva, las becerradas.

No me callo: la tauromaquia es basura moral de reyezuelos y de gañanes. Vergüenza debería dar a cualquier político decente callarse ante ella....

Que la alcaldesa de El Espinar (Alicia Palomo, del PSOE: qué vergüenza) afirme que las becerradas cumplen con la legalidad, es una patología social, un insulto a la inteligencia, a la sociedad y a la cultura."

Ruth Toledano (eldiario.es)