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lunes, 22 de abril de 2013

Felipe González declaró recientemente sobre los escraches: “¿Por qué un niño tiene que aguantar presión en la puerta de su casa?”


Felipe González declaró recientemente sobre los escraches: “¿Por qué un niño tiene que aguantar presión en la puerta de su casa?”

Es bastante normal que un bandido como el susodicho defienda a capa y espada a su gremio, pues la única manera de intentar justificar sus crímenes y pifias es hacer piña unos mafiosos con otros, haciendo causa común, independientemente de sus pequeñas diferencias cosméticas, pues en realidad son todos iguales en lo que se refiere a su interes en seguir siendo o pasar a ser parte de la clase parasitaria y privilegiada.

!Vaya panda!
Para el expresidente, los hijos de la élite, de la clase política y, por supuesto, empresarial, no pueden sufrir las consecuencias de las bochornosas actuaciones de sus padres, mientras que los hijos de los desahuciados sí tienen que estar expuestos a vivir sin techo o tener que sobrevivir dia a dia en el limite de la miseria. 


Tampoco merecen su pena los hijos de familias desempleadas, a los que se les acusa una y otra vez desde los medios de propaganda  “de que han querido vivir por encima de sus posibilidades”, ocultando de este modo la irresponsabilidad de los profesionales de la banca, de las tasadoras, del Banco de España, de los notarios, de los registradores de la propiedad y de los políticos que han consentido las prácticas mafiosas y usureras de la banca y la especulación salvaje de los constructores (a cambio, por supuesto, de jugosas comisiones).


Escraches como este no le importan al señor X

Todos los salvajes escraches de la oligarquia contra los trabajadores son permisibles, pero en cuanto el pueblo harto de que les tomen por tonto y de que otros vivan como reyes a costa de su trabajo se enfada, se trata de violencia inadmisible.


Los hijos de los politicos son de otra clase, y no merecen sufrir la presión a la puerta de su casa. Pero los hijos de la otra clase, los obreros, los que sostienen con su trabajo a la primera, no tienen por qué quejarse, y tienen que aguantar, como sus padres, todo lo que caiga, que para eso disfrutan de la exagerada libertad de votar cada cuatro años (incluso cada menos si hay que elegir a otros parasitos para los muchos parlamentos que hay que mantener).

Es el viejo truco de la propaganda del sistema: toda protesta, toda rebeldia, en contra de los que mandan es violencia; sin embargo, la violencia de estos contra los trabajadores y los pueblos es, simplemente, ejecutar la ley. Y mientras la clase obrera no supere este engaño ideologico, este birlibirloque del lenguaje, y no comprenda que solo mediante la violencia se puede acabar con la clase mas violenta y criminal de la historia de la humanidad, la capitalista, los ladrones y genocidas serán transformados siempre en victimas y las víctimas, que sin embargo aportan su esfuerzo y su trabajo para que los primeros vivan sin dar palo al agua, serán señalados como los violentos.




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