Becerradas frente a menores, tortura de gatos, perros encerrados en vehículos bajo el sol abrasador.... La violencia contra los animales no ha cesado durante el periodo estival, marcado por los festejos con toros y con la vuelta de la tauromaquia a las Islas Baleares. En Público, hemos recogido más de 16.000 firmas para que éste sea el último verano con maltrato.
El verano se termina. El balance de los meses estivales deja un ligero aumento del paro, playas y piscinas desbordadas, incendios devastadores y un brote de listeriosis con decenas de afectados. En paralelo a esta actualidad informativa, el maltrato animal no ha cesado.
De hecho, el periodo estival, una vez más, ha estado marcado por
diversas formas de violencia contra los animales. En ese sentido, Público ha recogido más de 16.000 firmas para tratar de conseguir que éste sea el último verano marcado por el maltrato animal.
Pese a que las leyes prohíben de forma
taxativa la violencia hacia los animales, los festejos populares
veraniegos están marcados por estas prácticas, que van desde los toros
embolados hasta las comunes becerradas. Todo, en la mayoría de los
casos, con la connivencia de instituciones y poderes locales, que en
algunos casos publicitan y promocionan este tipo de festividades.
Este ensañamiento social contra los animales no se
restringe únicamente a las plazas de toros y a las calles de los
pueblos. Esta violencia veraniega se hace común también en los hogares y
contra los animales domésticos: abandonos en carreteras, perros encerrados en vehículos al sol o mutilaciones macabras son algunos ejemplos.
Este es el verdadero resumen de la barbarie durante el verano de 2019: violencia y tortura contra los animales.
Sanfermines: alcohol, fiesta y 54 toros asesinados
Se podría decir que el verano empieza a tomar forma con
la fiesta de los Sanfermines. Las calles de Pamplona se tornan en un
lugar lleno de charangas, alcohol. En torno a la fiesta, las corridas de
toros que se producen de manera diaria durante una semana.
La mayoría de las informaciones que se dan durante
estos siete días de jolgorio suelen focalizarse en el número de heridos
por asta que deja la jornada. Detrás de todo ello planea la muerte final
de los toros que recorren las calles empedradas de la ciudad
navarra. En concreto, este año se estima que han sido 54 los toros asesinados en la plaza tras haber corrido los encierros.
Asto Probak, la fiesta de "moler a palos" a un burro
En el mapa del maltrato animal, también al norte del Estado español, acontece el Asto Probak, una fiesta celebrada el 25 de agosto en Leioa (Vizcaya), que, según denunció PACMA consiste en "moler a palos" a un burro.
Durante el acto de este festejo, varias personas tratan de arengar
mediante golpes a un mulo para tratar de conseguir que arrastre una gran
roca pesada.
Además del sufrimiento provocado por los golpes que
los mozos propician al animal con varas, el peso de la piedra y el suelo
agrietado donde transcurren los hechos le terminan ocasionando heridas
en las pezuñas, tal y como denunció el Partido Animalista en las redes
sociales.
Becerros acuchillados
Becerros acuchillados en la arena de una plaza de toros ante la presencia de niños y niñas en Valsaín (Segovia). Esta es una de las últimas denuncias realizadas por PACMA, que a través de un vídeo muestran cómo los animales son torturados de manera cruel frente a una plaza abarrotada.
Según el Partido Animalista, la presencia de menores en este tipo de actos va en contra de las recomendaciones de la ONU, que en en 2018 instó a España a prohibir la presencia de niños y adolescentes en las plazas de toros. "Es intolerable y vergonzoso que se siga permitiendo este nivel de violencia, excusada por la celebración de fiestas patronales, a lo largo y ancho de nuestro país", argumenta Laura Duarte, portavoz de PACMA.
La tauromaquia y el 'Cara al sol' regresan a Baleares
En 2017 el Parlament de les Illes Balears aprobó Ley
de regulación de las corridas de toros y protección de los animales que
"prohibía la muerte del animal durante el espectáculo taurino". Sin
embargo, en diciembre de 2018 el Constitucional tumbó la ley, lo que ha
provocado que este verano haya estado marcado por el retorno de los festejos con violencia hacia los toros en las islas.
El regreso de la tauromaquia provocó que los
animalistas se concentrasen frente al Coliseo Balear de Palma de
Mallorca para protestar contra el maltrato hacia los toros. Mientras
decenas de personas se manifestaban al grito de "la tortura no es
cultura", otros tantos, partidarios de los espectáculos taurinos,
contestaron poniendo en un altavoz el "Cara al sol" franquista.
Forzar a un gato para que fume
El maltrato animal es indiscriminado y no se centra
sólo en los festejos populares. De hecho, una de las noticias más
mediáticas de este verano tiene que ver con la violencia hacia un gato al que varios jóvenes forzaron a fumar.
En el vídeo, difundido en redes sociales, los agresores introducen un
cigarrillo encendido en la boca del felino mientras lo zarandean encima
de una mesa como si fuera una marioneta.
24 novillos masacrados en un curso de tauromaquia
Varias asociaciones animalistas denunciaron el pasado mes de de julio la matanza de 24 novillos
durante unas clases prácticas de tauromaquia en Colmenar Viejo
(Madrid). Menores de edad, aspirantes de toreros, sometieron a los
animales y practicaron con ellos –hasta su muerte– clavándoles
banderillas y entrando a matar.
La falta de experiencia de los aprendices, según denuncian los colectivos Animal Guardians y La Tortura No Es Cultura, acentuó el sufrimiento de los novillos, que tuvieron una muerte lenta y cruel.
"Algunas de las banderillas son clavadas en el
vientre del animal en vez de en el lomo y ninguno de los novillos tuvo
una muerte rápida, sino que, tras ser lacerados en numerosas ocasiones
por la espalda y el estoque, son apuntillados patosamente una y otra vez
por el operario de turno", han denunciado los animalistas.
Sin agua y bajo el sol
Un perro encerrado en el interior de un coche durante tres cuartos de hora a más de 35ºC en Lleida.
Así lo denunció la Guardia Urbana el pasado mes de julio. Una noticia
que se sucede verano tras verano, en muchos casos con la muerte del
animal como final trágico.
Pero el abandono a la suerte del calor del
verano no sólo lo sufren los canes, también lo experimentan otros animales domésticos como los caballos.
En algunos casos, los equinos se presentan aislados
en grandes fincas, abandonados durante semanas, sin agua y con
alimentación escasa, tal y como reveló la Guardia Civil en Cáceres a comienzos del mes de agosto.
Pero esta forma de tortura bajo el calor abrasador también se presenta
en algunas ciudades, con el consentimiento de ciertas instituciones.
Buen ejemplo de ello es Sevilla, donde los carruajes se ofrecen como una
actividad turística más, a pesar de las altas temperaturas de la ciudad
andaluza. Esta realidad ha llevado a activistas y miembros de Izquierda
Unida a denunciar la situación de maltrato que sufren los caballos cada verano.
Arrancar cabezas a gansos muertos
Si viajan a Lekeitio (Bizkaia) el 5 de septiembre
podrán ver una de las fiestas veraniegas más macabras del mapa del
maltrato. El festejo, que este año ha sido promocionado por el propio
Gobierno Vasco, consiste en arrancar con las manos la cabeza de un ganso muerto, el cual, colgado de una cuerda, se muestra a los vecinos de la zona.
De hecho, de los 92 equipos que participan en el torneo, 33 han optado por hacerlo con pájaros muertos.
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