Estaba en el hipotálamo


La hormona es tan pequeña, informan los científicos, que se tuvo que emplear cirugía preciosista para aislarla y poderla analizar. El Departamento de Hormonas Pequeñas de la Universidad de Deusto, que llevaba casi nueve años de investigaciones infructuosas, informó de la noticia ayer por la tarde, y asegura que el descubrimiento es tan extraordinariamente grande que incluso se han olvidado de todos los demás, incluyendo el de la penicilina, la rueda y la electricidad.



Al parecer, la hormona permanecía agazapada en la parte de detrás del hipotálamo, y no fue descubierta hasta ahora porque se quedaba totalmente inmóvil cada vez que detectaba la presencia de investigadores. Cada cuatro años, coincidiendo con el estado de incertidumbre que se produce durante el periodo electoral, se cree que esta hormona abandona el hipotálamo y se traslada a la médula oblongada a través del puente de Varolio, con tal sigilo que los flóculos del cerebelo apenas perciben una ligerísima vibración, similar a cuando una pluma de azor cae sobre el pecho de un hombre honrado.


 Los científicos creen que una vez instalada en el cerebelo, desprende un poderoso almizcle que inhibe cualquier razonamiento objetivo, hasta tal punto que puede alterar incluso el significado de palabras tan sencillas como popular o socialista.


En un primer momento se llegó a pensar que la hormona era hereditaria, pero ahora todos los indicios apuntan a que podría penetrar en el cuerpo a través del pollo. La Junta Electoral recomienda la extirpación de la hormona pero algunos especialistas lo desaconsejan, pues creen que al votante se le quedaría la voz como a la de una vicetiple.