Arturo Fasana, uno de los supuestos asesores financieros de Juan Carlos
I, explicó a la Policía cómo trabajaba para grandes fortunas en el
paraíso fiscal caribeño, tal como consta en un informe de la UDEF al que
ha tenido acceso Diario16
El caso de los supuestos intermediarios financieros o testaferros de Juan Carlos I no solo apunta a Suiza, también a Panamá.
Cabe recordar que en el año 2016 el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación
ya destapó el mayor escándalo de evasión de capitales de la historia,
en el que aparecieron implicados nombres de políticos y famosos de todo
el mundo.
Robin Rathmell, abogado de Corinna Larsen,
la amiga del monarca emérito español, reconoció ayer que en el año 2012
Juan Carlos I donó a la empresaria y a su hijo 65 millones de euros
“por el cariño que les tenía”.
Esa información está siendo cotejada por
el fiscal suizo Yves Bertossa, que indaga si la donación se hizo finalmente desde una cuenta suiza vinculada a una fundación panameña.
Todos “los papeles de Ginebra” fueron supuestamente encontrados en los
registros ordenados por el fiscal en los despachos del gestor de fondos Arturo Fasana y del abogado Dante Canonica, ambos investigados como testaferros del monarca y por sus relaciones comerciales con la red corrupta Gürtel.
Cabe recordar que entre los conocidos como “papeles de Panamá” también figuraba Pilar de Borbón, hermana de Juan Carlos I fallecida el pasado 8 de enero, quien admitió que fue titular de Delantera Financiera,
una sociedad radicada en el paraíso fiscal de Panamá entre 1974 y 2014,
aunque la infanta aclaró que la firma nunca tuvo ingresos “fuera del
control de las autoridades fiscales” ni incumplió “ninguna obligación
que exigiera la legislación tributaria española”.
Según afirmó en un
comunicado que en su día recogió Europa Press, la empresa se
disolvió al no contar con recursos suficientes “ni expectativas” que
justificaran su mantenimiento y cualquier “otra interpretación es
sencillamente errónea”, aseveró. Pilar de Borbón se hizo cargo de esta
empresa instrumental un mes después de que el príncipe Juan Carlos
asumiera de forma interina la Jefatura del Estado, ya que el dictador Francisco Franco
había sido ingresado por una flebitis.
La disolución de la sociedad
Delantera Financiera tuvo lugar pocos días después de la proclamación de
Felipe VI como rey de España.
Pero Pilar de Borbón no es la única persona relacionada con el rey
emérito que ha tenido intereses en el país caribeño. Corinna Larsen,
amiga del rey Juan Carlos I, ya aparece entre los 11 millones de
documentos del llamado caso de los “papeles de Panamá”, al haber
supuestamente intentado vender acciones a una sociedad offshore, según
reveló en 2016 la cadena de televisión La Sexta como
parte de las investigaciones llevadas a cabo por el Consorcio
Internacional de Periodistas de Investigación.
Según estas fuentes,
Corinna trató de realizar una operación de venta de acciones a una
“sociedad ubicada en Wyoming (Estados Unidos) a través de Gibraltar”.
De cualquier forma, la investigación que ahora lleva a cabo el fiscal
Bertossa vuelve a apuntar a la conexión panameña con los supuestos
testaferros del rey emérito como intermediarios.
Las diligencias de la
Fiscalía suiza sobre el patrimonio de don Juan Carlos se abrieron en
agosto de 2018 y afectan a tres personas principalmente: Álvaro de Orleans, primo del rey emérito, y los intermediarios financieros suizos Arturo Fasana y Dante Canonica.
En su declaración ante los agentes de la UDEF de 21 de mayo de 2009 por el caso Gürtel (a la que ha tenido acceso Diario16)
Fasana reconoció que Panamá figuraba entre sus destinos para sus
operaciones de movimiento de capital al extranjero.
Así, admitió haber
abierto una empresa en el paraíso panameño denominada Golden Chain,
con el fin de canalizar grandes cantidades de dinero procedentes de
España, sobre todo de la red Gürtel.
Esta sociedad pasó a ser la titular
de la cuenta abierta en la entidad financiera Credit Suisse, en Ginebra (Suiza), si bien el beneficiario económico de dicha compañía era Francisco Correa, cerebro de la trama corrupta condenado por la Audiencia Nacional a 51 años y 11 meses de prisión.
La declaración del conocido intermediario suizo gestor de Correa
prosigue, según consta en el informe de la UDEF: “Que para abrir la
cuenta bancaria en Ginebra, a la que trasladar los fondos, creó una
empresa en Panamá denominada Golden Chain, la cual pasó a ser titular de
la cuenta abierta en la entidad financiera Credit Suisse, en Ginebra
(Suiza), si bien el beneficiario real era el señor Correa, y así estaba
comunicado a la entidad bancaria ”.
Correa era “el único beneficiario
económico en dicha compañía y de la cuenta bancaria que se aperturaba a
tal fin”. Credit Suisse es el banco suizo que Bertossa investiga por si
las operaciones de los gestores Fasana y Canonica tienen algo que ver
con el rey emérito.
Según la declaración policial del propio Fasana, el motivo de
domiciliar esta compañía en Panamá es “porque una cuenta bancaria
abierta en Suiza, a nombre de un europeo, tiene retenciones sobre los
intereses de los bonos (un 20 por ciento), algo que no ocurre al estar
aperturada dicha cuenta a nombre de una compañía extracomunitaria”.
Fasana quiso hacer constar ante los investigadores de la UDEF que los
fondos que se traspasaron de la cuenta “del señor Correa en Mónaco”, a
la cuenta abierta en Ginebra, a nombre de Golden Chain, “se efectuó en
dos o tres veces”.
Y añadió que dicho traspaso “era en dinero y en
títulos (esencialmente obligaciones emitidos por entes públicos y
privados, en distintas monedas y países) que ya existían en dicha
cuenta, y siempre ordenados por el señor Correa directamente”.
La constitución de la compañía Golden Chain, en Panamá, se efectuó a
través de una empresa ubicada en Ginebra “dedicada a constituir
sociedades panameñas, ya que los gastos generados para su creación son
los más económicos”. Fasana reconoció ante la Policía que era el
director de la compañía Golden Chain, junto con otro director panameño,
por exigencias de la legislación de ese país, “del cual desconoce sus
datos”.
En la declaración policial hace constar además que también
estaba como secretario, en dicha compañía, su socio en Ginebra, Bertrand
Hagger, pero insiste en que Correa era el beneficiario “único” de la
compañía.
Fasana explicó a los agentes de la UDEF que la cuenta abierta en el
Credit Suisse (una de las que están siendo investigada por el fiscal
Bertossa por el caso de los supuestos testaferros del rey emérito) tenía
como beneficiario real o económico a Francisco Correa, “lo cual consta
en un documento denominado ‘Formulario A’, que exige la entidad bancaria
de acuerdo a la normativa suiza”.
El gestor helvético aseguró además
que la cuenta previamente existente “en la entidad financiera Merryl Linch,
en Ginebra (Suiza), del señor Correa, aparte de la existente en Mónaco,
disponía esencialmente de fondos de inversión, los cuales también
fueron traspasados, con el paso del tiempo y en distintos momentos, a la
nueva cuenta aperturada a nombre de Golden Chain”.
José Antequera
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