Se niegan a entregar a la policía el parte médico
Familiares de la mujer
hospitalizada en Valladolid a consecuencia de una agresión policial,
denuncian presiones por parte del Cuerpo. Los doctores se negaron a
entregarle a la policía el parte médico.
Encarna, de 56 años,
continúa ingresada en el Hospital Clínico de Valladolid a causa de un
ictus hemorrágico que sufrió tras la intervención de la policía el
pasado domingo, cuando se manifestaba a las puertas de un conocido
restaurante donde comían algunos miembros del Partido Popular, que
cerraban la convención que habían celebrado durante el fin de semana en
la ciudad castellana.
A pesar de las imágenes
donde la policía se emplea contra los manifestantes, que en todo momento
aseguraron comportarse de manera pacífica, el subdelegado del Gobierno
en Valladolid, José Antonio Martínez Bermejo, señaló que "en la
intervención no hubo carga policial".
La versión de los hechos
de la Subdelegación del Gobierno también apunta a que el motivo del
ingreso de Encarna en el hospital, que se encuentra estable, aunque
grave y con pronóstico reservado, no es consecuencia de golpe o
contusión alguna.
De nuevo esta versión de
los hechos dista de la que cuentan los manifestantes que, además de
señalar a las imágenes de vídeo donde Encarna fue zarandeada, también
aseguraron ver cómo le golpearon en la cabeza.
Unos golpes que confirma
una amiga de la víctima, Flori, que permanece con ella en el hospital:
"Tiene dos porrazos visibles en la cabeza". La hija de Encarna también
sale al paso de lo sucedido en la manifestación: "Mi madre sufrió un
infarto hace diez años, pero está en el hospital por los golpes que le
dieron". Respecto a los hechos señala que, "después de ver todo lo
ocurrido y el comportamiento de la policía, me da vergüenza vivir en
este país".
Tanto hija como amiga
aseguran que los facultativos observaron una subida de la tensión fruto
de las circunstancias que vivió en la manifestación y que le provocaron
el ictus.
Otro punto al que se
refieren la hija de Encarna y Flori, la amiga que la acompaña, es una
serie de circunstancias anómalas desde que se produjo el ingreso
hospitalario. "El domingo, cuando Encarna llegó, se cerró toda la planta
donde estaba ingresada, yo tuve problemas para poder acceder cuando me
iba a quedar a dormir con ella", recuerda Flori, quien explica que "la
persona de seguridad que estaba en la planta nos dijo que le habían dado
orden de cerrar".
A este hecho, que se
produjo el primer día, las allegadas de Encarna suman que "la policía se
ha presentado el lunes y el martes para pedir a los facultativos el
parte médico de Encarna". Una práctica a la que los doctores se negaron a
acceder sin permiso de la víctima, que no quiso ofrecérselo a los
agentes que se personaron en el hospital, según sostienen la amiga y la
hija de la convaleciente.
Por su parte, la
Subdelegación del Gobierno en Valladolid señala que la versión de la
policía es que ellos no van a por partes médicos (¿tampoco la llaman golfa? N. de E.) y que tampoco lo han hecho en el caso de Encarna.
El diario.es
Foto: el diario.es
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