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Facha Que Veo Facha Que Fancameo.
Facha Que Veo Facha Que Fancameo.
Los fans surcoreanos del k-pop han enseñado a la izquierda internauta cómo se puede trolear y paralizar la estrategia en redes de la extrema derecha
(Boy With Luv) (feat. Halsey)' Official MV
Han tenido que llegar millennials y centennials a explicar a sus padres y hermanos mayores cómo utilizar las Redes: basta con replicar la estrategia del spam, saturar
los canales de comunicación que usa el adversario, llenándolos de
contenido vacío y absurdo.
Tan solo había que saber hacer más ruido que
los ‘Aristogatos’ con sus cacerolas virtuales.
La buena noticia es que el final del mundo nos cogerá al ritmo de los BTS.
Esta no la vieron venir ni en Years and years.
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El año 2020 parece cada vez más la season finale de la
Humanidad.
En cinco meses hemos tenido: amenaza de III Guerra Mundial,
falsa muerte de Kim Jong Un, una pandemia y un actor porno detenido
presuntamente por practicar un rito chamánico.
Vivimos giros
argumentales cada vez más locos y repentinos que han dejado cortas
incluso las predicciones de ‘Los Simpson’.
El último acontecimiento que
ha dejado boquiabiertos a los espectadores de ‘El Show de Truman season
2020’ ha sido la irrupción de fans de k-pop boicoteando y trolleando de
manera masiva, con una organización envidiable, a la policía de Dallas.
Por si a alguien le pilla por sorpresa: el pop coreano (k-pop) es un fenómeno musical a nivel mundial, con sus grupos de idols, canciones
completamente adictivas, coreografías perfectamente sincronizadas y una
industria que mueve unas cantidades inmensas de dinero. Y todo ello,
por supuesto, acompañado por un fenómeno fan masivo en todo el planeta.
Debido a las protestas callejeras iniciadas tras el asesinato de
George Floyd por la policía de Minnesota, la policía de Dallas anunció
una aplicación con la que cualquiera podía convertirse en chivato
subiendo videos de comportamientos ilegales durante las protestas para
ayudar a la policía a reconocer a los autores.
La sorpresa saltó cuando, unas pocas horas después de su lanzamiento,
la aplicación se vio saturada por miles de fancams (vídeos que duran de
quince segundos a unos minutos que se centran en un idol específico) y
memes, subidos por fans de k-pop que dejaron inútil iWatch Dallas.
El fandom del k-pop había dado una lección de la organización y el
uso de las redes sociales que lleva años entrenando en su campo de
batalla. Rápidamente, todos los hashtags de la extrema derecha y
el supremacismo blanco se llenaron, de nuevo, de fancams y memes,
dejándolos inútiles como vías de comunicación y retroalimentación del
mensaje ultraderechista.
Realmente impresionante, ¿pero de dónde sale esta organización digna
de una “mente colmena” de la ciencia ficción y que ha dejado por los
suelos las estrategias de redes sociales de las izquierdas posmodernas?
Esta capacidad no surge de repente, se lleva practicando dentro de
esta subcultura mucho tiempo.
El principal ejemplo es eso que quienes
seguimos a estos grupos llamamos “voting season”, el período en
el que se abren líneas para empezar a votar a tus artistas favoritos en
las numerosas entregas de premios k-pop que se celebran anualmente.
Los premios más conocidos son los MAMA (Mnet Asian Music Awards)
organizados por la empresa CJ E&M Entertainment, la más influyente
en los medios surcoreanos, y entregados por la cadena Mnet, que cuenta
con unos datos de audiencia y un número de programas que roza lo
monopolístico.
CJ E&M Entertainment facturó en los primeros seis
meses de 2019 más de 180 millones de euros.
En las votaciones, distintos factores determinan quién obtiene el
premio y en qué categoría.
No solo es una cuestión de enviar un SMS con
el nombre de tu fav, además se contabilizan las votaciones por las
páginas web de las empresas organizadoras, las ventas físicas y
digitales, el número de visualizaciones de videoclips, la cantidad de streamings
en plataformas de música, y una pizca de partidismo como guinda.
Los
fans rivales crean distintas redes para inundar todos los medios de
votación y garantizar el éxito de sus artistas favoritos.
Para garantizar el máximo respaldo a sus artistas favoritos, los fans
crean tutoriales que enseñan la manera más eficiente de apoyar mediante
votaciones y streamings de canciones, sin que el algoritmo te
detecte como spam. Otro ejemplo del uso de redes de forma colectiva,
bastante similar al de colapsar los tuits de la extrema derecha, es el
fenómeno de “limpiar las búsquedas”.
Esto se organiza cuando un idol se ve envuelto en algún
escándalo público, y se llenan las redes de comentarios negativos hacia
esa persona.
En ese momento, los fans del idol se movilizan para mencionar de forma masiva su nombre acompañado de halagos, fancams
y comentarios positivos, de manera que las búsquedas en Twitter o
Instagram pasen de mostrar odio hacia esa persona a todo lo contrario.
Esto es tan habitual que, si estás al día con las “limpiezas de
búsqueda” y votaciones, colapsar una app de la policía resulta pan
comido.
Pero la acción organizada del k-pop también es capaz de traspasar las redes sociales y saltar a la realidad.
En 2007, las fans de Super Junior, uno de los grupos más veteranos de
la empresa SM Entertainment (una más del grupo conocido como ‘The Big
3’) estaban muy descontentas por la decisión de la compañía de añadir
otro miembro al grupo.
No se sabe si por cambiar el número de miembros
original o por que el idol en cuestión era chino (la discriminación hacia los idols
chinos practicada en estas empresas coreana es sistemática).
Fuera cual
fuese el motivo, se pusieron manos a la obra para mostrar su
descontento. Primero hubo manifestaciones, y cuando consideraron que por
esos medios no conseguirían su objetivo, dieron un paso más: comprar
acciones de la empresa.
En total fueron capaces de adquirir el 1% de una
de las más grandes productoras de la música coreana, con lo que
obtuvieron un poder de decisión real sobre quién entraba en el grupo.
La extrema derecha se mueve como pez en el agua en las redes
sociales; hacen un uso portentoso de estas para distribuir su mensaje,
amplificarlo y crear ruido que impide distinguir la información veraz de
las fake news.
No son pocos los investigadores y analistas
políticos que han sudado tinta intentando comprender y explicar la
lógica en redes sociales de la extrema derecha y cómo combatirla.
Los fans surcoreanos del k-pop han enseñado a la izquierda internauta cómo se puede trolear y
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