martes, 26 de abril de 2016

Rueda de Prensa tras la reunión con el Rey *No se lo cree ni él. El mitin del ‘humilde’ Pedro Sánchez

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Pedro Sánchez en Rueda de Prensa tras la reunión con el Rey

Vaya mitin ridículo se ha marcado Pedrito el de Rivera, el del POSE o la pose, en una rueda de prensa que se suponía servía para comentar su encuentro con el jefe del Estado. En toda mi vida, y mira que he asistido a paripés políticos deplorables, había visto semejante ejercicio de cinismo. ¿De verdad no se da cuenta de lo patético que resulta?

De los veintiún minutos que ha dedicado este chico a leer el ‘espontáneo’ mamotreto que el servicio de mercadotecnia del POSE le ha endosado, al pobre Borbón, que era el protagonista, no le han correspondido ni treinta segundos. Aunque eso sí, lo poco que le ha tocado ha sido lo suficientemente empalagoso y sumiso como para que Felipe se dé por satisfecho. El resto del espacio de la inacabable comparecencia lo ha dedicado, infructuosamente, a intentar tapar las vergüenzas de su partido cargando toda la responsabilidad de la falta de acuerdo en Podemos.

Ni una sola autocrítica aunque fuera por disimular. Y ya en el colmo de la desfachatez argumental hasta se ha permitido esta licencia en el turno de ruegos y preguntas: “Pablo Iglesias no ha aceptado la oferta que ‘humildemente’ le he hecho para que yo fuera presidente del Gobierno”. Y es que el muy humilde Pedro (ha señalado su humildad incansablemente) cuando no atiende al guión se precipita (a enseñar el plumero).

Hasta aburre recordar que la última, y en mi opinión poco pertinente oferta, se la han hecho desde Compromís a él esta mañana. Y que es él el que no la ha aceptado, como en cada ocasión, aunque en esta ya no había ningún punto que pudiera arañar esa nueva y fina piel pesoeísta que se ha tatuado lo de ‘una, grande y libre’, como antaño hicieran otros. Incluso se ha destacado por parte de Joan Baldoví (Compromís) que no hacía falta llegar a ningún compromiso o acuerdo con los partidos independentistas: quedaba en su mano (en las de ERC, DiL y otros) apoyar o no apoyar la investidura de ese Gobierno progresista propuesto o arriesgarse al posible futuro Gobierno de PP-C’s (o POSE-C’s).

Por tanto, aunque Pedro siga haciendo cuentas con C’s para justificarse de forma infantil, y una vez ha quedado suficientemente claro que los de Rivera ya no eran necesarios para nada, el argumento del POSE para no aceptar el acuerdo ha sido su rechazo a incorporar en ese Gobierno al resto de las fuerzas de izquierdas. A esas fuerzas que lo podían hacer presidente de inmediato, pero con las que en realidad no tiene nada en común, excepto el escaparate. ¿Queda claro?

No hay nada que hacer, y no es una cuestión de quién esté al frente del partido que suplanta al del viejo Iglesias. El POSE se debe al poder financiero, como C’s y el PP, pero como partido del régimen tiene la obligación de mantener la ilusión de parecer una cosa y ser otra, y todo para impedir que el voto progresista y de izquierdas se concentre lo suficiente en Podemos-IU-confluencias como para posibilitar que gobiernen.

Al hilo de esta cuestión se presenta interesante la proyección electoral y sociológica que estarán haciendo en estos momentos en Ferraz o en la sede del IBEX35. ¿Qué suma más?, ¿que el POSE y C’s se presenten por separado a las elecciones con un programa en común que ya es un hecho, o que lo hagan en coalición? Y es interesante porque no es una estimación sencilla con tantísimas variables en juego. Pero tengamos claro que harán lo que sobre el papel impida por activa o por pasiva facilitar un Gobierno de izquierdas, o tener que enseñar todavía más el plumero llegado el caso de una disyuntiva inevitable. Tiempo al tiempo.

Todo dependerá de los votantes. O se vota a los mamporreros del poder económico (PPSOEC’s), corruptos y manipuladores con denominación de origen y sello de garantía, o se opta por los que de momento no han tenido ocasión de demostrar si pueden hacerlo mejor que los de siempre. Algo que no parece demasiado difícil en el país que lidera la práctica totalidad de los peores indicadores socioeconómicos (pobreza, desigualdad, paro, protección, etc.) de toda la UE y la OCDE, a pesar de ser una de las principales economías mundiales.

Pronto lo veremos, porque de no haber una amarga sorpresa mañana, en cinco días se convocarán nuevas elecciones, y el 26 de junio los resultados.