Una moneda de dos euros es la única celebración prevista por ahora en
Zarzuela para festejar el medio siglo de Felipe VI. Este es el año del
Rey emérito y su 80 aniversario
La emisión de una moneda de dos euros es de momento el único preparativo que se ha hecho público para la celebración del 50 cumpleaños de Felipe VI.
Zarzuela no avanza si, para conmemorar el medio siglo del Monarca,
habrá gran festejo o la efeméride se reducirá a una mera reunión
familiar, privada y sin mayor boato.
Hemos entrado en el año del Rey emérito. Don Juan Carlos va a ser objeto de una serie de homenajes,
a lo largo de los próximos meses, en reconocimiento a su labor.
El
rosario de loas públicas arrancó el 6 de enero, día de la Pascua
Militar.
Don Felipe le dedicó el párrafo más señalado de su intervención
ante la cúpula militar: “Gracias por los años de servicio leal a España,
por tu ejemplo vistiendo con honor el uniforme y siempre velando por la
excelencia y por el compromiso de nuestras Fuerzas Armadas con nuestra democracia, nuestra libertad y nuestra seguridad”.
Tiempo más que suficiente para que se pase página de los graves errores del pasado. Para que se sepulten el elefante, la cacería de Botsbuana y se archiven los episodios de Corinna que hicieron bordear una crisis de Estado.
Este es el año de Don Juan Carlos y de la Constitución, que alcanza su 40 aniversario. Y de la reina madre, doña Sofía, que también cumple ocho décadas.
Entre tanta celebración, tanto festejo, parece
que la Zarzuela ha olvidado el otro cumpleaños de relevancia que se
celebra en la familia. Don Felipe se convierte en un cincuentón. Este 30
de enero, Su Majestad también cumple cifra redonda: cincuenta años.
Y aún se desconocen los detalles sobre la fiesta, si es que la hay. La
agenda oficial de la Casa se avanza con tan sólo una semana de
anticipación. Nada ha trascendido sobre preparativos o conmemoraciones.
Viaje a la cumbre de Davos
De momento se han desvelado tan sólo dos iniciativas. El Rey viaja a Davos el día 24 del presente
mes para participar, por vez primera, en la cumbre anual más relevante
del sector económico y mundial a escala internacional.
Es la vez primera
que el Jefe del Estado acude a esta cita en la que nunca se ha visto a
Mariano Rajoy. El ministro De Guindos suele cumplir con el trámite.
Rodríguez Zapatero asistió en su día.
Ahora le toca al Rey, en respuesta
a la invitación cursada en mayo en Jordania por el presidente del Foro
Económico Mundial.
Estará acompañado por el propio titular de Economía y
por el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis.
De
su cumpleaños, apenas se sabe algo más, salvo que la Fábrica Nacional
de Moneda y Timbre ha elaborado dos piezas especiales. Por una parte,
una moneda de 30 euros en la que, en una cara, aparecerá el perfil del
Monarca y en la otra, su escudo real.
La particularidad estriba en que
será una moneda en colores. Dorado, azul, verde y púrpura. Un millón de
ejemplares que podrán adquirirse en los bancos a partir del día 30.
También se emitirán 400.000 monedas de dos euros,
éstas sí para su circulación, que serán emitidas en el primer trimestre
del año. El reverso de la moneda será el mismo que el de las ordinarias
(con su valor facial y el mapa de las estrellas europeas), en tanto que
el anverso reproducirá el escudo real y una leyenda ‘ad hoc’.
Los
países miembros de la Eurozona pueden emitir estas monedas de dos euros
con motivo de alguna conmemoración especial. Viaje, pues, a Davos en
vísperas del aniversario y moneda especial de dos y treinta euros, para
uso y recuerdo. De momento, poco más.
Con
motivo de su 40 cumpleaños, cuando aún era Príncipe de Asturias, don
Felipe tenía previsto un viaje al Líbano para acompañar a nuestras
tropas desplegadas en la región.
El mal tiempo forzó la suspensión de la
visita, que se sustituyó por una videoconferencia. El pasado año por
estas fechas, el Rey no alteró su agenda para su 49 aniversario.
Audiencia al presidente de Ecuador y asistencia a un acto por el cuatro
centenario de Cervantes.
El ostracismo de la Infanta Cristina
No
parece que con los 50 vaya el Rey a modificar la tradición. Escasa
querencia por los festejos. Guillermo de Holanda desplegó toda una serie
de actos para conmemorar sus 50 años. En Zarzuela funciona ahora otro
estilo, más austero. En consonancia con la realidad del país, pendiente
del golpe de Estado en Cataluña y con la complicada realidad económica
que vive el país.
Llegar al medio siglo no es excusa para tirar la casa por la ventana. Además, es el año del emérito.
El pasado día 5 de enero, don Juan Carlos reunió en Palacio a casi un
centenar de familiares y algún amigo para festejar sus 80 años. Allí
estaban todos menos la infanta Cristina, condenada al ostracismo.
Hubo incluso foto oficial del encuentro, algo que no se acostumbra en
Zarzuela, al tratarse de un acto privado. La familia retratada unida.
Elogio de la tradición y recuperación de las buenas y abandonadas
costumbres. Don Juan Carlos y doña Sofía, separados en su vida
cotidiana, comparecieron juntos en actos oficiales el pasado año.
En la Pascua Militar, los cuatro Reyes presidieron la gala en el Salón del Trono del Palacio Real. Una estampa inédita, el 'póker de reyes',
que se repetirá con frecuencia a lo largo de 2018. La rehabilitación de
don Juan Carlos es objetivo prioritario en la Casa. El Rey emérito
aparecerá junto a su hijo, duranrte los próximos meses, en diversas
oportunidades, en especial en acontecimientos militares.
También
se verá más a doña Sofía, junto a su esposo. Zarzuela prepara una
agenda intensa que culminará el 6 de noviembre con motivo del 40
aniversario de la Carta Magna. “Va a haber emérito hasta en la sopa”,
comenta una fuente de la familia. Don Felipe cede el foco. Sus 50 años,
con su esposa e hijas, pasará muy inadvertido. Una moneda y poco más.
Salvo cambios de última hora.
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