Cubainformación
TV – Basado
en un texto de Jean-Guy Allard – Blog “Isla mía” (Cuba).- Los medios
internacionales nos presentan a Leopoldo López, líder derechista e instigador
de la reciente ola de violencia en Venezuela, como una inocente víctima
política de lo que llaman “régimen chavista”.
Leopoldo
López es el típico ejemplo de niño rico de la élite venezolana ligada a los
intereses de EEUU. Allí estudió en el selecto Kenyon College de Ohio y en la
Kennedy School of Government, de la Universidad de Harvard, conocidos criaderos
de oficiales de la CIA.
En
Venezuela, López formó parte de la élite que durante años controló la petrolera
estatal PDVSA, donde fue Asistente al Economista Jefe. Recordemos que Hugo
Chávez realizó una verdadera renacionalización de la industria petrolera,
despidiendo a miles de cuadros que habían construido un estado dentro del
estado a espaldas de cualquier objetivo social.
Implicado en
el fallido golpe de estado de 2002, en diciembre de 2007 Leopoldo López fue
beneficiado por la amnistía otorgada por el propio presidente Chávez.
López lleva
años conectado con el Instituto Internacional Republicano (IRI), ligado al
Partido Republicano de EEUU, que le aporta apoyo estratégico y financiero.
López ha
apostado siempre por la acción violenta contra la Revolución bolivariana. Como
alcalde del municipio acomodado de Chacao, en 2004 dio cobertura a la
estrategia de las llamadas “guarimbas”, acciones de violencia urbana que
causaron entonces varios muertos.
Fundador del
partido derechista Primero Justicia junto a Henrique Capriles, Leopoldo López
apuesta por las vías más expeditas y violentas, para lo que ha creado su propio
partido: Voluntad Popular. Promueve las llamadas “Redes Populares”, una
iniciativa financiada por la USAID, agencia del Gobierno de EEUU, para penetrar
las comunidades populares, cercanas a la Revolución, y reclutar allí personal al
que remunera para acciones de desestabilización.
Personajes
como Leopoldo López no son de generación espontánea. Washington tiene sus
fábricas de “líderes”, a los que provee de fondos y marca estrategias para la
desestabilización de gobiernos incómodos. En Libia, Bolivia, Siria, Ucrania,
Cuba o Venezuela... nada se debe a la casualidad política.
Texto
original
Para
destruir la obra de Chávez, la CIA apuesta por López, el fascista que crió
Jean-Guy
Allard – Blog “Isla mía” (Cuba).- ¿Qué tienen en común el General
norteamericano David Petraeus, el ex director de la CIA que recientemente
renunció, y Leopoldo López Mendoza, jefe de las hordas fascistas que pretenden
acabar con la obra de Chávez? Ambos están vinculados a la Kennedy School of
Government, de la Universidad de Harvard, un conocido criadero de oficiales de
la Agencia Central de Inteligencia.
Muchos
elementos en la vida de López, además de su actual actividad de provocador
golpista, lo vinculan a los órganos de inteligencia estadounidense. Hijo de una
familia que siempre prosperó en las más altas esferas de la fauna política
derechista, se identificó desde joven a Estados Unidos y a las élites del
universo imperial.
Típico hijo
de papá - de los que crecen sobreprotegidos detrás de los muros de mansiones
opulentas en los barrios más exclusivos de Caracas – López fue enviado por su
familia, ya con 18 años, donde los privilegiados del sur envían a sus herederos
a comprarse un futuro.
FICHADO
CIA, DEL KENYON COLLEGE DE OHIO A HARVARD
Es así que,
en 1989, el joven López desembarca en el muy exclusivo Kenyon College, en el
estado de Ohio desde el cual descubrirá a su nueva patria. Casi cinco años se
pasó en esta prestigiosa institución reservada a los ricos: el costo anual del
prestigio académico para chiquitos con plata se eleva hoy día a… 60 000
(sesenta mil) dólares del Tio Sam, una verdadera fortuna.
La CIA no
recluta a su gente entre los pobres. Del Kenyon College, se sabe desde siempre
que la CIA controla elementos entre sus profesores cuya tarea es identificar a
los alumnos que pudieran ser útiles, tarde o temprano, a la “compañía”.
De los años
de la época de la Guerra Fría, se conoce el caso famoso del poeta John Crowe
Ransom que fue considerado por la CIA como un "activo" importante
cuando enseñaba en el Kenyon College, según afirman expertos en la materia.
Su revista
literaria, Kenyon’s Review, de gran influencia entre los intelectuales fue
hasta financiada por la agencia, con fines de penetración de este mundo de
difícil acceso. Hay testimonios que Ransom estaba ayudando a reclutar
potenciales empleados para la CIA entre los estudiantes. Uno de los alumnos de
Ransom, Robie Macauley, pertenecía a la nómina de la agencia cuando sucedió a
Ransom como editor.
Tanto
prestigio tiene Kenyon en la agencia que Michael Morrell, número dos de la
“compañía”, además de ocupar dos veces la dirección interina, que recientemente
se jubiló después de 33 años en Langley, escogió de pronunciar ahí su primera
conferencia de oficial retirado. Entre otras cosas, Morell habló con los
alumnos de tortura, específicamente de simulacros de ahogamiento (waterboarding).
Es difícil
creer que López, latinoamericano de familia rica, no fue monitoreado y fichado
por los “activos” de Kenyon.
No puede ser
por casualidad que López luego reaparece en la Universidad de Harvard – otro
antro de los que sí tienen plata – y específicamente en el Kennedy School of
Government, donde obtuvo una Maestría en Políticas Públicas en 1996.
La Kennedy
School de Harvard es otro terreno donde andan los cazadores de cabezas de
Langley. Varios hechos lo enseñan.
DE DAVID
PETRAEUS A ANGEL CARROMERO
Hay la
historia algo picante del General David Petraeus, jefe de la CIA y hombre de
confianza de Barack Obama en materia de inteligencia, que renunció hace poco
después de confesar sus relaciones adúlteras con Paula Broadwell.
Broadwell se
graduó en la Academia Militar de West Point y trabajó en inteligencia militar
durante mucho tiempo. Se especializó en contrainsurgencia y análisis
geopolítico. Broadwell conoció a Petraeus mientras hacía un doctorado… en el
Kennedy School of Government de Harvard.
Petraeus
desde años frecuentaba la institución donde se sentía bien cómodo: pronunciaba
conferencias y participaba con frecuencia en debates donde se enfrentaba con
otros altos oficiales de la cúpula militar.
General
retirado, Petraeus se consiguíó rápidamente otro puesto de trabajo. Es ahora
profesor en la Kennedy School.
Otros casos
confirman la palpable presencia de la agencia de Langley en los pasillos de la
Kennedy School.
El
presidente de Nuevas Generaciones del derechista Partido Popular español,
el diputado Pablo
Casado Blanco, sirvió de enlace de la CIA para instruir a su subalterno Ángel Carromero de
su misión contrarrevolucionaria en Cuba. Misión que terminó con la muerte del
“disidente” cubano al cual había entregado una fuerte suma de dinero.
Casado que
puso en contacto a Carromero con una misteriosa corresponsal en Suecia que a su
vez lo conectó con un dirigente de derecha sueco con quien viajaría, es un puro
producto de estas grandes escuelas norteamericanas donde la CIA recluta a sus
agentes que luego sitúa en la jerarquía política de su país de origen.
Abogado
formado en Madrid, Casada Blanco se graduó de la Kennedy School.
De regreso
en Venezuela, López ocupa el cargo de Analista, Asistente al Economista Jefe y
Asesor Económico en la Coordinación de Planificación de PDVSA, la petrolera
nacional, gracias a su mamá, Antonieta Mendoza de López, quien fue Directora de
Asuntos Públicos de la empresa.
CON PLENO
DEL IRI Y DE LA USAID, FACHADAS DE LA CIA
Es también a
una donación de su mamá que desvió fondos de PDVSA a beneficio de las aventuras
políticas de su hijo, que López deberá más tarde su presencia ante los
tribunales donde tendrá que explicar este fraude.
Pronto el
político se conecta a la CIA, más bien a una conocida fachada de la “compañía”,
el International Republican Institute (IRI) del Partido Republicano, que le
extenderá luego todo su apoyo estratégico y financiero. Con este propósito,
realizó a partir de 2002 frecuentes viajes a Washington tanto a la sede del IRI
como realizando encuentros con funcionarios del gobierno de George W. Bush.
Mientras
tanto se integra a la asociación civil Primero Justicia, que luego se
convertirá en partido político que hoy encabeza su rival, Henrique Capriles
Radonski. Este otro hijo de papá también constituye un elemento del mecanismo
desestabilizador programado por la CIA, el Departamento de Estado y su Embajada
en Caracas.
El 11 de
abril de 2002 encabeza la marcha de la oposición golpista al Palacio de
Miraflores, que provocó la muerte de decenas de personas y luego el secuestro
del Presidente Hugo Chávez.
Fue entonces
implicado en el criminal arresto del ministro de Interior y Justicia, Ramón
Rodríguez Chacín. La causa judicial contra López por estos hechos fue cesada el
31 de diciembre del 2007 debido a la amnistía otorgada por el propio presidente
Chávez.
A pesar del
fracaso del plan CIA de desestabilización, López siguió desde entonces con sus
provocaciones fascistas, inspiradas de los manuales de la inteligencia yankee.
A finales de
febrero de 2004, fue uno de los jefes de la guarimba de Chacao donde era
alcalde, para “forzar” la renuncia del Presidente Chávez, provocandos más
muertos.
Frustrado
por no ocupar el puesto de líder en otros partidos, López crea luego el suyo
propio, denominado Voluntad Popular, donde da libre curso a sus ideas
extremistas de inspiración claramente nazi. También promueve las llamadas
“Redes Populares”, una iniciativa financiada por la USAID, con el objetivo de
penetrar a las comunidades y romper las filas revolucionarias, al reclutar
personal remunerado para las acciones desestabilizadoras supuestamente
“espontáneas”.
López es
primo de otro agente CIA, Thor Halvorssen, autoproclamado jefe de la Human
Rights Foundation, una criatura CIA que mafió en el fracasado golpe contra el
presidente Boliviano Evo Morales, en 2009. La sucursal boliviana de la falsa
ONG de Halvorssen , era dirigida por el terrorista cubanoamericano Armando
Valladares, viejo cómplice de la agencia de inteligencia norteamericana.
Personajes
como López, en América Latina y en el mundo entero, donde el imperio lucha por
sus intereses, son raramente de generación espontánea. Nada se debe a la
casualidad. Washington tiene sus fábricas de “líderes” que provee a sus
mecanismos de inteligencia el material necesario para sus planes maquiavélicos.
“Líderes” formados en sus academias de futuros desestabilizadores de todas
procedencias, a la imagen de su amo imperial.|Cortesía del autor.
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