Olegario García junto a las dos piezas cazadas en Boca de Huérgano
Un lobo ibérico menos en nuestras montañas astur leonesas, y un Restaurante más al que no visitar JAMÁS...
Olegario García, dueño del Restaurante Sidrería la Cerezal, en Ribadesella, relata con orgullo en este triste y desalentador artículo, como este sábado descerrajó un disparo en el cuello a "su primer canis lupus" que le miró a los ojos y enseñó los dientes antes de intentar huir al ver la cara de la muerte, la de su verdugo, la de Olegario, restaurador y cazador por afición. El y su "cuadrilla" sin escrúpulos, han pagado a la Junta de Castilla y León 1200€ por tan "valiente" proeza... Mucha gente que ha visitado esa sidrería o ha celebrado allí su boda, no sabe en que sangriento y miserable fin se han ido sus dineros. Pobre lobo de Riaño, que triste final a sus 2 años de vida, y cuanto negocio para la Junta de Castilla León en torno a la matanza de nuestro Signatus.
Nos queda muchísimo por hacer amigos míos, para esta mayoría que somos los defensores de nuestra fauna en peligro, víctimas día a día junto con nuestros defendidos, de esa minoría letal, que encuentra disfrute matando y que aún lo puede hacer bajo el amparo de la ley...
Cazar un lobo no es fácil, mas
bien es cuestión de suerte. Como la que el pasado sábado tuvo el riosellano Olegario García en la
Montaña de Riaño a donde se desplazó con su cuadrilla para participar en una
batida de jabalíes. Esta se desarrolló en el municipio de Boca de Huérgano,
situado al este de Riaño y al sur de Valdeón, una zona en la que la Junta de
Castilla y León ha autorizado para esta temporada la caza de 26 lobos, de los
50 permitidos en la provincia y los 137 capacitados en el conjunto de la
comunidad autónoma vecina.
El lobo, el animal salvaje que mejor representa el
espíritu agreste de naturaleza en la península ibérica, se ha convertido en una
apreciada pieza de caza. Sobre todo en Asturias, donde la especie está
protegida y los controles poblacionales sólo se realizan con personal de la guardería. Sin
embargo, la suerte de Olegario
García le llevó a encontrarse con uno de estos escurridizos
ejemplares en la mañana del sábado. En el ambiente tres grados bajo cero y en
la lejanía, entre el matorral, una pieza no identificada.
“Yo estaba en una
zona alta cuando la vi bajar. Por el tamaño parecía un corzo, pero al ver que
descendía en zigzag pensé en que podría tratarse de un perro de nuestros
monteros”, explicó García. Se tranquilizó, evitó disparar al bulto, pero la
mantuvo encañonada en todo momento hasta que se acercó lo suficiente. “El
animal me vio, frenó en seco, me enseñó los dientes y giró a la izquierda.
Fue entonces
cuando disparé acertándole en el cuello. La suerte del cazador, porque para
hacerte con uno ejemplar de este tipo hay que tener el día. Primero tienes que
verlo, que te salga y luego tener la fortuna de acertarle”, explicó Olegario
García.
Después
de toda una vida practicando el deporte de la caza es el primer ‘Canis lupus’
que consigue cazar. Un trofeo que a la cuadrilla le costó 1.200 euros, los que
le tuvieron que pagar a la Junta de Castilla y León por hacerse con la pieza. La transacción se
realizó ante el guarda forestal de turno quien extendió el precinto
correspondiente en el que se recogen los datos del animal, un lobo de unos dos
años de edad. La del sábado fue una jornada “redonda” para este cazador, que
también dio muerte a una jabalina de 104 kilos de peso, “que seguro nos aporta
una chorizada bárbara”. El lobo, por el contrario, llevará camino del taxidermista
para su posterior exhibición.
“Yo respeto a todo el mundo. Entiendo que el ecologismo tiene su parte buena y hasta cierto punto les defiendo, porque gracias a ellos no todo acaba en destrucción. Pero también hay que entender a la gente que vive del campo y la ganadería y sufre los daños permanentes que ocasiona esta especie”, explicó. Este empresario riosellano entiende que el equilibrio entre unos y otros es un tema que no es de su competencia. “Yo soy un simple cazador que paga sus permisos. Si la Junta de Castilla y León autoriza su caza es porque lo consideran necesario para mantener ese equilibrio. Si el lobo causa muchos daños hay que tomar medidas”, añadió.
En la vecina comunidad autónoma se ha calculado un censo estimado de dos mil lobos. Es Asturias son muchos menos, pero la Junta General del Principado no descarta tomar medidas similares, autorizando la caza de esta especie en algunas batidas de jabalí. Así se lo prometieron a los representantes ganaderos de los Picos de Europa en una reciente reunión. De momento sólo se ha quedado en palabras.
http://coperibadesella983fm.blogspot.com.es/2013/11/un-lobo-menos-un-lio-mas.html?spref=fb
Tremendo, gracias por compartirlo.
ResponderEliminar