La superioridad del garrote
La frasecita de Cañete sobre la superioridad intelectual se las trae, pero es lo más suave que se puede escuchar de un misógino, ya que lo que oculta en las escasas neuronas que pueblan su cerebro es mucho más peligroso para las mujeres.
El nivel del discurso que suele mostrar la política en este país es tal que un desbarre de Cañete sobre las mujeres puede hacer que el PSOE logre una leve paralización del hundimiento en que anda metido. Que el candidato popular es un bocazas impregnado de machismo por los cuatro costados el algo que todo el mundo sabía, pero un patinazo así es el mejor regalo que le ha podido hacer a los socialistas.
Sin embargo, la frase con la que empieza su vergonzosa excusa para justificar el lamentable papel que hizo en el debate con Valenciano es mucho más grave, aunque haya pasado más desapercibida. Que un candidato suelte en público que "si soy yo mismo, me temo" denota la siniestra oscuridad de la caverna por donde anda este sujeto.
Y ahí está toda la casta pepera, mujeres incluidas, arropando a un macarra que en una semana se convertirá en la imagen del Partido Popular en Europa. Es todo tan patético...
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