¡Ponte fuerte como un roble con las pócimas de la bruja Mato!

La Ministra de Sanidad nos explica cómo combatir diversas enfermedades con recetas caseras 

ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL: Las famosas ETS. Ya sabéis de lo hablo, ¿eh, pillines? Las enfermedades de transmisión sexual más comunes son los hongos, el sida y tener un hijo. El mejor remedio es rezar 2 padrenuestros y 3 avemarías, porque todo el mundo sabe que los libertinos iréis al infierno.

DIARREA: Una dolencia muy común en España, sobretodo ante el rescatAYUDA BANCARIA, que provoca que muchos españoles se caguen encima de puro miedo. Para neutralizarlo, no hay nada como escuchar a nuestro presidente (OH-RAJOY-GRAN-RAJOY-LÍDER-RAJOY) que nos sacará de ésta en un pispás.

RESFRIADO: Uy, tengo tos. Uy, me duele la cabecita. Uy, me cae el moquito, voy a ir a TOCAR LOS PUTOS COJONES a la Seguridad Social para curarme. ¿Pero qué sois? ¿Mariquitas? Anda, a tomar sopas calientes y a taparse con una bufanda. Y si no os curáis, ya vendré yo a quitaros el resfriado con una buena hostia.

FIEBRE: ¿Tienes el cuerpo tan caliente que está a punto de estallar en una combustión espontánea? No problem: el gobierno está preparando unas fotos de las ministras en tetas para que se te baje el calentón de golpe. Y si eso no te enfría, es que tienes un problema gordo.

GASTROENTERITIS: Existe un remedio casero buenísimo para combatir esta dolencia. Tan solo hay que mezclar el corazón de un pensionista, la sangre de un inmigrante y la médula espinal de un enfermo crónico. Te lo tomas, y listo. Y si eso no te sirve, mira, como mínimo el gobierno deberá preocuparse de 3 miembros menos de los colectivos que más joden a la Seguridad Social.

TRASTORNO BIPOLAR: ¿Por la mañana piensas de una manera y por la tarde de otra? ¿Dices unas cosas y luego haces otras? Pues tu no tienes un problema, sino un don. Lo que tienes que hacer es dedicarte a la política. Aquí todos tenemos esto del “trastorno bipolar” y lo llevamos tan ricamente.

NACIONALISMO: Ah, una de las enfermedades más extendidas en la periferia de España (porque el nacionalismo español es bueno, como el colesterol bueno). Ya lo dice la sabiduría popular: el nacionalismo se cura viajando. Pero no visitéis nada fuera de España, a ver si os vais a dar cuenta que más allá de nuestras fronteras viven mejor y os va a entrar una depresión de caballo.

Actualidad Joan Lerroux