El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha recibido duras críticas incluso desde su partido tras defender que si llega a gobernar organizaría funerales de Estado para las víctimas de la violencia de género. El aluvión ha sido tal que este viernes se ha echado para atrás y ha afirmado que lo que quiso decir era que estos crímenes son "una cuestión de Estado".
"No me expresé bien, lo que quise decir es que la violencia machista es una cuestión de Estado, pero, si la familia lo considera oportuno, el Gobierno debería de estar presente de alguna manera", ha explicado Sánchez en una entrevista en Telecinco.
Sánchez ha añadido que desde que hace unos días visitó un centro de recuperación de mujeres maltratadas en Madrid le ha dado "muchas vueltas al problema". Tras estudiarlo, ayer anunciaba su intención de montar funerales de Estado para cada asesinada.
En cuanto a la orgía que han disfrutado algunos altos cargos socialistas con las tarjetas 'black' de Caja Madrid el líder del PSOE se ha limitado a pedir "perdón a la ciudadanía". Sánchez ha calificado de "tropelías" el robo de dinero público sin ningún control, además de considerarlo un "escándalo", aunque ha asegurado que va a tomar "decisiones muy duras".
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