España pide a Bruselas que autorice vehículos diésel más contaminantes 000000 4

El Gobierno español quiere permitir que los nuevos coches contaminen más para proteger la industria automovilística. Tras el escándalo Volkswagen, el Ministerio de Industria considera que exigir motores más limpios “tendría consecuencias negativas para la economía española”, según su propuesta oficial sobre nuevos límites legales de emisiones en la Unión Europea.


El texto que el Gobierno del PP acaba de enviar a la Comisión Europea (CE) permite que los automóviles diésel puedan emitir hasta un 43% mas de dióxido de nitrógeno (NO2) que el máximo calculado por los técnicos europeos. Eso supone que, en una primera fase, cada coche pueda lanzar 184 microgramos de este tóxico a la atmósfera por cada kilómetro recorrido en lugar de los 128 planteados por la CE.


Ahora, lo que hace Industria es tratar de conseguir una postura mucho más permisiva con los fabricantes de coches a la hora de establecer los nuevos límites de contaminación. La razón principal utilizada en el documento es que “la introducción de nuevos y duros requerimientos” en el campo de las emisiones tendría repercusiones económicas negativas.


La propuesta española amplía con largura la cantidad de NO2 que podrán lanzar al aire los vehículos y amplía el calendario de adaptación a esos niveles de contaminación “para permitir a los fabricantes que se adapten gradualmente a las nuevas normativas”, se lee en el escrito enviado a Bruselas.


El Ministerio de Industria alega que obligar a que los fabricantes hagan vehículos más respetuosos con el medio ambiente y la salud “introduciría el riesgo de destrucción de empleos de alta cualificación”. Además, asegura que “tendría implicaciones negativas en toda la cadena de comercialización y que ello “reduciría la inversión en I+D+i y facilitaría la introducción de tecnologías no europeas”.


La contaminación por NO2 que sale de los tubos de escape ha sido la protagonista del fraude que, durante años, ha llevado a cabo el grupo Volkswagen. Sus motores de gasóleo llevaban un sistema para trucar las pruebas de gases. Así obtenían la certificación ambiental y sus unidades accedían a las bonificaciones que los estados dispensan a estos modelos.


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