"El
Partido Popular es el único partido que se preocupa por las víctimas",
así rezaba la última frase de su perorata intervención Juan José Cortés,
padre de la fallecida Mari Luz Cortés, en el último mitin del PP en el
famoso reencuentro de Mariano Rajoy y José María Aznar.
Cabe recordar
que el fichaje de Cortés no es nuevo, ni mucho menos, pero su figura ha
renacido tras los últimos asesinatos violentos en relación a la Prisión
Permanente Revisable que tan vilmente mueve conciencias .. y votos.
Los
últimos acontecimientos han puesto de manifiesto la última artimaña sin
escrúpulos, de la más baja calaña que pueda existir de manos de Pablo
Casado, para colocar en el centro de los focos a Cortés en la caída al
pozo del pequeño Julen para relacionar todo ello hacia su partido.
Los
equipos de rescate localizaron el cuerpo sin vida del pequeño Julen al
filo de la una y media de la madrugada de este recién comenzado sábado,
según confirmó poco después la Subdelegación del Gobierno en Málaga. Fue
el fatal desenlace de un operativo de búsqueda que ha durado 13 días y
en el que han colaborado más de 300 personas.
Tal trágico suceso ha sido
explotado televisivamente, y en prensa escrita otro tanto, como suele
ser habitual últimamente en este país. Y es que el morbo mueve votos en
un país donde Gran Hermano, la banderita de ESPAÑA y los asesinatos
televisados son capaces de ahogar el sonido de las tripas más abruptas.
Pero
no quiero irme por las ramas. Las apariciones continuas de Juan José
Cortés, que se ha autoproclamado portavoz de todo aquél que sufre una
trágica situación como la acontecida (de autoproclamaciones hablaré en
mi próximo artículo), es cuanto menos ridículas y muy sospechosas. La
actitud del Partido Popular, jugando como sabe desde la sombra (las
ratas corruptas se mueven mejor en las alcantarillas), ya sobrepasan
cualquier ideología o responsabilidad de partido.
Después de acusar a
otros de colaborar en un golpe de Estado, llamando etarras y cómplices
de regímenes autoritarios para sus intereses electorales, la utilización
de la muerte de un niño de dos años camuflados en un hombre que parece
haber perdido toda vergüenza a la hora de utilizar la muerte de su hija
para vivir de la política o hacerse famoso ya me parecen demenciales.
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