- Activistas antidesahucios defienden su actitud beligerante ante el sector financiero, aunque insisten en que el objetivo actual es que la presión popular acabe por forzar al PP a acatar su iniciativa legislativa
- "El escrache no se puede separar del proceso de la ILP. Señalamos a los que han dicho que no acatarán el texto", señala Adrià Alemany, portavoz de la PAH en Cataluña
El foco está sin duda puesto en los políticos. Afectados por las hipotecas y activistas antidesahucios no han escatimado en críticas a este colectivo e incluso han llevado a las puertas de sus domicilios sus reivindicaciones. Sin embargo, el prisma del problema del derecho a la vivienda a la vivienda en España y su vertiente más amarga, los desahucios, no tiene una sola cara. La banca ha tenido también mucho que ver en la forma en que se ha articulado el mercado inmobiliario. Y aunque por ello ha sido fuertemente criticada por sus principales perjudicados, los dueños de los grandes bancos, al menos hasta el momento, no están teniendo que vivir en primera persona sus protestas. La pregunta se hace entonces evidente: ¿Por qué los escraches no llaman a las puertas de los banqueros?
Para los afectados por las hipotecas, la explicación es clara. Ahora son los políticos los que, aceptando en los términos en los que se presentó la Iniciativa Legislativa Popular que reclama la dación en pago retroactiva, un parque del alquiler social y una moratoria para los desalojos, tienen en su mano contribuir a mermar el drama de los desahucios. "La campaña de escraches surgió para señalar públicamente a los políticos que se mostraron en contra de la ILP. Por eso nos estamos focalizando en los diputados del PP. Es tan sencillo como eso", señala Chema Ruiz, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en Madrid.
"El escrache no se puede separar del proceso de la ILP. Fue la última alternativa después de que los parlamentarios rechazaran acudir a nuestras asambleas a conocer de primera mano esta realidad social. Señalamos a los que han dicho que no acatarán el texto", señala Adrià Alemany, portavoz de la PAH en Cataluña.
Según Ruiz, el movimiento antidesahucios lleva "dos años" movilizándose contra "los abusos de la banca" en materia hipotecaria. "Hemos hecho decenas de acciones, nos hemos encerrado durante horas en oficinas e instituciones para intentar parar desalojos", afirma este activista. Lo cierto es que la actitud beligerante de este colectivo frente a la banca es una evidencia difícil de rebatir. Uno de sus rostros más visibles, su portavoz Ada Colau, no dudó en llamar a la cara "cínico" y "criminal" al vicesecretario de la Asociación Española de Banca, Javier Rodríguez Pellitero, por decir que la legislación vigente no es la causa de los desahucios. Ambos intervinieron el pasado febrero ante la Comisión de Economía del Congreso dentro de una ronda de declaraciones de expertos durante la tramitación de la ley para paliar los desalojos.
Alemany confirma que el sector financiero lleva tiempo estando en el punto de mira de sus movilizaciones, pero insiste en que el objetivo actual es que la presión popular acabe por forzar al PP a votar a favor de la iniciativa en los términos en que la presentaron los afectados. Los conservadores ya han anunciado que no lo harán y han presentado enmiendas que echan por tierra reivindicaciones incuestionables para los activistas como la dación en pago. "De momento señalar a banqueros no es la prioridad. Quien nos representa no es la banca a pesar de que muchos políticos se dejen chantajear por los directivos de las entidades y tomen decisiones que nos afectan siguiendo sus exigencias", señala este activista.
Las futuras acciones, señalan los activistas, tendrán que decidirse en la próxima asamblea estatal de la PAH. "Cuando termine esta campaña, tendremos que hacer una valoración y decidir nuevas convocatorias, pero ya hemos visto que la del escrache es una fórmula que pone muy nervioso al poder", concluye Ruiz.
Toque a Bankia
Por el momento, sí está definida una acción coordinada contra Bankia para el próximo 9 de mayo. Según un estudio basado en más de 6.000 encuestas a afectados que se recoge en el libro Vidas Hipotecadas, escrito por Ada Colau y Adrià Alemany, esta entidad, con el 16% de los embargos hipotecarios, encabeza en listado de las entidades que más desahucian. Por ello, activistas del 15-M y afectados por desahucios y preferentes intentarán parar ese día la actividad de sus 2.764 sucursales durante todo el horario de apertura, es decir, de 8.15 a 14.15 horas. ¿Cómo lo harán? "Vamos a saturar la actividad de la sucursal, con toda la potencia de nuestra imaginación. Desde preguntar exhaustivamente por todos los productos, hasta pasear al perro o sufrir una lipotimia en la oficina. La palabra clave es cansinismo", aseguran los promotores.
En la página web de la acción, que lleva por nombre 'Toque a Bankia', los participantes pueden utilizar un mapa interactivo para ver cuál es su oficina más cercana y ponerse en contacto con otras personas que vayan a movilizarse en esa misma sucursal. Los impulsores de esta protesta exigen la dación en pago retroactiva, la paralización total de los desalojos y la creación de un parque del alquiler social con las viviendas vacías en propiedad del banco nacionalizado, incluidas las que se han traspasado al banco malo. Asimismo, demandan la recuperación de las preferentes mediante la conversión en cuentas corrientes de libre disposición o la nacionalización completa de la entidad.
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