El permanente y enérgico
coito que el Partido Popular viene realizando sobre los españoles desde
la últimas elecciones generales de 2011 podría tratarse de una relación
sexual absolutamente consentida por parte de los ciudadanos penetrados,
según se desprende de los numerosos vídeos aportados por los abogados
del Partido del Gobierno.
En estos documentos audiovisuales pueden
apreciarse claramente las actitudes tranquilas y desenfadadas de los
españoles tomando una cerveza en las terrazas de las cafeterías,
paseando por las calles y las alamedas o animando a su equipo de fútbol
favorito mientras el Partido Popular entrega los hospitales públicos a
delincuentes privados, utiliza el dinero de los contribuyentes para
comprar volquetes de putas o protege a los gánsters de los bancos y las
compañías eléctricas para que puedan estafar sin que los usuarios puedan
romperles todos los dientes de la boca de un puñetazo.
Un equipo de ginecólogos
jurados del Ministerio del Interior ha examinado a más de siete millones
de ciudadanos y no ha encontrado señal física alguna de que M. Rajoy
esté forzando a nadie de ellos mientras les introduce el pene a diario, a
cualquier hora del día y en los lugares más insospechados.
“No hay
escoriaciones, ni hay desgarros ni hay ansiedad, salvo el puro y
comprensible nerviosismo de la gente ante el desarrollo de la Liga”,
aseguran los galenos.
Según los forenses, en ninguno de estos vídeos se
escucha a un solo español diciendo “no me folle más, señor Eme Punto
Rajoy, por favor”, haciendo aspavientos con los brazos o chillando en la
vía pública para llamar la atención de la Policía.
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