Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


sábado, 18 de diciembre de 2021

Encaprichóse el tal señor de tan esbeltas y bien torneadas extremidades ¡Era Bárbara!


 ¡Era Bárbara!  

Allá por los tiempos del señor en los que se ponían telex y no existían los Smartphone, tiempos oscuros en los que sólo se veían dos cadenas de la tele, la pantalla era frecuentada por una señora rubiamente explosiva o explosivamente rubia (a saber) con enorme desparpajo y unas piernas tan largas que para hacerle un plano de cuerpo entero la cámara se tenía que hacer un zoom a la inversa. 

 Y en un coqueto palacio moraba por entonces un rey al que cuando no estaba contando divisas con su máquina complacía ver a las vedettes cachondas mientras su virtuosa señora hacía punto de canalé con el morro torcido y farfullando oraciones cristiano ortodoxas.

  Encaprichóse el tal señor de tan esbeltas y bien torneadas (así hablaban los tipos cultos por entonces) extremidades mientras imaginaba lo que se ocultaba en el punto en el que ambas se unían y que eyaculaban en la mente del obseso un chorro de orgullo y sobre todo de satisfacción.

 Mandó el hiperactivo monarca -sexualmente hablando- que su lacayo de confianza, al que había cortado la lengua y era analfabeto para evitar tentaciones de largar cosas de palacio, que hiciera llegar una carta suya perfumada con Chivas 25 a la moza concertando una reunión para hacer guarreridas españolas en su finstro vaginal, y en su propia casa pues, en palacio, por entonces, no se atrevía. 

Noooooooorr!!! 

 Aceptó de buen grado la piernilarga y comenzó un idilio que duró una larga temporada. 

Viendo la vedette que el entonces rey unicejo perdía la noción de todo el entorno cuando chingaba puso cámaras grabando sus reales y bárbaros intercambios de flujos vitales. 

Transcurrido el tiempo y cuando el juguete ya no atraía al caprichoso soberano, mandóla a tomar vientos y le pidió que le devolviera un Omega que le había regalado.  

Despechada, cabreada y arruinada, se prestó a contar su secreto a la televisión pero hábilmente suspendieron cualquier veleidad al respecto y el Servicio de Inteligencia Artificial, o sea la SIA, comandado por Mortadelo y Filemón entró en casa de la bárbara moza y llevóse las cintas de vídeo VHS que así de cutres éramos todavía. 

Y a fin de asegurarse su silencio, en lugar de tirarle por el balcón como en las pelis (y en la realidad a veces), le dieron una asignación de por vida a cuenta de los impuestos de los probos ciudadanos, no de los dineros del pérfido viejo verde y también le concedieron varios programas de la tele, pero el rey ya no le veía porque estaba a otras piernas. 

 Esta malévola historia inventada por rojos, nacionalistas y otros enemigos de la jodienda hispánica quiso muchos años después someterla a investigación en el Senado un partido chiquitín pero, el corrupto PP y el monárquico PSOE corrieron a meter todo debajo de la alfombra. 

Esa alfombra que tapa tantas miserias pero que, por una más, piensan que no pasa nada. 

Y azulín azulado, el Estado ha quedado una vez más retratado. 

Otro día más… 

Y esto no para, oiga!!!  Y, ahora hablando en serio, ¿Cuánto cuesta al Erario público la ex del difunto domador de tigres dopados? 

¿Nadie puede decir a sus ciudadanas y ciudadanos cuánto cobra esta señora y por qué? 

Pues si nadie quiere explicar cuánto exprime de los dineros de la Ciudadanía esta doña, al menos, que nos digan si le retienen el IRPF.

 ¡Qué menos! ¿No tenemos ni derecho a saberlo? 

 ¿Hasta cuándo vamos que aguantar toda esta mierda de un pichaloca auto-exilao que sigue viviendo a la chepa de nuestra pasta?

 No sé por qué me da que el heredero de Franco debió equivocar eso de «la pólvora del rey» con «los polvos del rey«. 

Total… la plebe sigue pagando. 

Pero no han debido reparar en un «pequeño detalle»: La gente ya no va a pasar ni una más. 

Esto lo sabe perfectamente Zarzuela y, por ello, quieren hacer de Campechano una suerte de apestado en el exilio (que es dónde suelen acabar los Borbones). 

 A ver si le echan un par de huevos con chorizo y le traen para que genuflexionen a un quinqui, que, como tal, se ha reconocido ese pollo que regulariza con dinero su delito fiscal, luego se hace reo. 

Pero mucho me temo que, como buen franquista, se va a ir de rositas.

 

  https://blogs.deia.eus/rincondelproteston

 


 

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