Aperitivos a toda vela * El velero 'Mercedes' llega para acoger cursos y ofrecerse como bar y local de eventos

La silueta del velero ‘Mercedes’ se convertirá en un elemento característico del paisaje de Abandoibarra hasta marzo (O. Martínez)

DESDE el domingo, el muelle de Abandoibarra tiene un nuevo inquilino: el velero Mercedes. Este barco de bandera holandesa ha elegido las aguas de la ría para pasar el periodo de otoño-invierno, por lo que estará en la villa hasta el próximo mes de marzo.

Durante estos cinco meses, los bilbainos podrán visitar y conocer los entresijos de este velero de 50 metros de eslora y que ya estuvo en la capital vizcaina atracado en 2005. Por un euro, los ciudadanos podrán acceder a ver todo el barco... Salvo la sala de máquinas. "Queríamos que los bilbainos y bilbainas pudiesen disfrutar de un gran velero, que puedan entrar en él, conocerlo, ver cómo funciona su mecanismo de velas....", explicó Jon Ruigómez, director del Museo Marítimo.

Esta entidad ha cedido un espacio de atraque a cambio de que los talleres organizados dentro del programa educativo del Museo Marítimo se celebren en las instalaciones del Mercedes. "El programa educativo que el museo hace con colegios e ikastolas podrá acceder al barco que, también, tendrá una tarea educativa", confirmó Ruigómez.

El viaje de este velero desde aguas holandesas ha sido agitado por mor de las inclemencias meteorológicas, tal y como describió Christian Schaaf, capitán del Mercedes. "Ha sido un viaje duro. Hemos tardado en llegar a Bilbao diez días, cuando lo normal es que tardemos entre cinco y seis días. Hemos tenido muy mal tiempo, en el Golfo de Bizkaia tuvimos olas de entre 8 y 9 metros".

Asimismo, el capitán del velero holandés dejó claro que su "objetivo es presentar el barco en sociedad, que la gente lo conozca y disfrute de la experiencia de conocer un velero por dentro".

Además, los fines de semana, de 10.00 a 20.00 horas, ofrecerá un servicio de bar, en el que los clientes podrán tomarse un aperitivo en la terraza creada en la cubierta o, en su defecto, en el interior de la embarcación. "Aquí se podrá tomar algo, en el caso de comer es más complicado porque habrá que avisar con antelación", comentó Schaaf. El barco tiene una tripulación de diez personas -cuatro estarán de forma permanente en el barco- y también podrá alquilarse para acoger fiestas, presentaciones y demás eventos.

La visita al Mercedes complementará la programación habitual del Museo Marítimo. "Queremos que este velero refleje lo que se ve en el museo. Por eso, yo creo que lo ideal es venir, visitar el museo y luego ver el barco por fuera y por dentro", finalizó Jon Ruigómez.

Miguel A. Pardo