Eguzki quiere llamar la atención por la muerte de miles de aves por este motivo.
Los edificios acristalados proliferan como símbolos de arquitectura
“moderna”, otro tanto ocurre con las pantallas para evitar la
contaminación acústica generada por el tráfico, pero lo que muchos no
saben es que este tipo de construcciones son trampas mortales para miles
de aves por su choque contra ellas.
Miles de pequeños pájaros mueren anualmente en Donostia y en
Gipuzkoa por la colisión contra edificios acristalados, pantallas
acústicas, ascensores, pistas de padel…
Esta problemática no es exclusiva de Donostia, por supuesto, se da en
todo el mundo. Las estimaciones mundiales de muerte de aves por
colisión fluctúan entre los 500 millones y los 1.000 millones.
El motivo de la proliferación de colisiones suele ser que las aves no
detectan los acristalamientos y la iluminación nocturna que atrae a las
especies que emigran de noche.
Las cristaleras reflectantes, al
reflejar el paisaje cercano, “engañan” a las aves que creen dirigirse a
un árbol.
La mayor parte de las aves afectadas por estos choques son pájaros
de pequeño tamaño: txantxangorris; jilgueros; herrerillos; gorriones;
mosquiteros, currucas capirotadas…, pero también se dan casos de
colisiones en aves de mayor tamaño (acompañamos foto de una lechuza
muerta por este motivo en la N-1 Billabona).
Desde Eguzki queremos llamar la atención sobre esta problemática y solicitar que se tomen medidas para reducir estos accidentes.
Por ello animamos a los propietarios de edificios acristalados (privados e instituciones) a que adopten las actuaciones oportunas para que sus edificios no sigan siendo trampas mortales para las aves.
Otro tanto demandamos a las instituciones públicas responsables de la gestión de las carreteras y autopistas.
Nuestro llamamiento no es novedoso, valga como ejemplo que las Juntas Generales de Gipuzkoa, en su día (2010), ya aprobaron un acuerdo en este sentido para reducir las muertes de aves que chocaban contra las pantallas acústicas en las carreteras del herrialde.
Desgraciadamente de aquel acuerdo no se ha vuelto a saber nada.
Las medidas más sencillas para reducir estas colisiones, consisten en colocar siluetas de pájaros en las cristaleras, a ser posible de colores claros y llamativos.
También se pueden colocar bandas verticales que advierten a las aves de su posible colisión.
Estas soluciones sencillas, también son válidas para las pantallas acústicas, que suponen kilómetros de barreras mortales en nuestro territorio.
Hay experiencias de barreras acústicas ecológicas (en Bergara por ejemplo), que se han demostrado efectivas.
Queremos por lo tanto, llamar la atención sobre esta problemática y arrancar, tanto a las instituciones públicas como a los propietarios de estos edificios, un compromiso real para que tomen las medidas necesarias para reducir la muerte de aves por colisión contra las cristaleras.
EGUZKI
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