¡No, Julen, tele caca!
El desgraciado accidente del niño Julen
ocurrido hace aproximadamente un par de semanas en Totalán (Málaga) ha
puesto en evidencia una vez más a los medios de comunicación de masas y
especialmente las televisiones, como instrumento indispensable de los
dueños del circo para mantener a la población aletargada mientras ellos
dirigen su destino.
En la película de 2002 Bowling for Columbine de Michael Moore, el cantante Marilyn Manson habla de la campaña de MIEDO Y CONSUMO
como la base para mantener al tinglado económico capitalista.
”Mantener a todo el mundo con miedo y que consuman”. Una frase que
sintetiza muy bien el funcionamiento de la actual sociedad occidental.
Marilyn Manson - Documental Bowling For Columbine (Español)
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"Bowling for Columbine" es un documental dedicado a la controvertida
cuestión de la posesión de armas legales en los Estados Unidos.
Michael Moore entrevista a personas en tela de juicio como Marilyn
Manson, que fue acusado de inducir a la violencia a los chicos de
Columbine a través de las letras de sus canciones;
El bochornoso espectáculo mediático desarrollado en torno al rescate de Julen, además de apuntalar al miedo como uno de los ingredientes de esa fórmula, implica una grave falta de ética y moral por parte de los medios que se repite diariamente, mientras los actores del teatro político al dictado de los oligarcas, mantienen la boca cerrada.
No hemos escuchado ni una sola voz de un representante de los ciudadanos pidiendo el cese o la prohibición del tratamiento informativo telenovelesco, quizás por otro tipo de miedo; el miedo a perturbar a unos votantes cautivos y embelesados ante la tragedia que las televisiones les estaban relatando.
El mismo miedo que hace que esos mismos políticos se mantengan en silencio ante los continuos casos de evasión fiscal protagonizados por algunos futbolistas –los gladiadores modernos– pilares fundamentales del sistema de aborregamiento de la población y que justifica que los divos del balón sean tan bien retribuidos económicamente.
¿Cómo es posible aceptar que los sueldos de los jugadores sean miles de veces superiores a los de los científicos, médicos o profesores, por poner algunos ejemplos? ¿Tiene sentido que la masa salarial de un equipo como el Real Madrid, duplique con creces el presupuesto anual destinado a ofrecer servicios a los, por ejemplo, 300.000 habitantes de una ciudad como Vigo?
¿Es aceptable que un crack futbolero sea aclamado por sus fans incluso cuando acude a los juzgados a recibir una sentencia que le condena al pago de casi 20 millones de euros de multa por sus correrías fiscales?
Parece que sí, que todo cabe y todo vale para mantenernos
entretenidos mientras se desmantelan los servicios públicos, se destruye
el sistema de pensiones o se nos roba directamente con cada factura
eléctrica.
Pero volvamos al caso de Julen. El niño cayó a un pozo de más de 70
metros y no era descabellado pensar desde el primer momento que el
propio impacto de la caída acabase con su vida.
Sin embargo las
televisiones pronto vieron en este lamentable accidente, un jugoso filón
informativo y rápidamente llenaron de unidades móviles y reporteros el
lugar de la tragedia.
Pudimos comprobar asombrados durante 12 días,
como para mantener la emoción y el suspense del relato, se seguía
hablando de la posibilidad de encontrar al pequeño con vida.
Vergonzoso.
Cabe resaltar que este tipo de comportamiento no es exclusivo de nuestro país, ya que a los pocos días de que ocurriese el accidente, llegaban a Totalán enviados especiales de otros países.
¿Cómo es posible pensar que la criatura hubiese sobrevivido al impacto de semejante caída, sabiendo además que su cuerpo había quedado sepultado bajo un tapón de tierra?.
Sin embargo las televisiones explotaron al máximo esa veta informativa para alimentar durante casi dos semanas el contenido de talk shows, tertulias políticas y por supuesto telediarios, que diariamente abrían sus ediciones con los avances de la agónica operación de rescate, sobre fondos musicales de tono épico o pseudo bélico.
La clave está en apelar a los sentimientos de los televidentes, para mantenerlos pegados a la pantalla y eso es algo que los directivos de las cadenas televisivas saben bien.
Personalmente creo que las únicas personas a las que realmente les preocupaba y angustiaba lo ocurrido con Julen son los miembros de su familia y amigos. El resto de la población éramos meros espectadores de un drama televisado.
Un drama con un final cierto desde casi el primer momento (la muerte del niño), que se estiró narrativamente como un chicle para mantener el suspense, cuando lo objetivamente natural sería hablar del rescate del cadáver y no del posible rescate con vida del pequeño Julen.
Ningún medio habló del rescate del cadáver, ya que supondría un anticlimax en el relato y rebajaría las cifras de audiencia, que no son otra cosa que el baremo que las televisiones utilizan para vender su carísima publicidad a los anunciantes.
Vamos, que sería un suicidio en términos de explotación comercial.
https://iniciativadebate.net/2019/02/02/no-julen-tele-caca/?fbclid=IwAR3IMSbGvonfnSt-tQpDe7pzlFXplwO75W1cT_k92XN5FihdajmLrWu2-fw
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