Atizando las ya manidas tesis de Huntington, Paco Marhuenda y cierra España hace un recuerdo de la masacre a su manera, eternizando la guerra de moros contra cristianos allende los siglos pese a que, en este caso, los cristianos sean tumbas y los moros manejen tarjetas SIM para programar atentados.
Un extraño misterio que sale a diez años de la barbarie, en exclusiva en su periódico, y en una más extraña todavía consonancia con los desvaríos de Aznar cuando para hablar de Al Qaeda dijo aquello de “ningún musulmán me ha pedido perdón por ocupar España durante 8 siglos”.
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