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jueves, 18 de octubre de 2012

Un singular brazalete de la reina Victoria Eugenia dejará la realeza española * ROBO DE LA COLECCIÓN DE PINTURA

Un singular brazalete de la reina Victoria Eugenia dejará la realeza española
Brazalete Cartier de perlas y diamantes que perteneció a la reina Victoria Eugenia de España (1887-1969), abuela paterna del rey Juan Carlos y nieta de la reina Victoria de Inglaterra

La pieza, que cuesta entre 800.000 y 1,4 millones de dólares, pertenece a una mujer de la familia Real Española con título que prefiere mantener el anonimato

Ginebra. (EFE).- Catorce perlas de concha ovaladas y rosáceas, encastadas en una base de diamantes para recrear las líneas de una vid adornada con diminutos granos de esmalte negro, forman el exclusivo brazalete de Cartier que perteneció a la reina Victoria Eugenia, y que pronto abandonará la familia real española.

"Es una pieza única. De este estilo, con motivos de una parra, hay muy pocas en el mundo, y de éstas, que lleven perlas de concha, es la única conocida", explicó a Efe el director de Sotheby's Suiza, a poco menos de un mes que la pieza sea subastada en Ginebra.

Las responsables de la rareza y la exclusividad de la joya son las perlas de concha. Producidas por un molusco del Caribe, son consideradas piedras preciosas, como sus "primas" nacidas en el seno de las ostras, pero carecen de nácar porque son concreciones calcáreas.

Estas gemas no abundan ahora, y tampoco eran comunes en la alta joyería de los años veinte y treinta -cuando se supone que la pieza fue creada-, y aún menos en el trabajo del prestigioso y aún reinante Cartier. "Eso nos hace pensar que tal vez la pulsera fue creada especialmente para la reina Victoria Eugenia", dedujo Bennet, sin, lamentablemente, poder aportar más detalles acerca del origen de la joya.

Antes de devenir monarca, abrazar la fe católica y adoptar el nombre de Victoria Eugenia, la reina fue una princesa británica, conocida como Ena de Battemberg, sobrina de Eduardo VII, y nieta de la mítica reina Victoria.

Nacida en 1887 en el castillo de Balmoral, en Escocia -donde veranea la reina Isabel II-, se casó el 31 de mayo de 1906 con Alfonso XIII de Borbón, rey de España y abuelo del actual monarca, y murió en Lausana (Suiza), en el exilio, en 1969. En el momento de fallecer, vivían cuatro de los siete hijos que alumbró: Jaime, Beatriz, María Cristina y Juan.

Todas las joyas que le pertenecían se repartieron entre sus herederos, y Bennett asegura que el brazalete a subastar "ha permanecido siempre en posesión de miembros de la Familia Real española".

Una de estos descendientes, y más específicamente, "una mujer con título", a la que se quiere mantener en el anonimato, ha decidido desprenderse de la pulsera, que mide unos confortables 186 milímetros de largo por 25 milímetros de ancho.

Sotheby's ha establecido su precio entre 800.000 y 1,4 millones de dólares (620.000 y 1,08 millones de euros), aunque en el momento en que el subastador concluya la puja, esa cifra puede ser mucho mayor, "porque su rareza tiene un valor incalculable", reiteró Bennet.

El día de la subasta del brazalete se pondrá a disposición de los pujadores otras 589 piezas provenientes, todas ellas, de las colecciones privadas de varias casas reales y familias aristocráticas.

El experto recordó que en la época en la que el brazalete fue construido primaba el Art Decó y las joyas tendían a copiar esa moda, con piezas rectilíneas, equilibradas.

Cartier seguía la tendencia, pero también se concedió en varias ocasiones la creación de pulseras más naturalistas, con motivos frutales. "Sin embargo, en estos casos, la de obras con motivos 'tutifruti', Cartier utilizó en casi todas sus creaciones las esmeraldas, rubíes y zafiros, las piedras provenientes de la India".
"El hecho de haber usado perlas de concha la convierte en una de las piezas creadas por Cartier más importantes del periodo entreguerras", agregó Bennet.

La incógnita sobre cómo su valor simbólico se concreta y se materializa en una suma de siete cifras se desvelará el próximo 14 de noviembre, cuando el brazalete abandone definitivamente la Casa Real española para ir a parar a manos de un multimillonario representante de la plebe





ROBO DE LA COLECCIÓN DE PINTURA
DUQUE DE HERNANI POR LA FAMILIA REAL 

En 1976, la familia real española, en colaboración con la segunda mujer del Duque de Hernani, Teresa Mariátegui, y varios funcionarios públicos, elaboran un plan para apoderarse de la colección de pintura y arte Duque de Hernani y vender una parte de la misma al objeto de tener un capital en el extranjero. El plan consiste en falsificar la sucesión del anciano Duque y al tiempo, destruir la documentación de la colección para evitar cualquier reclamación de los legitimarios.

 
1ª FASE: El ROBO DE TODOS LOS DOCUMENTOS 

El primer paso de la operación consiste en el robo de los documentos de la colección que se encuentran en el domicilio del Duque para prevenir las posibles reclamaciones de los dueños de los cuadros que se van a robar. Así, en la noche del 23 de febrero de 1977, dos falsos sirvientes, que habían sido contratados dos meses antes, proceden al robo de los documentos tras narcotizar al resto del personal. Los falsos sirvientes abandonan la casa llevándose los títulos de propiedad de las obras, además de 17 cuadros de la colección, con destino a Portugal.
Nueve días después, la misma Casa Real, por medio de la policía, filtra la noticia del robo a la prensa y, el 2 de marzo de 1977, se publica la noticia en España haciendo hincapié en el robo de los cuadros y sin hacer mención a los documento 
 

A los dos meses, los cuadros aparecen en Portugal y se detiene a los delincuentes, pero los documentos no se mencionan .
En 1979, la familia del Duque de Hernani descubre que nunca se abrió el proceso penal por este robo. Se trataba de un montaje y nunca se supo nada más de los falsos sirvientes. 

2ª FASE: LA FALSIFICACIÓN DE LOS TESTAMENTOS


El 6 de enero de 1979 fallece, a los 91 años, el anciano Duque de Hernani, y la familia real se apodera de los cuadros, una parte de los cuales se encontraba depositada en el Museo del Prado..
Para no levantar sospechas, falsifican el último testamento del Duque y colocan a la segunda esposa del causante, Teresa Mariategui Arteaga, como heredera única
, pero actuando como testaferro hereditario que después les entregaría los cuadros. Paralelamente, para justificar la posterior aparición de los cuadros en el patrimonio privativo de la familia real, el rey, otorga un real Decreto  en el que permite que el Ducado de Hernani sea ostentado por su familia, concretamente por su hermana Margarita, bajo el pretexto de haber recibido una carta del Duque en el que le transmite su deseo de modificar, por testamento, la línea de sucesión del ducado. Naturalmente, esta carta es falsa.
.  
3º FASE . ENCUBRIMIENTO DEL ROBO Y DE LA ESTAFA 
Los errores cometidos por la familia real al realizar el robo y la estafa permiten descubrir la operación. Se genera entonces un intenso trafico de influencias, dirigido al encubrimiento de los delitos que, en realidad, es una huida hacia delante de la familia real .
El primer error de la familia real es olvidarse de pagar los impuestos sucesorios de la testaferro, dejando en evidencia que no había recibido la herencia. Para demostrar que Teresa Mariátegui es una vulgar testaferro de la casa real, la familia del Duque de Hernani formula contra ella Denuncia Publica por impago de los impuestos , y, efectivamente, la Delegación de Hacienda de Madrid , recibe la orden de paralizar la Denuncia Publica 40/86 para no dar al traste con el robo y la estafa real. En 1993, el Delegado de Hacienda intenta quitársela de encima y falsifica una valoración de los cuadros, de acuerdo a las directrices de la compañía SOTHEBY´S, en la que trabaja la Infanta Pilar Borbón, y emite una resolución en la que valora la colección en 25 millones de pesetas  . La Resolución es recurrida y en la actualidad, el procedimiento de la Denuncia Publica 40/86 se encuentra acumulado a las Diligencias Previas nº 6049-95 del Juzgado de Instrucción nº 46 .La Agencia Tributaria y SOTHEBY´ dicen ahora que han perdido los expedientes.

El segundo error de la familia real fue robar los títulos de propiedad de los cuadros del domicilio del Duque de Hernani, sin darse cuenta que eran copias de otros documentos originales que se encontraban en los archivos del Patrimonio Histórico Español. Cuando se contrasta la documentación del Instituto del Patrimonio Histórico con la documentación que se confeccionó para vender los cuadros robados al extranjero, por medio de testaferros, se descubre en seguida que está falsificada. Para solucionar este problema la familia real acude, de nuevo, al abuso de poderes y se hacen desaparecer del Instituto los expedientes 518 y 110 de la colección Duque de Hernani.

 
. Y no sólo eso, sino que, para no dejar ningún vestigio sobre la verdadera propiedad de los cuadros, se procede a la falsificación del Inventario General del Museo del Prado. Pese a todo, el encubrimiento resulta inútil porque la familia del Duque de Hernani consigue reconstruir los expedientes sustraídos con los duplicados de dichos documentos que obraban en el Instituto y que, por error, se olvidaron de sustraer.
4ª FASE: EL DESCARO DE LA FAMILIA REAL 

Cuando ya resulta imposible ocultar que la familia real llevo a cabo el robo y estafa de la colección Hernani, la única solución que se le ocurre al jefe de la Casa Real, SABINO FERNÁNDEZ CAMPO, es amenazar expresamente a todos los medios de comunicación españoles para que no publiquen nada sobre el asunto HERNANI. La amenaza, que permanece en pié, se recoge por primera vez en la emisora C.O.P.E. programa de Antonio Herrero del día 28 de septiembre de 1994. Evidentemente la amenaza se extiende a todo los cargos públicos


Al poco tiempo fallece la testaferro, Teresa Mariátegui Arteaga, de quien ya se habían olvidado, y deja un testamento en donde se revela que no ha recibido los bienes de la herencia de su marido. La familia real, haciéndose todavía la ilusión de que nadie les ha descubierto, acude entonces al Director General del Registro y del Notariado para que les falsifique otro Certificado de Ultima Voluntad en el que se incluyan dos testamentos falsos posteriores. El Director General hace el encargo, con lo cual hay ahora dos certificaciones de ultima voluntad
, además de dos testamentos falsos añadidos


Como ultimo recurso, la familia real intenta el blanqueo judicial del robo y estafa de la colección Duque de Hernani sin tener que devolver los cuadros robados. Algunos jueces siguen el peligroso juego. El Tribunal Supremo les confirma como sucesores del Duque de Hernani despreciando la documentación falsificada . El Juzgado de Instrucción nº 46 paraliza todas las investigaciones sobre el paradero de los cuadros y hace inútiles las querellas criminales presentadas contra ellos.



El patrimonio oculto de la familia real española




Un video de: http://www.youtube.com/user/ilaawe22 (@antenapezTVeditado unión parte1 y parte 2)
¿Has oido hablar del Duque de Hernani?. Este enlace le pondrá al día del Patrimonio oculto de la familia real española.





El Borbon y el blanqueador de dinero chino...




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