No han pasado ni 12 horas desde que Pedro Sánchez ha concedido la primera entrevista después de haber convocado elecciones.
Una entrevista en TVE, con una foto de los reyes bien presente, que ha tenido la respuesta inmediata de la salvadora Ana Rosa Quintana, que ha invitado inmediatamente a Pablo Casado a sentarse a su programa.
Un durísimo interrogatorio al que la periodista ha sometido
al candidato del PP en las generales y donde el político de derechas ha
tenido tres cuartos de hora largos para hacer una especie de mitin como
si estuviera en la Plaza Colón rodeado de rojigualdas.
¿De qué han hablado? ¿A que no lo adivinan?
Evidentemente, de Catalunya, que cada dos frases aparecía por activa o por pasiva. Del 155 ("que no quita la autonomía de Catalunya, la libera"). De Cs ("me llevo muy bien con Albert Rivera").
De Franco ("¿Por qué todos hablan de Franco en negativo?"). O de la fecha de las elecciones ("Prefería el 28 de abril para no coincidir con la semana santa y poder celebrar el viernes de Dolores, como Dios manda"), decía ante una Ana Rosa con un colgante de un rosario.
¿Y de corrupción? Ni rastro.
Lo más punzante que le ha dicho AR a Casado ha sido cuando ha osado decirle el mote con el que se le conoce a él y a sus amiguis de la derecha: "derecha trifálica, trifachitas, trillizos reaccionarios...".
Ana Rosa iba fuerte.
Y Casado, a su ritmo, llenándose la boca con su hoja de ruta preferida: "España no puede seguir con un gobienro de independentistas que quieren romperla.
No pactaré con comunistas, independentistas y socialistas.
El Govern lo tiene que nombrar el Gobierno de España. Y hay que acabar con lo de Lledoners". Pim, pam, pum.
Un masaje matinal que ha sido aplaudido por los anticatalanistas, pero que ha provocado vergüenza ajena en muchos espectadores:
Y hoy más que nunca, por el rosario de Ana Rosa, Dios los cría y ellos se juntan.
Darío Porras
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION