'Los nuestros'
En solidaridad con Juanjo Basterra
“En el tiempo real, en la historia, cada vez que un ser se
enfrenta con diversas alternativas opta por una y pierde las otras”
(Jorge Luis Borges)
La Izquierda Abertzale Oficial (IAO), con su giro de estrategia, optó
por una vía que cada día es más nítida, y no solamente se alejó de la
lucha social y de clase, sino que está a la caza de quienes no
claudicamos en el logro de la Independencia y el Socioecofeminismo, no
felicitamos a Trump, no sostenemos en el gobierno al partido que creó a
los GAL e impuso el relato de Garzón sobre toda disidencia.
Tratan de silenciar y apartar todo el que no haya girado con ellos, y
lo hacen así para no verse fotografiados en su distanciamiento con los
valores revolucionarios que han sustentado la resistencia de este
pueblo en las últimas cuatro décadas del S. XX.
Decisión tras decisión la IAO ha optado por el camino fácil, el mismo
que transita el PNV, contar votos y decir “los votos me avalan, el
tiempo de las utopías por la verdadera justicia social no son de este
nuevo siglo”. Han entrado en “la gestión”
quieren gestionar lo público, no transformar, no revolucionar. Gestionar trasladando los asientos de padres a hijos, lo vemos en todas sus estructuras, partido, sindicato, periódico, fundaciones, la familia es lo primero, y en esas estructuras podemos rastrear las sagas familiares.
Por esto somos tan molestos los que seguimos obstinados en cambiar de
raíz esta estructura patriarcal-capitalista. El capitalismo es el
diseño del patriarcado frente al comunalismo de las matrias.
No nos
podemos autoproclamar feministas sin ir contra la raíz del capital.
He
vivido en mi propio ser la acusación infame y falsa a la que me ha
sometido el feminismo de la IAO, apoyado por todas sus estructuras, para
apartarme de ser portavoz de la verdadera y única alternativa que es el
socioecofeminismo, un feminismo radicalmente anticapitalista y
enraizado en Amalurra, en la matria.
He visto en este tiempo mucha gente luchadora histórica difamada,
apartada, silenciada, no por el enemigo político histórico, sino por las
personas que consideraba las “suyas”.
El método utilizado por la IAO no
es nuevo, en el libro “Los Nuestros” (1937), la considerada mejor
periodista roja de la historia, Elizabeth K. Poretsky, describe con todo
detalle la persecución que sufrió una generación de revolucionarios
abnegados y entregados en cuerpo y alma a la causa del socialismo.
No lo
hacían por dinero, ni por prestigio ni por la gloria; entendieron el
momento histórico y respondieron a él con su militancia extremadamente
difícil, que exigía el paso a la clandestinidad y la ruptura de vínculos
con viejos camaradas, amigos y familiares, como parte de un sólido
compromiso con los oprimidos.
Y la persecución se realizó por orden y
ejecución de sus “antiguos camaradas”
El libro “Los Nuestros” narra toda la persecución e incluso muerte
que sufren estos luchadores que siguieron con su ideal socialista. Es un
veredicto inapelable contra el “cambio de rumbo y estrategia” de Stalin
que aniquiló la Revolución de Octubre y la Internacional Comunista.
Los estrategas de la IAO ya no necesitan conocer los clásicos que nos
señalaba Argala, les basta con poner en práctica toda la estrategia de
aniquilación personal que relata “los Nuestros”. Juanjo Basterra es su
última victima, por ahora.
Conocí a Juanjo Basterra a finales de los años ochenta. Como miembro
del Área Nacional de Socioeconomía de Herri Batasuna (fui parte del
grupo promotor de esta área creada en 1988), fui responsable en la Mesa
de Herrialde de Araba de dicho Área (nunca fui liberada y realizaba
estas funciones después de cumplir mi jornada laboral de ocho horas en
el Gobierno Vasco), y desde esta militancia viví la Segunda Reconversión
Industrial impuesta por la UE y acatada por los gobernantes vascos
(1992).
Esta reconversión golpeó fulminantemente el eskualde de Aiara,
en Amurrio y sobre todo en Laudio el movimiento obrero dejó grabado para
la historia y aprendizaje de la generación actual una lucha compacta,
barricadas, fuego, lucha cuerpo a cuerpo contra los cuerpos de represión
que protegían al capital y a sus élites gestoras.
Y en esta larga agonía obrera de Aiara nació, creció y se consolido
mi amistad con Juanjo Basterra, implicado en todo su ser en esta lucha
como vecino de Laudio, como periodista, como hijo y amigo de obreros,
como militante revolucionario.
De él fue la idea de los
“cafés-tertulias” de formación y debate, con el formato de una gran mesa
en la que me invitaba a exponer que otro modelo económico era posible
frente a los dictados de la Europa de los mercaderes. Juntos recorrimos
Aiara con el formato, que el trabajaba con esmero previamente.
Fui testigo de cómo se consolidaba su pasión por la economía, buscaba
las fuentes originarias para elaborar él mismo la explicación del dato,
no los tomaba y replicaba sin más de los canales de información
económica previamente elaborados por el poder.
EGIN creció como elemento de información y formación (siguiendo la
misma máxima que seguía el equipo de Investigación de Pepe Rei, y el
propio Juanjo:informar para formar, formar para transformar).
Un medio
así no podía ser tolerado por el poder y EGIN fue cerrado y encarcelado
su Consejo de Dirección.
Juanjo Basterra se quedó en la calle, sin paro, sin indemnizaciones,
sin nada. En aquel momento tenía un hijo de cortísima edad y no había
otros ingresos en su hogar, pudo buscar alternativas, pero su militancia
era firme.
La mañana siguiente de su cierre, los trabajadores y
trabajadoras de EGIN sacaron una nueva publicación diaria, “Euskadi
Información” como forma de cubrir el vacío
comunicativo causado, con Juanjo Basterra cubriendo economía, y todo esto sin cobrar nada, como forma de lucha y resistencia periodística.
comunicativo causado, con Juanjo Basterra cubriendo economía, y todo esto sin cobrar nada, como forma de lucha y resistencia periodística.
Al mismo tiempo, miles de militantes abertzales hicimos posible la
iniciativa Egingo dugu de la que surgió la Fundación Baietz para
recaudar los fondos para crear un nuevo periódico.
Queríamos un nuevo
EGIN y eso pensábamos que sería GARA cuando comprábamos sus acciones
(100.000 pesetas por acción, poseo una) pero no sabíamos que GARA era un
transgénico y como todo transgénico se muestra estéril en su madurez.
Juanjo se entregó a GARA con pasión renovada, sus trabajos de
economía son joyas de hemeroteca, trabajaba los temas no como simple
periodista sino en profundidad de economista. Sus largos meses de
extrema precariedad económica lo hicieron muy empático con la pobreza y
la exclusión social, con el paro, con las necesidades socioeconómicas en
general.
Él no se contentaba con retratar la pobreza en Euskal Herria
sino que buscaba las causas, las exponía y denunciaba a sus causantes,
esto es un periodismo de clase, de formación para la lucha y
transformación social y esto molestaba a la IAO, que buscaba el
acomodamiento en la gestión de lo público. Juanjo fue apartado de la
sección de economía y pasado a Agenda.
La economía en GARA se ha ido
quedando relegada a dos míseras páginas del periódico, con descripciones
de informaciones de datos oficiales, la mayoría de las veces
distribuidos por Agencias de Prensa como EFE.
Y por supuesto como mínimo
un cuarto de este espacio dedicado diariamente a las cotizaciones de
Bolsa y valores cotizados, como si todos fuésemos capitalistas y esa sea
la información diaria imprescindible.
Ante este cambio Juanjo Basterra siguió trabajando la información
económica en medios digitales como “El periodista Canalla” del que era
colaborador.
Juanjo ha seguido cubriendo de forma militante cualquier
conferencia económica crítica, cualquier acto de los grupos sociales que
trabajan por visibilizar la pobreza y la exclusión, por lo que no
bastaba dejarlo oculto en el apartado Agenda, había que despedirlo, y no
en cualquier momento, sino en el que aprovechando la pandemia de
COVI-19, alude “causas económicas”, para hacer “procedente” el despido y
ahorrarse parte de la indemnización.
Por supuesto que Juanjo no ha
aceptado los motivos alegados por GARA para despedirlo. Y todo esto con
el silencio cómplice de LAB.
A partir de aquí ni LAB, ni GARA, están éticamente legitimados para
criticar a la avalancha de empresas que utilizando este mismo motivo de
“causas económicas COVI-19” van a sembrar de paradas y parados Euskal
Herria. Y si Sortu-Bildu guarda silencio cómplice ante esto tampoco
podrá criticar el camino en el que masivamente va a entrar el duro
capitalismo vasco, cuando “su periódico” se ha adelantado en la práctica
del método
Juanjo, fuerza y ánimo ante esta represión. El libro “Los Nuestros”
muestra claramente como la represión ejercida por nuestros antiguos
compañeros, contra todos aquellos que no se someten a la dejación de la
lucha, solamente la sufren los no doblegados.
Ellos, el entramado de la
IAO, con sus acciones van esclareciendo quien es quien en este baile de
máscaras que iniciaron con el comienzo del S. XXI.
Solo me queda pedir DIGNIDAD a los “inversores” de GARA. Unirnos
todos los que tenemos acciones de GARA y en voz baja, y somos ya legión,
afirmamos que nos robaron GARA, y con él el sueño de un periódico de
izquierdas transformador. Unirnos y pedir una asamblea presencial de
accionistas donde cada acción valga un voto.
Nos enseñaban que hay tres tipos de pecado: de palabra, obra y
omisión. Pienso que el peor en nuestros tiempos es el de Omisión, el de
dejar de actuar ante el pecado de obra de tanto gestor al servicio del
poder.
Nekane Jurado Economista


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