Democracia en Marte

Democracia en Marte

¿Y si el PP y el PSOE ya existieran allí y Marte fuera una democracia modélica? Había listas abiertas y el voto de todos los marcianos valía por igual vivieran donde vivieran en el planeta.

No había impuestos y todo se financiaba con lo que voluntariamente aportaban sus habitantes, y por eso siempre había superávit. No había ejército porque la guerra no se les había pasado por la cabeza, con lo cual no gastaban nada en armamento. No existían iglesias ni religiones; los marcianos eran ajenos al misterio y al temor, ni esperanzas de Más Allás, todos los marcianos sabían que al morir los sepultaban en un cráter una vez hechos polvo, ése era su Juicio Final.

Todos los marcianos tenían trabajo, y eso que aún no había estallado el boom inmobiliario, estaba casi todo por construir.

Nadie, ni siquiera los niños marcianitos, pasaban hambre o sed.

No tenían Constitución de la que hablar mal porque no les hacía falta, dado el respeto que todos se profesaban.

No había crímenes ni cárceles porque el ser humanomarciano era bueno por naturaleza. Nadie quería independizarse porque no existían diferencias históricas ni culturales ni económicas ni territoriales o las habían superado armónicamente y con buena voluntad. No había ni autonomías.
Los marcianos eran alegres, galantes y tiernos y apasionados, todos, hombres, mujeres, asexuados o bivalentes, eran guapos, porque todos eran iguales por fuera y distintos por dentro, que es lo que contaba en el raro planeta. No había racismo porque no había razas, no había pateras, no había inmigrantes sin papeles. El amor no era enajenante, y el sexo estaba perfectamente regulado según las necesidades de cada uno.

Lo más grato de la vida en Marte era que no tenían enemigos. El pasado no era una losa, unos tales Julio Verne, Isaac Asimov y Ray Bradbury eran Presidentes Honorarios Vitalicios, y el futuro era esplendoroso porque no había especuladores ni tiburones neoliberales. Se decía que más allá de las galaxias, a 248 millones de kilómetros, existían otros mundos de tiniebla y avaricia y corrupción, pero la televisión marciana nunca dio noticia de ello, no lo echaban de menos.



 La vida en Marte era una delicia porque no había caras ocultas como en la Luna y en la Tierra, y el árbol y laboratorio de la ciencia les había concedido el don de la felicidad. Esa tarde había sesión parlamentaria porque un objeto móvil sospechoso, quizás un platillo volante, se había posado inopinadamente en un terreno estéril y debían decidir qué hacer con él. Tal vez era el enemigo que por fin aparecía. Todos votaron ignorarlo.

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Gota MARCIANOESPECULATIVA: En Marte no había encuestas electorales, pero en el planeta en que todos nosotros vivimos las hay con frecuencia. Hoy ha salido la bastante acreditada del CIS o Centro de Investigaciones Sociológicas: El PP pierde 4 puntos desde el mes de mayo, con un voto estimado del 36,8%, y la ventaja cae a 6,7, pese a que el PSOE apenas crece y obtiene el 29,9% de estimación de voto. IU ni sube ni baja en este último sondeo y se mantiene su estimación de voto en 8,6%. UPyD, de Rosa Díez, sube 1,5 puntos y tiene una estimación de voto de 6,6%. La encuesta se realizó antes del último ajuste de medidas acordadas por el Gobierno.

Arturo González