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martes, 29 de mayo de 2012

¿A qué sabe la carne de elefante?

Como cualquier persona que de pequeño viera algún episodio de "Los Picapiedra", sabe que la comida preferida del hombre prehistórico eran las costillas de brontosaurio.


Pedro Picapiedra pide un pequeño aperitivo para llevar en el troncomóvil.
Las pinturas rupestres parecen apoyar esta teoría, aunque sigue siendo un tema de enorme polémica en revistas arqueológicas como los hombres del paleolítico preparaban las costillas (adobadas con patatas al estilo abulense o con salsa barbacoa).


Ummm costillas, placer paleolítico.
De hecho, las evidencias arqueológicas sugieren que los primeros cazadores encontraron el camino hacia el llamado nuevo mundo persiguiendo manadas de mamuts.

Muslo de Velociraptor a 7,29 € el kilogramo.
Incluso los madrileños de hace 80.000 años ya comían carne de elefante. En la prehistoria, cazar un animal para alimentarse implicaba un riesgo y un gasto energético muy grande. Por eso, cuando los habitantes del Paleolítico medio (hace entre 127.000 y 40.000 años) tenían un elefante en la despensa, chupaban hasta los huesos.

Entonces, ¿cómo la vaca se convierte en la proteína de consumo de masas, mientras que el elefante, sobrino-nieto del pesado mamut, ahora sólo nos lo comemos en forma de galleta?. La respuesta larga incluye: tabúes sociales, infraestructuras, animal en peligro de extinción, dificultades de manejo, etc. La respuesta corta, sin embargo, es simple: el elefante tiene la fuerza de un centenar de Danny Trejos.


Reportaje fotográfico de David Chancellor
En la actualidad incluso se ha propuesto que la carne de elefante sirva para alimentar presos en Zimbabue. Y es que en esta zona de África es tal la hambruna que un elefante es considerado un 'tesoro alimenticio' que no se puede desperdiciar.


Un elefante de 70 años muerto de manera natural es encontrado por un agricultor que paseaba en bicicleta por el Parque Nacional de Gonarezhou. En unos minutos cientos de personas se acercan y en menos de dos horas, el elefante de 4 metros de altura y 6 toneladas de peso es reducido a huesos. Durante dos noches hubo celebraciones en los pueblos cercanos.
Para saber a que sabe la carne de elefante también podemos recurrir a aquellos aventureros que nos dejaron el relato de sus increíbles viajes por el continente africano.

Uno de los primeros textos que describe el sabor de un paquidermo es del año 1456, escrito por el explorador veneciano Alvise Cadamosto. Navegante que cuando remontaba el río Gambia le sirvieron un plato de elefante de dos maneras diferentes, asado y cocido. Él escribió: "pero me pareció duro y de un gusto desagradable." A pesar de su tibia reacción Cadamosto regresó a Portugal con un recuerdo, una oreja de elefante en sal para su patrón, el príncipe Enrique el Navegante.

En 1790 a François Levaillant explorador y ornitólogo frances, le sirvieron el pie de un elefante para el desayuno durante su visita a una tribu en el interior de África. Una receta que tan peculiar gourmet describió en su diario:
"... desprendía un olor tan sabroso, que pronto lo probé y me pareció que era delicioso. Yo no podía concebir que tan basto y pesado animal como el elefante, tuviera un sabor tan delicado. Nunca, nuestros modernos sibaritas han tenido en sus mesas tan excelente plato como tengo ahora delante de mí."
En 1859, Paul du Chaillu, el primer occidental en confirmar la existencia de gorilas y pigmeos, disfrutó de una gran fiesta en el África ecuatorial. Fiesta que incluía todo tipo de fauna salvaje: cocodrilos con limón y pimienta de cayena, mono, lengua de búfalo salvaje, nutria, antílope, gacela, manatí, tortugas de agua, gorila hervido con plátanos. Y elefante que él describió en su cuaderno de viaje de 1869:
"Los tambores están siendo golpeados furiosamente una y otra vez. Veinte de las esposas del rey han salido, cada una de ellas lleva un plato que depositan sobre las esteras. Luego Obindji ... prueba de cada plato para mostrarnos que la comida no esta envenenada, porque tal es la costumbre del país.
... Había una gran olla que contenía un enorme pedazo de un elefante que había estado cocinándose desde el día anterior, para que la carne estuviera perfecta. Otro de los platos era la pata cocida y ahumada de un elefante, que había sido especialmente cocinada para mí, ya que es considerada por muchos como la mejor parte.
La gente a nuestro alrededor estaba comiendo. El primer bocado que he puesto en mi boca causo alegría y gran alboroto. ¡El ntanga está comiendo! ¡El ntanga está comiendo el elefante! ... Era un pedazo de carne bastante duro, se lo aseguro, muy correoso, de mal gusto y bastante seco."
El famoso explorador David Livingstone, sí el de la famosa frase "Doctor Livingstone, supongo " relata en sus aventuras en la zona occidental de Mozambique, entre otras odiseas, como él y su equipo disfrutaron de  de una sopa de pata de de elefante.

Pero sin duda el mas raro ejemplo de consumo de carne de elefante africano fue durante la Guerra franco-prusiana. París permanecía sitiado en el largo invierno de 1870 por lo que la comida escaseaba. Varios animales exóticos habían desaparecido misteriosamente del zoológico para aparecer en las carnicerías locales. Edmond Goncourt escritor (del Premio Goncourt) registró la surrealista y post-apocalíptica escena en su diario:
"31 de diciembre, acabo de estar con Roos el carnicero inglés del Boulevard Haussmann. En la pared colgado en el sitio de honor, estaba la trompa de Pollux, el joven elefante del Jardín de Aclimatación, rodeado por una extraña colección de pezuñas y cuernos, uno de los chicos estaba ofreciendo a un cliente unos riñones de camello. Mientras tanto, el propio Roos, rodeado por unas mujeres decía: Sí, a cuarenta francos la libra de filete y el hombro ... Yo contaba con 3000 libras de Pollux , pero sólo tengo 2000. ¿El precio de las patas? Veinte francos. Permítanme que les recomiende mi morcilla. Sin duda  sabrán que los elefantes tienen la sangre excepcionalmente buena. Su corazón pesaba 25 libras. Mi morcilla tiene un toque de cebolla."

Nota: Esta entrada no quiere difundir el consumo de carne de elefante, ni cacerías reales o irreales, es mas, las desapruebo totalmente. Durante la elaboracion de esta entrada ningún animal ha sufrido daño alguno. Si alguien se ha sentido ofendido, lo siento mucho me he equivocado y no volverá a ocurrir.

 Fuentes: What Does Elephant Taste Like?

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