El acusado usó la lengüeta de una lata para amenazar a las dependientas
de la panadería, por lo que el juez considera que se trata de un delito
de robo con intimidación, con la que finalmente se autolesionó en los
brazos.
Un juzgado de Barcelona ha condenado a un año y nueve meses de cárcel al joven que robó un bocadillo en una panadería
del centro de la ciudad. La sentencia emitida estima que el hombre se
hizo con el bocadillo “con la intención de enriquecerse” y no por un
“estado de necesidad porque tenía hambre”, tal y como aseguró su
defensa.
En un principio, la Fiscalía pedía una pena de casi cinco años de prisión, que posteriormente rebajó a tres y medio.
Tanto el acusado como varios testigos coinciden en que el objeto con el
que amenazó a los presentes, y con el que finalmente se autolesionó en
los brazos “para llamar la atención”, según explicó en su declaración,
era la lengüeta de una lata de refresco.
Según informa este miércoles eldiario.es, en el juzgado de lo penal número 28 de Barcelona se estima que el acusado acudió al lugar “con la intención de enriquecerse” y ampara su juicio con el hecho de que este esgrimiera un objeto metálico cortante para intimidar a las dependientas.
En la declaración de una de las dependientas del
local se explica que ella se apartó instintivamente del atacante cuando
vio el objeto cortante, aunque no especifica si este hizo el ademan de
cortarla, ante lo que el acusado reacciono cortándose en los brazos.
Dos horas después del incidente, el acusado volvió a
la panadería, esta vez, para increpar a las dependientas, ante lo que
reaccionaron llamando a los Mossos d’Esquadra.
El joven se encontraba
bajo los efectos del alcohol cuando cometió el robo, lo que sirve como atenuante por embriaguez, por lo que se ha rebajado la pena hasta un año y nueve meses que, al carecer de antecedentes penales, el acusado no cumplirá.
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