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sábado, 12 de marzo de 2022

El emérito fugado anuncia a Felpudo Sexto que se quedará a vivir en Abu Dabi,


 Sigue oliendo a arqueta en palacio 

El emérito fugado anuncia a Felpudo Sexto que se quedará a vivir en Abu Dabi, pero volverá a España «con frecuencia, aunque de forma no inmediata«. 

La decisión del emérito que ha sido comunicada por Zarzuela llega una semana después del incomprensible y muy difícil de explicar archivo por parte de la Fiscalía del Supremo de las investigaciones abiertas contra él.

 Es una auténtica vergüenza las irregularidades cometidas por Juan Carlos Borbón y, si cabe, es más vergonzoso que se niegue sistemáticamente a aclarar sus finanzas, aunque, si por otra parte, se siente protegido y blindado para no hacerlo, pues llámame perro y échame pan. 

Después de que la casa real hiciera pública una carta enviada por el rey emérito en la que «lamenta los acontecimientos pasados» y manifiesta «su voluntad de regresar al Estado español desde Abu Dabi con frecuencia«, sigue oliendo a arqueta que echa para atrás.

 Y es que lo preocupante es que hay muchísimas cosas sin aclarar; algunas que han quedado ya probadas, como el haber aprovechado, desde una institución como la Jefatura de Estado, esa plataforma para beneficiarse personalmente. 

Y esa tecla se sigue sin pulsar que no es otra más que de limitar la inviolabilidad del rey, recogida en la obsoleta y tardo-franquista Constitución Española.

 Que al Jefe de Estado no se le pueda juzgar por absolutamente nada es una absoluta anomalía con respecto a lo que es un Estado que se dice democrático sin necesidad de tener que precisarlo en la Constitución.

 Parece mentira, pero si hay que hacerlo, que sea cuanto antes viendo todo este cúmulo de chanchullos y negocietes. 

Y es que está más que claro cómo se produjo la sucesión: a todo correr, de un día para otro y sin explicaciones.

 Pero claro, hemos visto tantas cosas… 

Lo que eran rumores no eran solo eso, sino datos.

 Como Estado, como país, se trata de un auténtico escándalo.

 En principio, la idea del emérito heredero de Franco era ir temporalmente a España y no de vez en cuando, como ha anunciado Zarzuela. 

Además, Juan Carlos se quedaría en casas de amigos en sus visitas a España y solo podrá acudir a Zarzuela para visitar a sus familiares, pero no podrá pernoctar en el palacio. 

Esta decisión que se ha tomado entre Juan Carlos, su hijo y el abogado del primero, ha contemplado esta solución después de que la Fiscalía archivara las causas contra el Borbón, no porque no hubiera delito, sino por prescripción o por la figura de inviolabilidad. 

Asimismo, en el comunicado hay una repetida intención de perdón por parte del emérito por comportamientos «impropios«.

 «Soy consciente de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada y que lamento sinceramente«, aunque no de la manera explícita que lo hizo en 2012 cuando pronunció su célebre: «Lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir«.

 Digamos que es una versión 4.0 de aquél falso arrepentimiento pero, para que no lo tenga que traducir, ni nadie digo que me invento nada, la carta-farsa dice literalmente así: «5-III-2022. 

Majestad, querido hijo: En agosto de 2020, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a España y a todos los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comuniqué mi decisión de trasladarme fuera de España, para facilitar el ejercicio de tus funciones. 

Desde entonces, he residido en Abu Dabi, lugar al que he adaptado mi forma de vida y al cual agradezco enormemente su magnífica hospitalidad. 

Conocidos los Decretos de la Fiscalía General del Estado, por los que se archivan las investigaciones de las que he sido objeto, me parece oportuno considerar mi regreso a España, aunque no de forma inmediata. 

Prefiero, en este momento, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida.

 Aunque, como es natural, volveré con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos. 

Me gustaría así culminar esta etapa de mi vida desde la serenidad y la perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido.

 


 Como bien sabes, en 2019 te comuniqué mi voluntad de retirarme de la vida pública, y así lo seguiré haciendo. 

En este sentido, tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España, es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible.

 Soy consciente de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada y que lamento sinceramente, como también siento un legítimo orgullo por mi contribución a la convivencia democrática y a las libertades en España, fruto del esfuerzo y sacrificio colectivo de todos los españoles. 

Siempre que te parezca bien, es mi deseo que hagas pública esta carta, para conocimiento de todos los españoles y en la fecha que estimes oportuna. 

Con mi lealtad, cariño y el orgullo inmenso que siento por ti.

 Tu padre, el Rey«. 

Lo dicho, hedor a cloaca por los cuatro costados con un cutre intento de perfumarlo.

 O sea, como diría Luis Piedrahita, 

¿Cómo llamarías al ambientador que echas a algo que huele mal y el resultado es que huele peor? 

Ambienteedor.

 Pues eso.

 

https://blogs.deia.eus/rincondelproteston/  

 


 



 

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