Carta al presidente (El Mundo, 25/11/13)
Don Mariano Rajoy Brey
Presidente del Partido Popular
c/ Génova, 13
Madrid
Estimado Presidente,
A través de la presente te comunico la dolorosa determinación de poner fin a mi militancia de casi dos
décadas en el Partido Popular. Te traslado, en consecuencia, la que es, sin duda, una de las decisiones más duras de mi vida.
Me
voy con tristeza del partido al que me afilié con 18 años, del partido
de mi padre, del partido en
el que aún permanece mi padre. Por eso, a pesar de mi marcha, que se
produce con todas las consecuencias, siempre me sentiré vinculado
emocionalmentea las gentes del Partido Popular. Y por ello,
aunque profundamente decepcionado, archivo con cariño y respeto el carné
que he llevado en el corazón desde el 31 de diciembre de 1994.
Hubo
un tiempo en que el Partido Popular fue una herramienta extraordinaria
en favor de la sociedad
española. Siempre lo sentí así. Especialmente en los peores momentos; en
los que nuestros compañeros caían asesinados, en los que los
guardaespaldas eran parte de nuestra vida cotidiana, en los que
entregamos nuestra juventud, nuestra libertad y en algunos casos incluso
la vida al servicio de la unidad de España y de las libertades de todos
los españoles.
Gregorio
Ordóñez fue nuestro héroe y nuestro mártir, Jaime Mayor Oreja nuestro
padre político, Carlos
Iturgaiz y María San Gil nuestros mejores compañeros, y José María Aznar
quien tuvo la valentía para liderar la difícil tarea de gobierno que
necesitábamos - y demandábamos - los vascos del Partido
Popular. Pero eso, por desgracia, es ya historia. Historia pasada.
Hoy,
el arrinconamiento de algunas de estas figuras, y el olvido de otras,
pero sobre todo el abandono
de sus ideas y políticas, de nuestros principios y valores, me han
llevado a tomar esta decisión como en su día ya la tomó José Antonio
Ortega Lara. Hoy, fuera del Partido Popular, me siento más
cerca de él y me siento mejor. Estoy seguro, Presidente, de que esta
decisión en la que muchos me han precedido, no te quepa duda, la tomarán
muchos otros en el futuro próximo, motivados a partes
iguales por tus decisiones e indecisiones como líder del partido.
No
rompo un carné, no reniego de mi pasado, no pienso que todo el esfuerzo
fue baldío.
Eso sí, me voy con tristeza, abrazándome a tantos y tantos compañeros, a
tantos y tantos españoles con los que he compartido colores y con
los que aun comparto valores.
Me
voy, Presidente, con un sentimiento de desgarro interior. Son muchas,
miles, las personas que aún
permanecen en el Partido Popular con las que todavía me siento
identificado; personas que representan una de las dos almas del Partido
Popular, la de miles de afiliados, la de millones de votantes,
la del PP de Madrid, la de José María Aznar, Esperanza Aguirre, Alejo
Vidal Quadras, Jaime Mayor Oreja, o Santiago Abascal Escuza, mi propio
padre.
Pero
me voy porque, a diferencia de ellos, he llegado a la conclusión
definitiva de que no hay ninguna
posibilidad de cambiar las cosas desde dentro, y de que el Partido
Popular, su estructura, sus abnegados militantes, y su generosa y
patriota base social, a la que no os merecéis, están secuestrados
por la inamovible cúpula dirigente a la que representas, cúpula que ha
traicionado nuestros valores y nuestras ideas.
Una
decisión así no se toma en dos días. Acumulo meses de penosas
reflexiones, e incluso años, desde
el Congreso de Valencia de 2008. Hoy, 24 de noviembre de 2013,
traspasado el ecuador de la legislatura, ya no me reconozco en las
políticas de Gobierno del PP, del Gobierno que lideras; y no me
reconozco, precisamente, porque yo sí sigo creyendo en los mismos
principios que inspiraron nuestros mejores días y los mejores días de la
España contemporánea.
No
ha sido el ímpetu, ni la reacción ante concretas traiciones, y mucho
menos el maltrato personal,
las que me han precipitado fuera de mi partido. Se trata de una decisión
largamente meditada que obedece a estrictas razones morales y
políticas.
La
actitud de la cúpula del partido ante la suelta de terroristas ha sido
la gota que ha colmado el
vaso. La excarcelación de terribles criminales ha marcado, sin duda, un
antes y un después en mis sentimientos y mi percepción de la dirección
que representas, pero mentiría si adujera a esta única
razón para explicar este distanciamiento que ha terminado en ruptura.
Llueve, Presidente. Llueve sobre mojado. La continuación de la política
sobre terrorismo heredada del gobierno anterior, el trato
indigno dado a las víctimas del terrorismo y a sus manifestaciones, la
actitud pasmada y pasmosa ante el desafío de los dirigentes
separatistas, la torpe decisión de sumarse al desconcierto que trajo
la ola de reformas estatutarias, la negativa radical a abordar una
reforma profunda del modelo autonómico, el abandono de la defensa de la
lengua común en la educación y en la administración en
algunas regiones, la insólita y suicida posición política del partido en
Cataluña y País Vasco, la consolidación por inacción de toda la
legislación ideológica de Zapatero, el aumento de la presión
fiscal en contra de nuestros principios sobre política económica, la
pasividad ante la legislación que ataca la vida del no nacido, la
actitud acrítica y la falta de medidas ante la corrupción que ha
afectado al Partido Popular, la negativa a democratizar internamente
nuestro partido o el pisoteo de nuestros propios estatutos internos.
Todo constituye un incumplimiento flagrante de nuestro
programa electoral, del contrato que firmamos con los ciudadanos que nos
dieron la mayoría absoluta y, en definitiva, de la misión política
histórica que correspondía al Partido Popular.
He
intentado tan honesta como ilusamente, junto con otros, detener desde
dentro esta deriva. No ha
sido posible. No habéis querido. Me voy con la conciencia tranquila tras
haber topado con el muro infranqueable de la realidad interna de un
partido que habéis acartonado; los congresos siempre bien
amañados, las ponencias políticas convertidas en papel mojado y la
implacable maquinaria del partido convirtiéndonos en “disidentes” cuando
los verdaderos disidentes del PP sois vosotros. Hasta aquí
hemos llegado, Presidente.
A
partir de esta fecha dejo de ser “uno menos” dentro del Partido Popular
y paso a ser un español más,
que buscará el modo más adecuado y eficaz para hacer oír su voz en favor
de España. Y lo haré con las esperanzas intactas, con la ilusión
inquebrantable, y con la confianza plena en la capacidad de
reacción que históricamente ha demostrado nuestro pueblo.
Al
final, la voz de la mayoría de los españoles se oirá entre las
tinieblas a las que el sectarismo de
Rodríguez Zapatero y tu fatalismo, Presidente, nos han condenado;
sectarismo y fatalismo que hoy nos impiden divisar el futuro prometedor
que la España del presente merece, y que la España por venir,
tendrá.
Adiós y buena suerte.
En Amurrio, Álava, a 24 de noviembre de 2013,
Santiago Abascal Conde
Ex – afiliado nº 1999 del Partido Popular
Ex – presidente de Nuevas Generaciones del País Vasco
Ex – miembro de la Junta Directiva Nacional del PP
Ex – miembro de los comités ejecutivos del PP de Ayala, Álava y del País Vasco
Ex – concejal del Ayuntamiento de Llodio
Ex – procurador de las Juntas Generales de Álava
Ex – diputado del Parlamento Vasco
Santiago Abascal abandona el PP y acusa a Rajoy de «traicionar los principios» del partido
Abascal ha explicado a Efe que llevaba «mucho tiempo» sopesando la idea de abandonar «el partido de mi vida y el partido de mi padre», y que «la gota que ha desbordado el vaso ha sido la excarcelación de terroristas».
En todo caso, sus discrepancias con el partido vienen de lejos y abarcan muchas materias.
Así, ha censurado la «política antiterrorista» de Rajoy, su «falta de respuesta a los nacionalistas en Catalunya y País Vasco», su «inacción en la legislación abortista» y también la subida de impuestos.
«Eran muchas las cosas que no compartía con la actual cúpula dirigente», ha expuesto Abascal, que llegó a la conclusión de que «no había ninguna posibilidad de cambiar las cosas desde dentro».
Ha explicado que en los últimos años los únicos cauces de diálogo con la dirección del partido han sido los medios de comunicación porque, según ha dicho, desde que mostró su apoyo a María San Gil -expresidenta del PP de la CAV que dejó el partido al sentir que había perdido la confianza de Rajoy- fue «apartado» de los órganos de dirección y de las listas electorales.
Abascal, que dice haber recibido una «inmensidad» de mensajes de apoyo en estas primeras horas tras hacer pública su salida del PP, ha asegurado que seguirá haciendo política a través de la fundación Denaes (Fundación para la Defensa de la Nación Española) aunque aún es «muy pronto» para decidir si tomará parte en otro partido.
El exdiputado ha hecho pública en su blog una carta dirigida a Rajoy, que este lunes adelanta ‘El Mundo’, en la que le comunica su «dolorosa determinación» de poner fin a su militancia de casi dos décadas en el PP y que califica como «una de las decisiones más duras» de su vida.
El
exedil de Laudio y exparlamentario del PP Santiago Abascal ha
abandonado el PP, en el que militaba desde hace casi dos décadas, tras
acusar al
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