Hace unos meses, una Ministra italiana anunció duros recortes sociales entre lágrimas. Lágrimas que eran, por supuesto, de cocodrilo, porque si de verdad sentía el varapalo que iba a darle a sus conciudadanos, se podía haber marchado antes. Pero nuestros "salvapatrias" particulares, ese gobierno que se ha aupado gracias a los errores del anterior, a la crisis mundial provocada igualmente por una estafa mundial, y al voto del 28% del total de la población, favorecidos por una Ley Electoral injusta y por un sector de la ciudadanía que les confió salir de esta, han decidido, desde el minuto 1, plegarse al discurso del Déficit, ceder la soberanía nacional a la Unión Europea, y poner por delante la mal llamada Marca "España" a las necesidades de sus ciudadanos y de otros que, no siéndolo, dependen directamente de ella.
Tras las mentiras, tras las subidas de impuestos, tras el infame retraso en la presentación de los Presupuestos, aparecen el día 30 de marzo, como quien se cree dueño de la historia, para convertirse en la pira funeraria de nuevas medidas sociales, para hacer retroceder las conquistas sociales de los trabajadores por "nuestro bien". Un nuevo despotismo ilustrado.
Uno no acierta a comprender qué le ha ocurrido a este país, que en 35 años ha pasado de una Ley de Amnistía a otra de Amnistía Fiscal, o lo que es lo mismo, a asumir que para que aparezca un 10% del Botín robado en los últimos años, se perdone a los delincuentes de cuello blanco el otro 90 %. 2.500 millones de Euros aparecerán, dicen. Pero eso significa que 22.500 millones de Euros que eran de todos se han borrado, han desaparecido. Esas fortunas creadas a nuestra costa no se van a recuperar. Pero, con todo, lo peor es que estos que llaman "antipatriotas" a todo el que no comulga con sus ideas, venden el Estado literalmente a los estafadores, legalizando esa práctica y ahorrándose numerosos casos de corrupción futuros. Tierra quemada. De un lado, los derechos mermados, los desahuciados, los parados. Del otro, las fortunas construidas sobre nuestros impuestos.
Pero las consecuencias son mucho más brutales. No es cuestión de una subida de la luz o del gas. Hay gente que muere por esto más allá de nuestras fronteras. España, una "marca" que mostraba cierta solidaridad con los más necesitados del mundo, que además no lo son porque sí, sino por razones concretas y relacionadas con lo mismo que originó esta crisis y el modelo económico imperante, para máquinas, dejar de ayudar, renuncia a seguir ofreciendo su ayuda a centenares de miles de familias que subsisten gracias al trabajo de Organizaciones No Gubernamentales, de valientes cooperantes, cuyos programas quedan heridos de muerte con estos presupuestos.
"Es un golpe mortal y ciego el que nos han dado" ha dicho la presidenta de la Coordinadora de ONG de Desarrollo de España (CONGDE), Mercedes Ruiz-Gimenez. ¿Hablábamos del 10%? ¿Del 15%?. No. Estos valientes "salvapatrias" han reducido el 47% de la Ayuda Oficial al Desarrollo. La mitad del presupuesto, el fin para numerosos proyectos en marcha, la vuelta atrás a una situación de esperanza para muchos y, lo que es peor, poner en grave riesgo numerosas vidas que dependían directamente de esos programas que financiaba el Estado español.
Defienden la marca "España", dicen. Sus ciudadanos no son latas de coca-cola, ni productos de limpieza. El prestigio es una mierda, un engañabobos si por alcanzarlo se pone en peligro la solidaridad social. La miseria moral de este gobierno no tiene precedentes. Y salen sonriendo, a contar cómo matarán, además, los sueños de muchos pueblos del Tercer Mundo.
Como decía Baudeleire, "No busquen en sus corazones, se los han comido las bestias".
Y ya sabemos quiénes son esas bestias. Esas que quedan absueltas con la Amnistía
La Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) celebra algunas de las medidas de reforma del impuesto de Sociedades,...
MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) celebra algunas de las medidas de reforma del impuesto de Sociedades, pero "rechaza totalmente" la creación de un "gravamen especial" del capital que retorne a España de un 10% y del 8% en caso de dividendos de sociedades en paraísos fiscales.
En un comunicado, los inspectores aseguran que de esta forma se crea una amnistía fiscal, ya que cualquier defraudador queda exonerado de cualquier penalización o sanción. A su parecer, esta medida es "muy injusta" y va contra el artículo 31 de la Constitución."Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio", señala dicho artículo.
Además, los inspectores recuerdan que el PP consideraba "impresentable, injusta y antisocial" esta medida y consideran paradójico que se suban los impuestos a los que pagan y se les perdonen a los que no cumplen. "Esta medida dificultará enormemente la lucha contra el fraude fiscal e incluso el trabajo ordinario de la Agencia Tributaria", afirman.
Además, creen que puede provocar un "derrumbe" de la conciencia fiscal de los contribuyentes honestos y de la recaudación en periodo voluntario, lo que además provocaría efectos "muy perjudiciales" en la economía española.
Sin embargo, consideran que la reforma de Sociedades es "conveniente y necesaria" para la economía y para repartir las cargas de la crisis de forma más equitativa. Afirman que las medidas son "positivas", aunque no "suficientes" para solucionar todos los problemas del impuesto, por lo que creen que en el futuro habrá que plantearse una reforma global del mismo.
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