La democracia española ha sido construida sobre fosas de cadáveres.
Los elementos simbólicos de la memoria del bando vencedor presiden España desde 1939: los nombres de calles, plazas y las placas de «Caídos por Dios y por España», que se colocaron en todos los pueblos, la mayor parte de ellas en el exterior de las iglesias -consistentes en una lista de nombres de los muertos de ese pueblo pertenecientes al bando fascista- siguen en su sitio
.
Mientras no se haga justicia con la memoria de aquellos y aquellas que supieron levantarse para luchar por la libertad de todos, una inmensa y profunda herida seguirá abierta en el alma de este pueblo y sin justicia para todos que nadie espere una paz duradera.
No se puede perdonar a quien lejos de arrepentirse, está orgulloso de su crimen y dispuesto a repetirlo.
Esta es una perfecta definición de nuestro gobierno ¿no?
Quiere privatizar el estado de bienestar, pero la violencia policial sigue siendo gratis
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