Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina y yerno del Rey de España, ha querido pasar desapercibido, ser visto como un ciudadano común, incluso antes de que los jueces se fijaran en él y se montara el follón mediático sobre sus astucias empresariales. El duque de Palma ha sido también Mr. Liebaert. Así ha sido identificado en billetes de avión, reservas de hotel y restaurantes cuando le ha tocado viajar por Sudamérica como consejero de Telefónica, aunque ese puesto, especie de boleto de lotería, le haya ‘caído del cielo’ precisamente por ser quien es.
La asistente personal de Iñaki Urdangarin, Julita Cuquerella
La singularidad de la persona
Urdangarin ha ocultado su identidad en viajes por Sudamérica como consejero de Telefónica y se ha registrado con el apellido belga de su madre, como Mr. Liebaert. Julita Cuquerella ha dicho que es por “la singularidad de la persona y por temas de prensa”, el pasado 20 de abril, cuando fue citada por el juez Castro, en calidad de testigo.
Un Ave María por la tranquilidad de Julita ante el juez
La asistente de Urdangarin ha reconocido ante el juez que fue “un trago de mal gusto” comparecer ante él y que llegó a pedirle, el día antes, a su jefe que rezara “un Ave María” por ella para que estuviese “más tranquila”. El duque no le dio “ninguna instrucción”, solo te trasmitió “mucho ánimo”. Me dijo: “tranquila”, afirmó Julita Cuquerella en su declaración.
Julita, la hermana
Julita Cuquerella es de Cartagena –la española, aunque por su nombre parezca más un personaje garciamarquiano. Un dato curioso: es hermana de Marcial Cuquerella, director general de Intereconomía TV, quien fuera con anterioridad director general de la Televisión de la COPE en Navarra. Julita es licenciada en Filología Inglesa, graduada de magisterio y matriarca de una familia numerosa: tiene siete hijos.
Las preguntas del juez sobre Aizoon
En su interrogatorio, el juez intentaba saber si Urdangarin usó su empresa Aizoon, cuya propiedad comparte con su mujer, la infanta Cristina, en un 50%, para abonar viajes familiares, de sus hijos, y conseguir desgravaciones de Hacienda. Lo que le molesta al magistrado es que el duque de Palma ingresó en esa compañía parte de los millones conseguidos gracias a los contratos adjudicados por los Gobiernos populares de Baleares y de Valencia a través del Instituto Nóos, una fundación sin ánimo de lucro, que el yerno del Rey usó para enriquecerse, a costa de su posición privilegiada.
Este es un fragmento de la conversación mantenida por el juez Castro con Julita Cuquerella, publicada por El País:
Juez: Aquí hay Mr. Liebaert Ignacio. Este debe ser pariente del señor.CECILIA GUZMÁN
Secretaria de Urdangarin: Este es Ignacio, es el señor Iñaki Urdangarin.
Juez: Si pero como pone Liebaert parece que podía ser algún pariente por la línea materna ¿no?
Secretaria: No, es que hay veces que por temas de discreción nos autorizan, sobre todo cuando viaja a países de Sudamérica, a utilizar el segundo apellido. Eso lo hacemos mucho con el señor por la singularidad de la persona y por temas de prensa.
Juez: O sea que este puede ser don Ignacio. Aquí está doña Cristina Federica (de Borbón), la esposa del señor Urdangarin, y también fue cargado a la visa de Aizóon.
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