Oh, Sant Jordi.
Ese día en el que las Ramblas de Barcelona se llenan de paseantes con un libro y una rosa, y los autores soportan la placentera tortura de sentarse a conocer a sus lectores y a firmarles sus libros, abandonando por unas horas sus solitarias rutinas de escritores...
Un momento. ¿He dicho "escritores"? ¿He dicho "solitarias rutinas"?
Porque lo que de verdad abundan son los famosos -sobre todo los televisivos- con han publicado un libro, lo que no es lo mismo exactamente que ser escritor.
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