FAGOR -el único fabricante español de electrodomésticos y líder del mercado, buque insignia del mayor grupo industrial del País Vasco y presente en todas las cocinas españolas desde 1956- acaba de comunicar la presentación de un preconcurso de acreedores, integrándose al recientemente creado club de “empresas españolas de toda la vida” que quiebran, junto a Pescanova, Roca, Scalextric, Huesitos, etc.
¿La causa? Que en los últimos cinco años la facturación se redujo a la mitad; que viene acumulando pérdidas desde 2009 hasta llegar a 1.000 millones de Euros; que ni la reducción de la plantilla a un 50%, ni la rebaja de salarios, han logrado que la compañía se sobreponga a la drástica retracción del consumo de las familias (si antes se cambiaba la heladera porque aburría el color, ahora se cambia cuando ya es imposible seguir “atando con alambre” los trozos) y a la falta de financiación.
Varios miles de puestos de trabajo -directos e indirectos- que se pierden, lo que equivale a miles de familias con la zozobra del desempleo quién sabe por cuánto tiempo, y un soberbio varapalo al tejido industrial vasco, son las inmediatas consecuencias de la noticia. Pésima noticia, pero no inesperada. Más de 200.000 empresas han cerrado y más de 300.000 trabajadores autónomos se han dado de baja desde el comienzo de “la crisis”.
Mientras tanto, en Argentina, SIAM, que en los años 40 y 50 fuera la compañía más grande de América Latina en la industria metalmecánica, orgullo nacional y todo un clásico en las cocinas de nuestras madres y abuelas, se había visto reducida casi a la nada en 1986 cuando fue literalmente desguazada (subsistiendo únicamente una planta de producción de 100 trabajadores autogestionada en cooperativa, en la localidad de Avellaneda).
Pero en pocos días SIAM -la marca de las heladeras de nuestra infancia que los jóvenes no conocen- reactivará la producción de la planta de Avellaneda creando 1000 empleos directos e indirectos, gracias a una inversión privada de capital argentino, de 35 millones de dólares. SIAM volverá a competir en el mercado argentino de los electrodomésticos con vocación de volver a ser líder.
¿Las causas? Quizás sea porque se recuperó el poder adquisitivo de los salarios, que se crearon 5.000.000 de empleos, que creció un 105 % el PIB industrial. Que a pesar de que en 2003 había un 54% de pobres, un 27% de indigencia, un 23 % de clase media y un 25% de desempleados, ahora -en 2013- hay un 6% de pobres, un 1,5% de indigencia, un 46 % clase media y un 7% de desempleados.
Quizás sea porque después del infierno de 2002, se decidió que para poder pagar la deuda pública había que rescatar a los argentinos antes que a los especuladores, porque “los muertos no pagan deudas”. Y así se hizo, y hoy se paga la deuda, y se crea empleo, y el consumo de las familias se dispara, y los viajes al exterior, y la compra de automóviles, y de muebles, y de electrodomésticos. Y por eso SIAM vuelve.
FAGOR agoniza en España al mismo tiempo que SIAM revive en Argentina. No son hechos excepcionales, tampoco una mera anécdota, ni casualidad. Son síntomas, o más bien botones de muestra del rumbo de uno y otro, son la consecuencia de dos políticas de gobierno y dos modelos de país.
Sin embargo, en España, una gran mayoría ciudadana sigue creyendo que no hay otra salida.
Sigue consumiendo des-información, y sigue escuchando los adjetivos “populista” y “autoritaria” en cada noticia que los medios le ofrecen sobre al gobierno argentino.
Y en Argentina, un sector de la ciudadanía sigue creyendo que su éxito se debe pura y exclusivamente a su esfuerzo individual, como si ello pudiera lograrse sin un marco político y económico que favorezca la reducción de las desigualdades, la creación de empleo y la protección de la industria, la tecnología y la cultura nacionales.
Si a mí no me creen, pueden creerle al Nobel de Economía Paul Krugman:
“La cobertura de prensa de la Argentina es otro de esos ejemplos de cómo el conocimiento convencional (sobre economía) hace -de manera aparente- imposible acceder correctamente a la información. Seguimos escuchando historias sobre la recuperación de Irlanda cuando, en realidad, no hay mejora alguna, aunque debería haberla porque tomaron el camino ‘correcto’”.
“En cambio, los comentarios sobre la Argentina tienen un tono más que negativo: la Argentina es irresponsable, está renacionalizando sus industrias, tiene un discurso populista, así que les deber ir muy mal, sin importar lo que los estudios indiquen.”
“Sólo para que quede claro, considero que a Brasil le está yendo muy bien, y que ha tenido un buen liderazgo. Pero ¿por qué para nosotros Brasil dio el salto (pertenecer al BRIC) y la Argentina sigue siendo desacreditada? De hecho, sabemos muy bien porqué, pero no hablaría bien de la salud de los reportes económicos.”
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/subnotas/20-58906-2012-05-04.html
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