Patadas en los cojones

Y es la ley como la lluvia, nunca puede ser pareja. Y el que la aguanta se queja, pero el asunto es sencillo: la Ley es como el cuchillo no corta a quien la maneja

“Franco ha muerto, los borbones cruzan la frontera en busca de su raíz, de este lado de los Pirineos su extensión quedó segada”

No es leyenda ni fábula. . .

Hasta en las calles de Venezuela durante las horas de duelo al presidente Hugo Chávez, el príncipe fue abucheado, la corona no gusta a nadie. Sirva para seguir hilvanando y mostrar el verdadero bordado sobre las banderas. Avanzar es luchar, tanto como amar es querer, subiendo nota en el amor. Es derrocar la explotación interior y su dependencia del imperialismo, paso hacia la democracia verdadera en el seno de los pueblos y calor humano a los herederos que nos precedieron desde los tiempos más remotos hasta nuestros días, esa patria internacional de héroes, juntos restableciendo conquistas, como primer paso la independencia de las potencias y monopolios de la explotación que alargan cadenas, oprimiendo poblados del mundo indefensos ante el hambre, ofensiva contra la maldición que ha causado durante siglos tantas bajas. Es por ello que al hablar de lo sucio, condeno a los que apoyan este sistema de opresión, del hombre por el hombre degradando a la mujer como trabajadora *vaya mi condena a todo el que sobre los sillones del Palacio de Congresos ponen gustosos sus flacos y gordos culos “haciéndose llamar gobierno a lo gracioso y democracia a lo inocente”, acatando la prostitución de la palabra, sus bocas maldicen nuestras luchas de liberación, por ser reflejo de dignidad frente a corrupción.

El lenguaje discípulo de un pueblo esclavo

La palabra cojones es uno de los vocablos más usados en el lenguaje castellano. Es sin duda una de las palabras más versátiles de todo el vocabulario. Un ejemplo de la riqueza del lenguaje castellano es el número de acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada, que hace referencia a los atributos masculinos, cojones. A mi esta palabra no me gusta. Y, es que los 'atributos' genitales de los hombres es la parte que “dios le dió” más importancia, más, mucho más que al cerebro, que al corazón, que a los ojos. . . porque claro, teniendo un par de cojones, para que pensar!

Los militares golpistas del 36

Todos tenían un par de cojones, lo decía y mostraba Millan Astray:

<¡Demostrar a las rojas que tenéis un par de cojones!> Ahora... si te cortan los cojones. . . has dejado de ser hombre. Te pueden cortar una pierna, incluso las dos, sacarte los ojos, el corazón y sigues siendo un hombre, mutilado, pero un hombre. Pero si te cortan los cojones eres menos que una mujer, que ya es decir para esta extirpe. Algunos incluso se han suicidado al no encontrar dónde rascarse, algo es algo!

Los milicos de Estados Unidos

Son los que más cojones tienen, porque hay que tener cojones para matar, asesinar a niños, mujeres y jóvenes. Salvo cuando te dejas los cojones en combate, y tienes que salir por patas como en Vietnam, al volver derrotados, algo así como sin cojones entre las piernas se pierde toda dignidad... su atributo más importante ha desaparecido. Son los llamados marines mutilados de guerra, sin victoria. Los sargentos de todos los ejércitos, para alentar a sus hombres siempre repiten la misma frase <¡Parecéis mujeres no tenéis cojones!> Recuerdo un día comiendo con mi entrañable colega Talía, que en los postres ella pidió un pastel de huevo con canela. Después de incarle el diente (al pastel), me dice: oye Maité, este pastel está cojonudo! En este caso, el pastel se había convertido en un cojón agradable al gusto de mi amiga. Yo no lo probé, por si acaso. Y, es que los hombres muy machos, siempre sacan a relucir sus atributos para seducir a las hembras.

Tropa militar en las ocupaciones

Cuando entran a saco en un poblado en una ciudad y ven mujeres asustadas, con el terror en sus ojos, lo primero que manifiestan con sus manos son sus cojones. Y, es que no hay arma más potente que los cojones para seducir, violar y asesinar. Muchos hombres al nacer tuvieron un grave problema de eso no hay duda, “dios lo hizo mal”, muy mal, al no proteger esos atributos masculinos, los dejó colgando, a la vista, al aire, y claro, cualquier inclemencia o acción exterior los puede dañar, y dicen que duele mucho. . .

Una mujer se hartó, y, se hartó de cojones!

¿Que si nos encontramos en un teatro viendo una representación o algo parecido?, podría ser, quizá estas palabras rememoren la escena. . . ¿Qué si somos público?, por qué no, el caso es que el personaje en cuestión, debía estar hasta los ovarios, bien inflados, de tanto atributo. ¿Qué la harían tantos cojones juntos para liarse a patadas contra todos ellos? Y, es que según una noticia periodística de Miami... una mujer fue detenida, tras emprenderla a patadas contra la entrepierna de los viandantes que se cruzaba. Un reportero asegura en su nota periodística, que el viernes de la semana pasada, hacía una tarde apacible en la ciudad floridana de Sarasota al noroeste de Miami, que el sol brillaba, apenas había nubes y la temperatura era agradable; cuando el centro de emergencias de la policía recibió una llamada:

La policía envió de inmediato un agente a la calle en cuestión y cuando se le enfrentó, ella no dudó un instante. Le propinó un puñetazo en el rostro (y una patada en los cojones) que, según el informe oficial, hizo rodar por el suelo las gafas de sol del agente. Aún así, con cierto dolor, el policía logró arrestar a la mujer. Se llama Katina Jane Collins, de 38 años, y fue conducida a la comisaría donde la aislaron en una celda, no fuera que decidiera volver a repartir patadas en las entrepiernas de todos los agentes, en estas circunstancias todo cuidado es poco! Fue liberada días después, por algo más material que pataditas, tras abonar una fianza de 1. 500 dólares ahí se acabó todo. Ya que todavía no está claro, el por qué Collins, la emprendió contra los genitales de sus conciudadanos. De momento no está previsto que vaya a juicio porque ninguna de sus víctimas, posiblemente heridas en su orgullo, se quejaron formalmente de las agresiones, aunque ser no es desconocida de los agentes del orden de Sarasota, la mujer en cuestión, ya había emprendido en otra ocasión golpes bajos contra su novio.

Cuando la valentía tiene rostro de mujer

(Mujeres en la historia de liberación revolucionaria, caminan, tejen su historia en la lucha y se convierten en símbolo internacional)

Louise Michell (Francia)

Profesora en París, concienzuda, militante ardorosa de la Asociación por los Derechos de la Mujer, supo unirse a la clase trabajadora en lucha contra la reacción. Obrera revolucionaria heroína de la Comuna de París, 18 de marzo de 1871, primera revolución proletaria de la historia. Era el poder obrero, que se alzaba por vez primera sobre la faz de la tierra. Es Louise Michell , una de las primeras mujeres en defender la revolución, fusil en mano defiende la “Comuna de Paris”, desesperadamente, en un último intento del 61 batallón de rechazar las tropas de Versalles. Hecha prisionera comparecerá el 16 de diciembre de 1871 ante el sexto Consejo de Guerra siendo condenada a la deportación en recinto fortificado. La Fragata “Virginie” la transporta hasta Nueva Caledonia. Al cabo de algunos años, el gobierno de París intenta dar la gracia del perdón, pero Louise, revolucionaria altiva rechaza una y otra vez con entereza esa “gracia”, insistiendo, 'que no mendigará la libertad'

Teresa Claramunt (Catalunya, 1862-1931)

Fue comparada con la heroína Louise Michell de la Comuna de Paris.

Conocida popularmente como “La virgen roja barcelonesa” por su lucha sin tregua contra la explotación y el despotismo, tomó conciencia desde muy niña como clase trabajadora y de su condición de mujer. Se dice que fue una de las mujeres más influyentes del anarquismo catalá de finales del siglo XIX y principios del XX.

El perfil de Teresa Claramunt como luchadora.

Está relacionado con muchas heroicas mujeres de otros países, y, diferencia de otras destacadas sufragistas por aquella época, Teresa no pertenece ni tan siquiera a la pequeña burguesía catalana. Nace rodeada de un ambiente proletario humilde de Sabadell, en el seno de una familia obrera; ella misma empezó a trabajar, como cientos de muchach@s> en toda la península a la edad de adolescente, ya que los estudios por entonces estaban vetados a los más pobres. Comenzó desde pequeña a trabajar en una fábrica textil. Teresa era avispada y, afortunadamente para ella como para el respirar de toda mujer que se jacte de luchadora, se involucra en el ambiente tomando y acumulando responsabilidad de clase, dándola un impulso cultural y de existencia que la acreditará como estela que motiva y aglutina en la lucha hasta nuestros días.

La 'Huelga de las siete semanas'

La pilló a Teresa a la edad de los 20 años, influyendo de forma tan determinante como decisiva, en un antes y después de, en su vida íntima y social adquiriendo una resplandeciente conciencia y trayectoria política, la cual la acreditó y determinó su espacio en nuestro mundo posible como una de nuestras heroínas. Desde donde comenzó a expandir el asociacionismo obrero y, muy en particular la creación de asociaciones de mujeres obreras, estimulándolas a la toma de conciencia sobre la necesidad de la lucha por la emancipación como género humano.

Teresa Claramunt, se vuelca con todo.

En las luchas obreras destacándose en ellas, se convierte en una agitadora nata, propagandista infatigable, además de autora de numerosos artículos. Teresa tenía una conciencia de clase firme, no se doblegaba, convirtiéndose en una de las mujeres y voces más significativas en esos momentos contra la desigualdad de la mujer, así como contra la religión oscurantista, el militarismo y la explotación capitalista; consideraba que, la liberación de la mujer debía ser obra de ellas mismas y, si por contra la mujer no se libraba del yugo de la religión, del patriarcado y de la incultura, siempre habría de ser un obstáculo para su total emancipación, liberación a la cual aspiraba: la de la clase obrera.

Su vida fue una constante de presidios y destierros.

Que acabaron por minar su salud, pero era su don de conciencia y optimismo tan alto, que nunca dejó que la desanimaran las consecuencias derivadas de esa lucha contra la esclavitud como clase y como mujer, muy por el contrario manifestó en sus escritos

Micaela Bastidas Puyucahua (Perú)

Micaela 'la zamba' conductora de las fuerzas rebeldes, compañera de Túpac Amaru, combatió en la gran insurrección de 1780. Clave agitadora para ganar adeptos para la sublevación, toda la vida compleja de la retaguardia indígena estaba a su cargo. Cuando Túpac vaciló en avanzar sobre el Cuzco después del triunfo de Sangarará sobre los españoles, Micaela, incitó a su compañero seguir avanzando sobre la antigua capital de los incas, personalmente asumió el papel de reclutar gente para rodear poco a poco el Cuzco *fue capturada luego del fracaso de la sublevación, Micaela Bastidas fue ejecutada, sus verdugos le cortaron la lengua, anudándola al cuello una cuerda que tiraron desde lados opuestos y, mientras agonizaba, la patearon en el vientre y en los pechos en la Plaza de Armas del Cuzco, un 18 de mayo de 1781, a los 36 años de edad, habiendo tenido antes que presenciar la ejecución de su propio hijo Hipólito, y a la vista de su propio compañero Túpac Amaru.

Lorenza Abimañay (Ecuador)

En 1803, junto con Jacinta Juárez y Lorenza Peña, encabezó una rebelión de 10. 000 indígenas en Guamote y Columbe en contra de la tributación, al grito: ¡¡Sublevémonos, recuperemos nuestra tierra y nuestra dignidad!! Aplastada la rebelión, Lorenza Abimañay, fue degollada según reza la sentencia dictada por las autoridades de la Real Audiencia de Quito.

La lucha por la liberación de la mujer trabajadora, es lucha vieja pero de futuro, forjada entre el hambre, la rebelión, sublevaciones y huelgas, hoy plenamente vigente del lado de la lucha de clases contra el capitalismo, forma de desnudar la ley que deshumaniza la sociedad y a los cómplices de ésta.

LA LEY es tela de araña y en mi ignorancia lo explico:
no la teme el hombre rico, nunca la teme el que manda,
pues la rompe el bicho grande y sólo enreda a los chicos.
Y es la ley como la lluvia, nunca puede ser pareja.
Y el que la aguanta se queja, pero el asunto es sencillo:
la Ley es como el cuchillo no corta a quien la maneja.

(Musicalizada por 'Faura', de José Hernández, argentino, autor d´ El gaucho Martín Fierro)

Maité Campillo (actriz y directora de teatro)

por Maité Campillo