Por cada agricultor o ganadero que realmente se dedica a cultivar la
tierra o criar ganado, hay dos -o tres, según los cálculos- que son
propietarios de tierras y zonas de pasto que no las trabajan pero sí
cobran subvenciones económicas europeas destinadas a la agricultura y la
ganadería.
Hablamos de unos 650.000 agricultores y 250.000 ganaderos en total, según un informe de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) recogido por el diario Público.
Estos falsos agricultores y ganaderos son conocidos como ‘labradores de salón’ o ‘de sofá’,
ya que gracias a ser los titulares de las tierras y las zonas de pasto
reciben desde 2003 una parte importante de los cerca de 4.000 millones
de euros de la Política Agraria Comunitaria (PAC) por «derechos
históricos».
El Gobierno español y las comunidades autónomas acordaron hace unos
meses defender en Bruselas la eliminación de estos derechos.
Este año
está previsto que se apruebe un nuevo Reglamento de la PAC.
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