Cuando Faith fue encontrada en el mes de agosto estaba sucia, muy flaca y apenas se daba aferrado a la vida. En cualquier otro refugio hubiera sido sacrificada, aunque sólo fuera para evitarle el sufrimiento. Sin embargo, la gente que trabaja en el Centro de Cuidado de Animales de Seal Beach (EEUU) sabía que con un poco de fe y un poco de amor podría salir adelante, y así lo hicieron.
Cuando Faith fue llevada al centro estaba tan esquelética que el personal pensó que estaba muerta. Gracias a que su pequeña pata se contrajo, hizo que se desatara la esperanza de que pudiera sobrevivir.
El personal no creía al hombre que dijo que había encontrado al perro en una estación de Seal Beach mientras caminaba con su hija. Dejó un número falso y nunca lo volvimos a ver. La zona en la que dijo que había encontrado a la perra estaba plagada de coyotes hambrientos, sería poco probable que un indefenso perro sobreviviera.
La perra de tres años de edad pesaba menos de 2 kilogramos (menos de la mitad de lo que debería tener), le tuvieron que administrar una máscara de oxígeno y una sonda de alimentación durante unos nueve días. Faith estaba tan débil que ni siquiera podía levantar la cabeza.
“Cuando le estaban cortando el pelo, ella meneó la cola”, comentaba Jane Parnes.
Ella estaba en tan mal estado que su pelo había perdido la mayor parte de su pigmento. Pero los voluntarios como Barbara Christensen no abandonaron la esperanza. Ella alimentaba a Faith con cuchara unas tres veces al día. También la bañaba, le daba la medicación y la vestía con algunos de los muchos trajes que gente de todo el mundo envío junto a sus deseos de que la perra se mejorase pronto.
Después de unos cuantos meses, Faith era una joya brillante en Seal Beach, querida por todos aquellos que habían estado a su lado.
Ahora ella retoza y juega por las salas del centro junto a su amigo Picasso, un chihuahua que siempre ha estado a su lado. A pesar de que el personal sentirá un gran dolor al decirle adiós, es el momento de encontrarle a Faith un hogar para siempre. Las solicitudes han inundado el centro, pero están buscando más. Toda la familia tiene que visitar el refugio antes de que estén dispuestos a desprenderse de ella.
“Ella es tan especial para nosotros”. “Tiene muchas ganas de vivir”, comentaba Jane.
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