Anda por ahí una sexagenaria que piensa que por el hecho de
ser condesa, de haber estado toda su vida chupando del bote del dinero
público
puede decir e insultar a todo aquel que ponga en peligro su condición de
chupóptero. Aparca en el carril bus y cuando se presenta
la policía, a la cual dice defender, si le piden los papeles, ella los
pierde totalmente
y si viene al caso se da a la fuga llevándose a todo el que se
interponga en su
camino.
Ella nunca pide disculpas, para eso ella es condesa, presume
de tener la sangre azul, por cierto como las babosas, y sangre que ella llama
valiente, por haber apoyado su familia la tortura animal, cuando de ningún modo
la tortura puede ser considerada cultura. A ella a eso le da lo mismo.
Presume de liberal, pero solo para su persona, al resto no
les permite la menor crítica, entonces es la condesa, de sangre azul como las
babosas. Últimamente se ha puesto muy nerviosa porque se comienza a hablar de
la corrupta casta política española y se ha sumado a la criminalización de
Podemos. Anoche hizo el ridículo más absoluto, y eso le puso muy, pero que muy
nerviosa, ella quería apretarle las tuercas a Pablo Iglesias, pero se pasó de rosca y perdió el control.
Mientras fue prescindible de la Comunidad Autónoma de
Madrid, al igual que la prescindible de la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha, hicieron de la educación, la
sanidad, la ley de la dependencia…, un auténtico lodazal de cieno negro como su
“católico” corazón, de mantilla y peineta vaticana moño en forma de nido, nido donde
ni los buitres anidan por su falta de sensibilidad social.
Un día la señora condesa pensó o decidió que debía
armonizar sus quehaceres con la vida familiar, conciliación laboral y familiar
que dicen que se llama y dimitió como prescindible de Madrid. Se abrieron botellas de cava catalán como si
fuese navidad, que en estos tiempos de crisis económica tiene mérito. Ilusos, ilusos, antes de terminar el ultimo
sorbo de cava, sale el ministro José Manuel Soria, , joder, perdonen la
expresión, lo que me recuerda este hombre al impresentable marido de la
Botella, diciendo - con lo difícil que es encontrar trabajo hoy en día- que le
ha ofrecido un puesto como asesora en Turismo, para trabajar como funcionaria,
su puesto y sus funciones, sin embargo, no son las de una funcionaria
cualquiera dedicada a labores burocráticas al uso.
Desde el pasado 8 de
octubre de 2012, día en el que se incorporó a su plaza “trabaja” a las órdenes
-ella que es lideresa- de la secretaria
de Estado de Turismo, Isabel Borrego (esposa del prepotente y chulito Vicente
Martínez Pujalte) por su presunto trabajo cobra 3.000€ al mes, una miseria, como
cualquier mileurista, eso sí multiplicado por tres y trabajando menos de la
tercera parte, suponiendo que trabaje algo, que ya es mucho suponer. Por si fuese poco esto nos enteramos de que
además de esos 42.000
€ mensuales (siete milloncejos de
pesetas), más dietas y viajes de “trabajo “cobra en concepto de haber sido,
diputada, ministra y prescindible de Madrid, otros 90.000 € anuales de
manera vitalicia, con lo cual se junta esta señora con la cantidad de 132.000 € al año, casi dos millones de pesetas al mes, luego
dirá que tiene dificultades para llegar a fin de mes, como dijo en cierta
ocasión. Qué pena que el taperware...
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