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domingo, 21 de febrero de 2016

Rita Maestre: "Pertenezco a una familia católica y he ido a misa millones de veces"



Hablamos con la nueva portavoz del Ayuntamiento de Madrid, para la que la Fiscalía pide un año de cárcel por su supuesto asalto a la capilla de la Facultad de Ciencias Políticas en 2011.

18 de junio de 2015 / 8:16


Lo primero que le dijo su madre cuando fue a ver las dependencias en las que iba a trabajar en el Palacio de Cibeles fue: “¡Pero hija! ¡Este despacho es más grande que tu piso de Ópera”. Rita Maestre lleva solo dos días en esa habitación y aún no ha superado el shock del protocolo institucional: “Manuela está más acostumbrada porque tiene experiencia administrativa previa, pero de primeras, a mí me alucina que los oficiales se me cuadren. Luego me acostumbraré... o les pediré que dejen de hacerlo directamente”.


A sus 27 años (que en el cara a cara parecen incluso menos), Rita Maestre es la nueva portavoz del Ayuntamiento de Madrid. Licenciada en ciencias políticas, antes de llegar al consistorio intentó encontrar trabajo “en lo suyo” en España, pero no lo consiguió. Acabó en América Latina, trabajando en un think tank para el que realizó estudios demoscópicos. Después regresó a Madrid y mientras se embarcaba en esa aventura llamada Podemos empezó un postgrado en economía que aún no ha terminado y que piensa finalizar este otoño, a pesar de sus nuevas atribuciones. “Va a ser un verano intenso”.


'hacer visible un conflicto'

El bautismo al frente de su nuevo cargo ha sido de fuego: por un lado, Guillermo Zapata, el que iba a ser el concejal de cultura de la capital, ha tenido que dimitir tras salir a la luz sus polémicos tuits publicados en 2011. Por otro lado su propio puesto ha estado en cuestión. La fiscalía de Madrid pidio ayer un año de prisión para ella por un asalto/protesta a las capillas de la Complutense en el que estuvo envuelta en 2011 y Antonio Miguel Carmona, del PSOE, insinuó que tal vez debería dimitir: “Ningún imputado debería ocupar un cargo público”.


¿Podrías reconstruir cómo fue el día de tus protestas en las capillas de la Complutense?
Me levanté, fui a clase y luego bajé. Era la semana del 8 de marzo y mi colectivo [Contrapoder, semillero de Podemos], el colectivo gay y el colectivo de mujeres habían organizado una marcha. Me uní a ella y llegamos a la capilla, donde muchas de las cosas que se dicen que ocurrieron, no ocurrieron.

¿Qué no ocurrió?
 
Te aseguro que nunca dijimos que íbamos a apalear a nadie.
"Creo que no soy muy hipster. No me siento suficientemente moderna. Tampoco sabría definir qué es. ¿Una persona que escucha Los Planetas y se cierra la camisa hasta arriba?"

¿Y luego?
Pues unos días después vinieron unos policías a mi casa y me detuvieron.


¿Qué queríais conseguir con esa protesta en la capilla?
Una universidad pública no es un lugar para una capilla. Es una reliquia franquista. Son espacios infrautilizados y hay una falta endémica de aulas. Así que la reivindicación no tenía nada que ver con la religión católica sino con hacer ver que ese no era un lugar para una capilla.

   
¿Lo volverías a hacer?
Ahora mismo no, claro. Siendo concejala, no.


¿Y dos días antes de que te nombrasen concejala?
El de entonces era un contexto muy distinto, de mucha movilización. Fue un poquito antes del 15M. Yo cuando miro mi trayectoria pienso, ¿por qué no se nos ocurrió antes hablar con las instituciones?


¿Quieres decir hablar con el rector?
Digo buscar cauces institucionales que ahora nos parecen naturales y entonces no, porque era un momento de ebullición de la protesta estudiantil, con prácticas muy similares a la de la capilla. Pensábamos que había que hacer cosas para llamar la atención. De la misma forma que cuando se aprobó el Plan Bolonia fuimos a la sala donde se reunían los representantes políticos a protestar, pues esto era una cosa similar. La idea era hacer visible un conflicto.


¿Pero lo harías otra vez?
No sé decir si lo haría otra vez, porque una vez que ha ocurrido y las consecuencias han sido negativas, sería muy fácil para mí decir que no.


¿Quizá en su momento no fuiste consciente de que estuvieses agrediendo un derecho fundamental como la libertad de credo?
No creo que fuese eso. En ese momento eran las elecciones del rectorado y se quiso usar esa acción políticamente. Se nos acusó a las personas más activas políticamente. Yo iba a clase con el capellán de la facultad los tres primeros años de carrera. Teníamos visiones políticas muy distintas pero discutíamos muy bien y nos veíamos mucho en la cafetería. Y de hecho creo que esa fue una de las razones por las que me detuvieron a mí: porque él me vio y me reconoció.


No pensabais que estuvieseis ofendiendo a esos creyentes que estaban asistiendo a un acto religioso sino que estabais reivindicando la recuperación de un espacio.
Las dos cosas son compatibles, pero yo no tenía intención de ofender a ningún católico. De hecho pertenezco a una familia católica y he ido a misa con mis abuelas millones de veces. Aquella reivindicación fue pacífica, a pesar de lo que se cuenta.


¿Has hablado con Carmona?
No. He hablado con una concejala del PSM que me ha dicho que no es cierto que hayan pedido mi dimisión.


¿Crees que te debería haber llamado él?
No me hubiese molestado una llamada.

'no tengo ningún apego a mi puesto'

 

Lo primero que llama la atención al llegar a la que va a su zona de trabajo los próximos cuatro años es la diferencia de edad que hay entre ella y las funcionarias a su disposición. “Tengo tres secretarias... ¡Y yo no necesito tantas! En la medida de lo posible voy a intentar seguir gestionando mi vida cotidiana yo misma”. También es notorio que el antiguo gabinete de Botella sigue en las dependencias y que están ahí, observando silenciosamente y con mucha atención los movimientos de estos jóvenes concejales que pronto prescindirán de sus servicios.


“Hay mucha gente que tiene muchas ganas de ser tenida en cuenta. El funcionariado estaba con una mano encima de otra. Gallardón sobredimensionó el equipo de asesores, gente de confianza política y eso no tiene sentido. Pero no pretendemos arrasar con todo, ni mucho menos. Solo cambiar algunas cosas. En los pasillos me encuentro a mucha gente que me dice que ya era hora de que hubiese un cambio, que aquí ya no se podía ni estar”.


rita maestre 2
En los pasillos nos encontramos con varios concejales, entre ellos Guillermo Zapata, quien le explica a Maestre que viene a ultimar algunos detalles de su traspaso con Manuela. “Yo creo que a los funcionarios es lo que más les llama la atención. La familiaridad con la que nos tratamos”.


 Todos hablan con tanta informalidad como se visten. “Solo me he comprado una chaqueta y dos blusas para mi nuevo puesto. No quiero ir disfrazada de algo que no soy”, explica Maestre.
Si fuésemos atrás en tu línea de Twitter, ¿qué es lo peor que encontraríamos?

 
Nada, porque me lo hice hace menos de un año sabiendo que Twitter era un lugar que había que tomarse en serio.


Después del escándalo de Zapata, ¿los miembros del equipo vivís en una paranoia por lo que puedan encontrar en vuestro timeline?
No. Hacemos bromas... bromas de las que se pueden hacer (risas). Esto ha sido una forma muy abrupta de recordar que tenemos una lupa muy grande encima.


El contexto de las bromas de Guillermo Zapata, ¿era importante?
Sin duda. Si no fuese así, podríamos pensar que es un antisemita, cosa que no tiene absolutamente ningún sentido.


¿Crees que es suficiente la decisión de una salida parcial y no una salida completa del Ayuntamiento?
Sí. Como el contexto importaba, el contexto explica la situación. Guillermo no estaba dando opiniones políticas, que le inhabilitarían en el caso de haber tenido un cargo político público. Lo que sucedió es que su comprensión de los límites del sentido del humor podían afectar a su labor como concejal de cultura. Pero como era una cuestión relacionada con la política sino con ideas culturales, pues entendimos que solo afectaba a su trabajo en el área de cultura y no al resto de sus funciones como concejal.


Si en el juicio del tema de la capilla se fallase en tu contra, ¿estarías dispuesta a sacrificar tu puesto?
No tengo ningún apego a mi puesto. Claro que sí.


Pero ¿cuál sería el punto de inflexión que te haría dimitir?
Que se convierta en un clamor y que trascienda el interés de quien lo ha puesto en marcha, que creo que es lo que le pasó a Guille. Es evidente que alguien miró con una intención política el timeline de Guille. Cuando eso trasciende el interés político y cultural y genera conmoción y rechazo, entonces es un momento para planteárselo.


¿Habéis tenido tiempo Manuela y tú de discrepar en algo?
Claro, ella era la candidata y yo la coordinadora durante la campaña.


¿Y en qué discrepáis frecuentemente?
Tenemos estrategias distintas sobre cómo afrontar los medios de comunicación. Ella es menos mediática que yo.

¿'hipster' yo?

 

Rita Mastre se crió en un entorno familiar que ella tilda de “progre”. Su madre trabaja en el ayuntamiento, su padre en la agencia tributaria. Según ella misma, en el año 1982 hubiesen votado al PSOE de Felipe González, no al Partido Comunista.


Ahora, sus progenitores están involucrados en la causa de Podemos hasta el tuétano. Aunque es del dominio público que fue novia de Íñigo Errejón, ella detesta hablar de ese tema. “Y decir que no hablo de ese tema es como hablar de ese tema. No quiero volver a encontrarme un titular mañana sobre eso'”.


¿Te sientes representante de una generación?
Pertenezco a un grupo de gente que ha visto sus expectativas truncadas. Nos djiermos que si lo hacíamos bien, si estudiábamos, si luego hacíamos un máster, las prácticas gratis, nos iría mejor que a nuestros padres... y nos lo creímos.


Si mirásemos tu hoja de vida laboral mañana, ¿encontraríamos algún día cotizado?
Sí, pero de trabajos precarios. He estado contratada por Podemos cuatro meses, pero mi último trabajo en España antes de eso fue en un centro comercial, subiendo y bajando a niños de un tobogán.

Menos un trabajo de encuestas sociológicas, que era absolutamente precario también pero que me interesaba, el resto han sido trabajos de camarera, de niñera... y así me he pagado la carrera.


Así que el sueldo más alto que has cobrado en tu vida es este, el del Ayuntamiento.
Sí.


¿Sabes lo que vas a cobrar ya?
Nos comprometimos todos antes de llegar aquí que excepto familias con cargas o necesidades especiales, todos cobraríamos 1.800 euros.


Y si en un momento dado tu carga de trabajo fuese muy superior de lo que tú te esperabas, ¿te parecería justo que te aumentaran el sueldo?
No. Creo que es una cosa simbólica. No hay una relación directamente proporcional entre la carga de trabajo y el sueldo. La gente que cobra 15.000 euros no tiene más carga de trabajo o es más productiva que la que tiene 3.000. Yo creo que es un sueldo razonable y que es una forma de decir que los cargos públicos pueden hacer una vida normal como el resto de los ciudadanos con ese dinero y que llegar a este cargo no suponga un cambio de estatus. Es un mecanismo útil para que no se produzca esa distancia entre la clase política y la gente.


¿Cuál ha sido el criterio para fijar ese salario? ¿El nivel salarial medio de los españoles?
No. Sinceramente no sé cómo se ha hecho el cálculo. Con un sueldo mínimo se vive mal y este me parece un sueldo razonable.


¿Te sientes identificada con la etiqueta que le quiso poner Monedero a Podemos, la de hipster?
No, para nada. Solo que yo creo que no soy muy hipster. No me siento suficientemente moderna para ser hipster. Tampoco sabría definir qué es un hipster. ¿Una persona que escucha Los Planetas y se cierra la camisa hasta arriba?



 http://www.revistavanityfair.es/actualidad/politica/articulos/entrevista-rita-maestre-portavoz-ayuntamiento-madrid-asalto-capilla-facultad-manuela-carmena/21032





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