Una comitiva constituida por un agente judicial, un cerrajero, un empleado de banco y varios agentes de la Policía Local de Gijón se presentó este lunes en un piso para proceder a un desahucio por la deuda contraída por sus dueños con una entidad bancaria. El asalto sería uno más de los que tienen lugar cada día en España si no fuera porque se equivocaron de casa.
El matrimonio, con dos niños de 9 años y de 19 meses, se encontraba ausente, por lo que fue necesario forzar la cerradura para entrar. El agente judicial dio por enajenado el piso tras realizar un inventario de las pertenencias que había y cambiar la cerradura, sin que a nadie le pareciere extraño el orden que había en la vivienda, algo extraño cuando se espera un desahucio.
Un vecino de Jaime y Jessica, que se encontraban trabajando, les avisó por teléfono de que en su casa estaba pasando "algo gordo", y cuando regresaron la comitiva ya se había largado y las llaves no servían para abrir la puerta.
Tras cinco horas de gestiones, explicaciones, y llamadas teléfonicas, lograron localizar al cerrajero que intervino en el desahucio para que les diese las llaves de la nueva cerradura. Es lo único que han logrado, porque ningún organismo oficial se ha puesto en contacto con ellos para dar alguna explicación o pedir disculpas por el error.
Los vecinos creen que el motivo de tan lamentable equivocación está en el cambio de numeración realizado hace un año en las viviendas de la calle, por lo que muchas de ellas mantienen dos números en sus portales, el antiguo y el nuevo.
Fuente: 'cadenaser.com/ser/2015/02/24/sociedad/1424765330_626274.html'
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