En homenaje a Islero, en el sesenta aniversario de su asesinato en la plaza de toros de Linares. Era Miura, negro bragado, de 495 kilos de peso, nacido en 1945, hijo de Formalito y de Islera. Murió matando. Descanse en paz."

 "Hace sesenta años que un tipo enjuto, feo, sieso y franquista te atravesó el alma con un estoque de muerte. Ya ves, Islero, él ha pasado a la historia como un héroe nacional y tú como el Miura asesino que lo mandó al infierno. No es justo. Nadie se acuerda de tí­ salvo para insultar al prójimo o ponerle nombre a la maldad.
Si te hubieran juzgado, probablemente algún abogado hubiera alegado, en tu favor, que corneaste a Manolete en defensa propia. Es lo menos que se podí­a esperar de tí­, un ser vivo, acorralado, moribundo, aturdido y con el luto, marcado a fuego en tu destino, desde el primer aliento que diste en este mundo hecho a medida de la crueldad humana.

 Yo, Islero, sin embargo, te mando esta carta como agradecimiento, a saber cúantas muertes y torturas más habrí­a perpetrado tu adversario si no le hubieras pinchado la arteria femoral aquel 28 de agosto de 1947. Es lo que tiene este asunto, quien a hierro mata a hierro muere, solo que unos se llevan la gloria y otros acaban disecados en la trastienda de la historia.

A ti no te van a dedicar una pelí­cula con actores de lujo, ni vas a inagurar las páginas de la memoria en los informativos, ni un pasodoble, ni un poema, ni una calle, ni un monumento, ni una mención, ni una imagen que no sea la de tus quinientos kilos de negrura ensangrentada y arrastrada por el maldito albero de Linares.

Allá donde estés, Islero, en las dehesas del otro mundo, si ves algún fantasma vestido de mamarracho que te llama, que levanta una espada o agita un capote, tú ni caso, mira para otro lado y déjalo masticando su maldad y tu indiferencia.

P.D.

En homenaje a Islero, en el sesenta aniversario de su asesinato en la plaza de toros de Linares. Era Miura, negro bragado, de 495 kilos de peso, nacido en 1945, hijo de Formalito y de Islera. Murió matando. Descanse en paz."

Manuel Rubiales, "Homenaje a Islero"