No imagino lo que se debe sentir cuando,
después de intentar mantener un comportamiento ejemplar en tu vida a
contracorriente del sistema, compruebas que la recompensa (aunque no la
busques) consiste en que te traten de sinvergüenza y especulador con
publicidad y por medio del poder de todos los grandes altavoces
existentes en un país. No lo imagino porque yo no soy un ejemplo de
nada, pero debe ser desesperante y deprimente.
Intenta imaginar que has comprado un
piso de precio tasado y que, llegado el momento de la entrega tras
cuatro años de adelanto de cuotas sobre plano, o posteriormente, bien
porque la situación del inmueble ya no es compatible con tu destino de
trabajo, o bien porque ya no puedes hacer frente a los pagos por el
motivo que sea, tienes que plantearte su venta.
Sigamos poniéndonos en
situación. Tras solicitar el permiso preceptivo al organismo
correspondiente, previa justificación, te conceden ese permiso para su
venta (que es lo habitual en estos casos). Bien… hay que saber que los
precios de venta tasados (a los que te permiten como máximo vender este
tipo de inmuebles) están muy por debajo del precio de mercado. En el
caso del piso que vendió Ramón Espinar, probablemente unos 60 a 70 mil
euros por debajo de lo que en el momento de la venta era su precio en
vivienda libre. Seguimos.
Lo común en estos casos, como confirma
el propio comprador de la vivienda del ahora senador por Podemos, es que
los propietarios pidieran una cantidad en negro por encima del precio
tasado. Sabemos que es ilegal, y podemos valorar si esto está mal o está
bien, aunque sin perder de vista las circunstancias de cada cual en un
sistema que es cualquier cosa menos justo o protector. Pero lo que no
podemos hacer es ser tan hipócritas como para hacernos los sorprendidos.
Bien… la pareja que compra el piso a Espinar,
después de mucho buscar, se encuentra con un chaval que no quiere ni un
duro más de lo que marca la Ley. Y no lo quiere por principios. Y no sé
a cuánta gente conoceréis capaz de no aprovecharse de unas
circunstancias convertidas en norma (casi en sentido común), pero yo no
conozco a demasiada.
Decían los que han puesto a caer de un
burro a Espinar por nada, que podía haber vendido el piso por un precio
inferior al tasado. Y es verdad. Incluso podía haberlo regalado. Pero
también podía haber hecho lo que hacía casi todo el mundo, y no lo hizo
por convicción. ¿Se llenarán las portadas comentando este particular?,
¿lo hará Ferreras, Ana Rosa Quintana, quizá Susanna Griso o Pepa Bueno,
tal vez El País?, ¿o quizá lo harán esos otros medios digitales que
dicen ser independientes y en muchos casos de izquierdas, pero que no
han perdido la oportunidad de airear el asunto de malas maneras? ¿Se
dará voz a los compradores de la vivienda en esos medios que se han
desvivido por desprestigiarlo?, ¿se rectificará?
Ya sabemos que no. Y esto, por más que
lo sepamos, pone de muy mala leche. Que se intoxique y se intente
manipular es probablemente lo que más molesta de todo este sistema de
mierda. Que sean tan cobardes y mezquinos es lo que más duele. Más que
las propias políticas de expolio y depredación que están llevando a
término los oligarcas que marcan el rumbo de este podrido país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION